El defensor del Pueblo ucraniano, Dmitró Lubinets, cursó hoy una petición oficial a la Cruz Roja para saber si fue informada por el Gobierno ruso de que prisioneros ucranianos iban a ser transportados en el avión militar que se estrelló el día 24 en una zona fronteriza con Ucrania de la Federación Rusa.
Moscú asegura que 65 prisioneros de guerra ucranianos que iban a ser intercambiados ese mismo día murieron en el siniestro junto a tres soldados rusos que los custodiaban y seis miembros de la tripulación. Según la versión rusa, el avión fue derribado por misiles disparados por Ucrania, que no ha confirmado ni desmentido este extremo.
“Quiero recibir una respuesta oficial del Comité Internacional de la Cruz Roja sobre si la Federación Rusa informó de que transportaría a prisioneros de guerra ucranianos de esa u otra forma”, declaró hoy Lubinets al servicio en ucraniano de Radio Libertad.
El defensor del Pueblo de Kiev señaló que las partes implicadas en los intercambios de prisioneros están obligadas legalmente a comunicar a la Cruz Roja cómo son trasladados al lugar del canje.
Lubinets también insistió este viernes en que Rusia no ha comunicado de forma oficial ningún nombre de los 65 prisioneros de guerra ucranianos que habrían muerto en el siniestro.
Según la inteligencia ucraniana, Rusia no ha facilitado por el momento ninguna información sobre las supuestas víctimas ucranianas del incidente.
“Pruebas, esa es la palabra principal ahora (…) Nuestro estado insistirá en una investigación internacional”, afirmó el presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, quien precisó que el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) ya ha abierto pesquisas para esclarecer “todas las circunstancias” del siniestro.
Las autoridades ucranianas ponen en duda que el aparato siniestrado transportara prisioneros para su canje por soldados rusos.
“Es necesario establecer todos los hechos con precisión, hasta el punto que sea posible, teniendo en cuenta que el avión cayó en territorio ruso, fuera de nuestro control”, recalcó Zelensky.
“Los rusos juegan con las vidas de los prisioneros ucranianos, los sentimientos de sus familiares y las emociones de nuestra sociedad”, denunció, sin especificar quién derribó el avión o qué causó su caída.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, reaccionó a las declaraciones del presidente ucraniano, al señalar que “si él se refiere a una investigación de las acciones criminales del régimen de Kiev, entonces esa es inequívocamente necesaria”.
“No es la primera vez que el régimen de Kiev mata a sus ciudadanos. Comenzaron a asesinarles disparándoles con tanques en 2014. Y continúan haciéndolo”, añadió.
A su vez, el representante de la inteligencia militar ucraniana (GUR), Andrí Yusov, afirmó tener constancia de que sólo cinco cuerpos entraron en la morgue de la ciudad de Bélgorod tras la catástrofe.
(Con información de EFE)