Estados Unidos publicó este miércoles la nueva lista de países que “no cooperan plenamente” en su lucha contra el terrorismo en la que incluyó, al igual que el año anterior, a Corea del Norte, Siria, Venezuela e Irán. El informe fue presentado ante el Congreso por el secretario de Estado, Antony Blinken, conforme lo establece la ley.
A raíz de esta designación, el Gobierno de Washington no podrá exportar ni ofrecer servicios o artículos de defensa a ninguna de las naciones alcanzadas por ella.
El anuncio no fue visto con sorpresa, sin embargo, ya que no es la primera vez que se incluye a estos países en la lista y sus políticas no han cambiado desde entonces; por el contrario, sólo se han intensificado.
Así, por ejemplo, Estados Unidos ha emitido reiteradas rondas de sanciones contra hackers y entidades norcoreanas que facilitan las transacciones y proveen el financiamiento ilícito de programas de misiles y armas de destrucción masiva en China y Rusia.
También, en el caso de Venezuela, se acusa al régimen de Nicolás Maduro de ser un aliado de Irán y sus grupos terroristas como Hamas, Hezbollah, la Yihad Islámica y los rebeldes hutíes de Yemen, cuya relevancia ha aflorado en los últimos meses a raíz de la guerra en Gaza. Maduro ha demostrado su apoyo a estos grupos y expresado su condena a las acciones de Israel mientras que Teherán sigue comprando su petróleo, incluso con las sanciones de la comunidad internacional.
A su vez, el régimen persa es ahora uno de los principales referentes del terrorismo en el mundo tras fomentar la guerra en Oriente Medio a través de sus milicias. A ello se suma que el pasado 11 de abril la Justicia de Argentina concluyó que los atentados perpetrados en la Embajada de Israel y la sede de la AMIA -en 1992 y 1994 respectivamente- fueron ordenados por Irán y ejecutados por Hezbollah.
Por ello, el Ejecutivo argentino pidió la detención internacional del ministro del Interior, Ahmad Vahidi, considerado uno de los autores ideológicos de aquellos hechos, algo que Teherán consideró “ilegal”.
En tanto, Estados Unidos retiró en la última publicación de esta lista a Cuba. Según el Departamento de Estado, “las circunstancias para la certificación de Cuba como país que no coopera plenamente con los esfuerzos antiterroristas han cambiado de 2022 a 2023″, cuando el régimen de Miguel Díaz-Canel se opuso a cooperar con Colombia en la extradición de algunos comandantes del Ejército de Liberación Nacional refugiados en la isla ante las órdenes de arresto en Bogotá.
Sin embargo, Washington consideró que, tras haber reanudado la cooperación policial en el último año, incluida la lucha en materia de terrorismo, las circunstancias han cambiado y se determinó que “continuar con la certificación de Cuba como ‘país que no coopera plenamente’ ya no era apropiado”.
De todas formas, esta decisión es independiente a la de los Estados Patrocinadores del Terrorismo, en la que sí se incluye al país y que Biden ha prometido no revertir.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, celebró el anuncio pero cargó contra Estados Unidos por mantener las sanciones vigentes. “Acaban de admitir lo que es conocido por todos: que Cuba colabora plenamente con los esfuerzos contra el terrorismo. Deberían cesar toda manipulación política del tema y poner fin a nuestra arbitraria e injusta inclusión en la lista de países patrocinadores del terrorismo”, escribió en sus redes sociales.
(Con información de AFP, EFE y Reuters)