Estados Unidos insta de nuevo a Ecuador y México a “resolver sus diferencias conjuntamente” tras la crisis desatada por el asalto policial a la embajada mexicana en Quito, afirmó este lunes un portavoz del Departamento de Estado.
México rompió relaciones con Ecuador después de que las fuerzas de seguridad irrumpieran en su embajada en Quito para detener al ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien se encontraba en su interior en calidad de refugiado.
“Condenamos cualquier violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas”, afirmó en rueda de prensa el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, quien recalcó la necesidad “de respetar la inviolabilidad de las misiones diplomáticas”.
“México y Ecuador son socios cruciales de Estados Unidos y valoramos mucho las relaciones con ambos países”, dijo.
“Instamos a ambos países a resolver sus diferencias conjuntamente”, añadió Miller, insistiendo en el mensaje transmitido el fin de semana.
Cuando se le preguntó si Estados Unidos prevé adoptar sanciones respondió: “No tengo nada que anunciar” al respecto.
Para calmar los ánimos el gobierno del presidente estadounidense Joe Biden confía en la Organización de los Estados Americanos (OEA), que tiene previstas dos reuniones: una el martes a las 19H00 GMT, convocada por Ecuador, y otra el miércoles, a las 14H00 GMT, a iniciativa de Colombia y Bolivia.
“El siguiente paso en este tema es que el Consejo Permanente de la OEA se reúna esta semana y aborde los acontecimientos en curso que estamos siguiendo de cerca y veremos qué resultado da”, declaró Miller.
La reunión del martes tratará sobre las relaciones diplomáticas y el asilo.
Ecuador considera “ilícito” el asilo concedido por México a Glas, quien se halla bajo investigación por un delito de peculado. En 2022 el ex vicepresidente salió de la cárcel tras cumplir cinco de los años a los que fue condenado por corrupción.
La reunión del miércoles del órgano ejecutivo de la OEA versará sobre la “Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y su relación con la figura del asilo”.
Además examinará “las lesiones sufridas por el personal diplomático mexicano en Ecuador”.
Tras abandonar Ecuador junto a otros diplomáticos, el jefe de misión de la embajada mexicana en Quito, Roberto Canseco, apareció con un collarín ortopédico debido a la lesión provocada por una “agresión física” a manos de policías.
La canciller mexicana Alicia Bárcena afirma que su país presentará una denuncia ante la Corte Internacional de Justicia por el asalto a la embajada.
Su homóloga ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, dijo que su país está abierto a restablecer relaciones con México, pero le acusa de haber incurrido en “provocaciones” e “incumplimientos” en la concesión del asilo a Glas.
Al ser consultada por el periodista Milton Pérez de Teleamazonas sobre quién dio la orden para allanar la Embajada el 5 de abril, Sommerfeld reveló que, pese a tener conocimiento de las consecuencias, el presidente Daniel Noboa dio la orden de ingresar a la sede diplomática: “Por supuesto (el presidente dio la orden). Él (Daniel Noboa) es quien dicta la política exterior… Lo que nos corresponde como Cancillería es primero informarle, a través de un informe extenso, y segundo asesorarle. Por supuesto que se le dice cuáles pueden ser las consecuencias de uno u otro acto y eso estaba sobre la mesa”.
Sommerfeld fue reiterativa en decir que “el Presidente estaba defendiendo la democracia, la seguridad del país”. La Canciller dijo que Noboa tenía información de que Glas iba a fugarse esa noche. Desde que México le concedió un asilo, una horas antes de la incursión en la embajada, y tras las declaraciones de López Obrador sobre el envío de un avión militar para recoger a la embajadora mexicana Raquel Serur, que fue expulsada de Ecuador, inició la especulación sobre un operativo para que el ex vice saliera junto a las autoridades mexicanas.
(Con información de AFP)