(Desde Montevideo, Uruguay) – Una casa de piedra ubicada en la costa de la playa de Portezuelo (en Punta del Este, Uruguay) fue demolida por la Intendencia de Maldonado en el marco de un plan de “recuperación de la costa”, según informó la municipalidad. Se trataba de una vivienda ubicada a pocos metros del mar, que no estaba autorizada y que perjudicaba al ambiente, según entienden las autoridades.
Los propietarios de la vivienda la utilizaron durante años y a su destrucción se llega después de varios procesos judiciales con el gobierno departamental.
“Es una construcción en una roca, en un espacio público, hecha por particulares. La han usufructuado durante muchos años y (la destrucción) se ha demorado a través de los diversos trámites judiciales”, declaró la directora de Asuntos Legales de la intendencia, Adriana Graziuso.
La construcción, ubicada sobre una roca, no estaba habilitada y la municipalidad consideró que perjudicaba al ambiente.
La funcionaria recordó que la municipalidad le había dado a los propietarios de la vivienda un permiso para que se transforme en un museo o para que se convierta en un lugar de muestras artísticas. Si bien Graziuso reconoció que parte de ese acuerdo estuvo cumplido, el gobierno decidió ponerle fin al comodato. “El deseo de la intendencia no era seguir con esa actividad ya que comprobamos que más que eso se le dio un uso particular”, justificó.
La Intendencia de Maldonado está implementando una política para recuperar espacios públicos para el “uso y disfrute” de toda la población, explicó.
La casa demolida se llama “Casa Escultura”, que fue construida años atrás por una pareja argentina en medio de las rocas de La Rinconada de Portezuelo, recordó La Diaria. El espacio está ubicado a 10 metros del mar y fue diseñado por Grisel Maymo, en 2005. En ese año, la artista y su pareja, el marchante de arte Ricardo Milberg, compraron esta “cueva” al pescador Emilio Pereyra, que la utilizaba para depositar sus artes de pesca y acumular desechos.
Los nuevos propietarios se encargaron de limpiarla y ampliar el sitio desde 2006, con el asesoramiento de una arquitecta amiga y del escultor uruguayo Daniel Escardó.
La convirtieron en una residencia de dos plantas, camuflada entre las rocas. “Originalmente eran dos cuchillas de montaña y una planchada en el medio, sin nada más que kilos y kilos de basura. Lo primero que hicimos fue llenar cinco containers con todo lo que había ahí adentro. Y empezar a construir, muy poco a poco, nosotros mismos. Es un trabajo que no termina nunca”, dijo Milberg en 2018, en una nota con La Nación.
Maymo y Milberg se conocieron siendo jóvenes en Argentina. Ella, oriunda de Capital Federal, tenía 25 años y él, de Tigre, era ocho años más grande. Si bien después dejaron de verse, hace unos 20 años se pusieron en pareja, recordaron en El País. Cuando compraron la casa, había “poco presupuesto” y “mucho ingenio”, señaló Maymo en 2023.
La pareja vivió durante 14 años en esta vivienda, hasta que comenzaron los problemas judiciales. “Cuando este lugar era un depósito de basura nadie reclamaba nada, pero después de que lo pusimos lindo alguien nos denunció”, comentó.
Ante la posibilidad de perder todo, la pareja comenzó a buscar soluciones y encontraron un terreno que era de la familia de ella, a pocas cuadras de lo que llaman la “cueva”. Allí comenzaron a construir una nueva vivienda.
Después de que la Intendencia de Maldonado ganara el juicio, comenzaron las negociaciones. Milberg les planteó: “Si quieren me voy, me llevo todo, y les dejo un agujero que va a ser baño público y refugio de drogadictos y vagabundos, o pueden capitalizar este sitio y dedicarlo al turismo y la cultura”.
La pareja terminó acordando con la intendencia que la casa se convierta en un museo, con eventos culturales. Pero la municipalidad cree que eso no se cumplió, que la casa contaminaba el ambiente y la demolió.