Esta semana, se completó la primera parte de la obra del túnel subacuático más largo del mundo, el cual conectará Dinamarca y Alemania para 2029. Este megaproyecto de infraestructura, que atraviesa el Mar Báltico, reducirá de manera importante los tiempos de viaje y tendrá un gran impacto económico en la región.
El Fehmarnbelt Fixed Link será el túnel de carretera y ferrocarril más largo del mundo cuando se complete en 2029. Descendiendo hasta 40 metros bajo el Mar Báltico, conectará a las ciudades de Copenhague y Hamburgo. “La conexión no solo acerca a Alemania y Dinamarca, sino a toda Europa”, dijo Susanna Henckel, secretaria de Estado del ministro federal de transporte de Alemania, según informó RailwayTechnology.
Las obras del túnel, que comenzó su construcción en 2020 tras más de una década de planificación, se encuentra en una fase avanzada. Se han completado la construcción de un puerto temporal en el lado danés y las obras de dragado frente a la costa alemana.
El túnel, que contará con una autopista de dos carriles y una vía férrea doble electrificada, reducirá el tiempo de viaje entre Copenhague y Hamburgo a dos horas y media, en comparación con las cuatro horas y media actuales. Jens Ole Kaslund, director técnico de Femern A/S, explicó: “El mismo viaje durará dos horas y media”. Además del ahorro de tiempo para los pasajeros, el túnel también beneficiará el transporte de carga, creando una ruta terrestre entre Suecia y Europa Central que será 160 kilómetros más corta que la actual.
El coste de construcción del túnel se estima en 7.000 millones de euros (7.100 millones de dólares). Para financiar el proyecto, el gobierno danés implementará un peaje. Al concluir, el túnel contará con diez secciones especiales que albergarán el equipo eléctrico necesario para su funcionamiento, incluyendo áreas de estacionamiento para vehículos de mantenimiento.
La construcción comenzó tras la firma de un tratado entre Dinamarca y Alemania en 2008 y la posterior aprobación de las legislaciones necesarias en ambos países. Sin embargo, en Alemania, el proyecto enfrentó oposición de empresas de ferry, grupos ecologistas y municipios locales, quienes presentaron recursos por preocupación de competencia desleal y ruido. En noviembre de 2020, un tribunal federal alemán desestimó las quejas bajo ciertas condiciones que la empresa concesionaria debe cumplir para minimizar el impacto ambiental.
En el lado alemán, el proyecto Ferrocarril Hamburg-Copenhague ha comenzado su siguiente etapa con una inversión de 3.500 millones de euros. Esta obra incluirá 55 kilómetros de nuevas vías férreas y seis nuevas estaciones de tren, según RailwayTechnology. La conexión entre Hamburgo y Copenhague reducirá el tiempo de viaje a solo dos horas y media.
El túnel tendrá 18 kilómetros (11.1 millas) de largo y será construido con secciones de concreto preensambladas que se sumergirán en el lecho marino. El inicio de la inmersión de los primeros segmentos comenzó a principios de 2024. “El túnel Fehmarnbelt creará un corredor estratégico entre Escandinavia y Europa Central”, destacó Michael Svane de la Confederación de Industria Danesa.
La construcción ha generado empleo para alrededor de 2.500 personas y ha enfrentado desafíos debido a los problemas de la cadena de suministro global, quienes han tenido que aumentar el número de proveedores para asegurar los materiales necesarios. Vincentsen ha subrayado la importancia de mantener un suministro constante de materias primas para el avance del proyecto.
A pesar de las preocupaciones ambientales, algunos expertos creen que el túnel tendrá beneficios ecológicos. Michael Løvendal Kruse de la Sociedad Danesa para la Conservación de la Naturaleza considera que el proyecto promoverá áreas naturales nuevas y arrecifes de piedra tanto en Dinamarca como en Alemania, además de ofrecer una alternativa más ecológica para el transporte de carga. “El paso más rápido del Belt hará que los trenes sean un competidor fuerte para el tráfico aéreo”, comentó Kruse.