Rusia atacó durante el fin de semana con drones y varios tipos de misiles el sur y el oeste de Ucrania, donde provocó la muerte de un hombre, en unos bombardeos que volvieron a golpear la infraestructura energética del país, ya gravemente dañada por los ataques de las últimas semanas.
En la región de Lviv, en el oeste del país, “el enemigo atacó con misiles de crucero la misma infraestructura esencial (…) que había sido atacada previamente el 24 y 29 de marzo. Un edificio administrativo resultó dañado”, dijo el gobernador, Maksym Kozytsky en Telegram.
“Un hombre murió a causa del ataque”, añadió, indicando que podría haber otras personas bajo los escombros.
Por su parte, el ejército ruso afirmó haber atacado con misiles y drones infraestructuras eléctricas y de gas relacionadas con la industria militar ucraniana.
Según el operador ucraniano Ukrenergo, las fuerzas rusas atacaron en particular “subestaciones de alto voltaje (…) en las regiones del sur”, lo que provocó cortes de electricidad en la ciudad de Odesa y sus alrededores.
Unos 170.000 hogares se quedaron temporalmente sin suministro eléctrico como consecuencia del ataque, informó el mayor operador privado de electricidad de Ucrania, DTEK.
Tras trabajos de restauración, los clientes volvían a tener electricidad este domingo, señaló DTEK en su canal de Telegram.
Las fuerzas aéreas ucranianas afirmaron haber derribado nueve de los once drones tipo Shahed, de fabricación iraní, lanzados por Rusia durante la noche, así como nueve de los catorce misiles de crucero.
“No hay una noche ni un día sin que el terror ruso intente romper nuestras vidas otra vez. Anoche volvieron a disparar misiles y [drones] Shahed contra a la gente”, denunció el domingo el presidente Volodimir Zelensky.
En la región de Kherson, dos misiles rusos alcanzaron una empresa agrícola, sin causar víctimas, indicaron en Telegram las fuerzas ucranianas en el sur del país. Los rusos utilizaron tanto misiles balísticos como misiles aéreos guiados, indicaron las autoridades.
80 % de la capacidad de generación de energía térmica afectada
Rusia ha intensificado sus ataques contra las infraestructuras energéticas ucranianas en los últimos días, causando importantes daños en varias regiones.
La compañía energética ucraniana Centrenergo anunció el sábado que la central térmica de Zmiiv, una de las mayores de la región oriental de Kharkiv, había quedado completamente destruida tras los bombardeos rusos de la semana pasada.
Todavía estaban vigentes los horarios de cortes de electricidad para unas 120.000 personas de la región, donde 700.000 se habían quedado sin electricidad tras el impacto de la central el 22 de marzo.
Según el director ejecutivo de DTEK, Dmitró Sajaruk, los ataques rusos contra el sistema eléctrico de Ucrania del pasado día 22 dañaron o destruyeron el 80 % de la capacidad de generación de energía térmica del principal proveedor del país.
De acuerdo con esta fuente, tras el ataque de la pasada semana, el día 29 se produjo el segundo mayor bombardeo contra las instalaciones de la empresa.
Un total de 5 de seis centrales térmicas resultaron dañados fuertemente y algunas unidades quedaron destruidas completamente, indicó en la televisión nacional Sajaruk.
En total durante el mes de marzo Rusia efectuó más de diez ataques contra instalaciones de DTEK.
Ataque contra Belgorod
Por otro lado, diez cohetes Vampire de fabricación checa cayeron el domingo en la región fronteriza rusa de Belgorod, según informó el Ministerio de Defensa ruso. Una mujer resultó herida al declararse un incendio tras el ataque, dijo el gobernador regional Vyacheslav Gladkov.
El presidente ruso, Vladimir Putin, firmó las órdenes que anuncian el inicio de la temporada anual de reclutamiento de primavera del país, reclutando oficialmente a 150.000 soldados.
El Parlamento ruso elevó la edad máxima de los reclutas de 27 a 30 años en julio de 2023, en una medida que parecía formar parte de los esfuerzos por ampliar el ejército del país durante los combates en Ucrania. Todos los hombres rusos están obligados a completar el servicio nacional de un año de duración, aunque muchos evitan el reclutamiento acogiéndose a los aplazamientos concedidos a estudiantes, personas con enfermedades crónicas y otros.