El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, fue operado “exitosamente” de una hernia, informó su despacho el lunes en un comunicado.
Netanyahu está “en buena forma y comenzando a recuperarse”, indicó su oficina al final de la cirugía la noche del domingo, seguida muy de cerca en Israel y el exterior en medio de la guerra contra Hamás en la Franja de Gaza.
Durante su ausencia, realizó sus labores el viceprimer ministro y ministro de Justicia de Israel, Yariv Levin.
El primer ministro israelí, de 74 años de edad, ya tuvo que someterse a una cirugía el pasado julio para que le implantaran un marcapasos tras sufrir un desvanecimiento.
Como en aquel momento, Netanyahu se enfrenta a una complicada coyuntura política, agravada ahora por la guerra entre Israel y Hamas y las renovadas tensiones en la frontera con Líbano.
Durante la misma noche de la operación, miles de israelíes se manifestaron en Jerusalén para pedir la renuncia de Netanyahu y la liberación de los rehenes israelíes en manos del grupo terrorista Hamas, en un momento de estancamiento de las negociaciones para su salida.
Entre los oradores que participaron en las protestas estuvieron el jefe de la oposición Yair Lapid; familiares de víctimas y rehenes de Hamas; así como Moshe Radman, uno de los líderes de las protestas contra la reforma judicial que coparon las calles de Israel todo 2023, movimiento que ahora se funde con el de las familias de los cautivos para pedir elecciones anticipadas en el país.
Incluso el Foro Empresarial de Israel, que aglutina a las 200 firmas más grandes del país y la mayoría de los trabajadores del sector privado, anunció este domingo que dio carta blanca a sus empleados para ausentarse del trabajo y acudir a las protestas antigubernamentales de esta semana.
Además, decenas de empresas tecnológicas, pujante sector bandera de la economía israelí, también han dicho que sus empleados pueden unirse a las protestas sin sanciones.
Anoche, decenas de miles de personas participaron en protestas masivas en todo el país, mientras las manifestaciones semanales de las familias de los rehenes en Tel Aviv dieron un giro dramático cuando los oradores llamaron a los asistentes a “salir a las calles” y unirse a los manifestantes antigubernamentales en el corazón de la ciudad.
La guerra comenzó por el ataque sin precedentes de Hamás contra Israel el 7 de octubre, que causó la muerte de 1.160 personas, en su mayoría civiles, según un balance de la AFP basado en cifras israelíes.
Israel prometió destruir a Hamas y lanzó una operación militar en la Franja de Gaza que ha dejado 32.782 muertos, en su mayoría civiles, según el Ministerio de la Salud controlado por el grupo terrorista que gobierna Gaza.
(Con información de AFP)