Hoy se presenta la sexta entrega del segmento #VivaLaFamilia, el espacio que reúne a diferentes familias de figuras públicas para explorar algunos momentos que compartieron, repasar sus trayectorias desde la perspectiva de cada integrante y mostrar sus diferencias. A partir de una serie de preguntas, los participantes también tienen la oportunidad de jugar y divertirse; y, el público, de conocerlos un poco más.
En esta oportunidad, se presentaron Débora Plager y sus hijos mellizos, Maxi y Tomás, dieron a conocer los aspectos más íntimos de su vínculo familiar. La ronda de preguntas la inició la periodista, instante en que consultó a los jóvenes sobre cuándo fue el momento en que llegaron a expresar la frase “Aguante mi vieja”. El primero en contestar fue Maxi y, sin dudarlo, destacó: “Estoy bastante orgulloso de vos, así que en varios momentos que te veo, digo: ‘Aguante mi vieja’. Como, por ejemplo, cuando hacés declaraciones importantes en una nota”. Luego se sumó Tomás, quien destacó el día en que su madre ganó el Martín Fierro de la Moda. “Fue como inesperado, nadie esperaba que ganaras. Fue sorprendente”, dijo.
La siguiente pregunta, también por parte de la comunicadora, versaba sobre qué les da orgullo de su madre. “Todo”, respondió Tomás de inmediato. “Nunca paraste de progresar”. En esa misma línea, su hermano continuó: “Me pone orgulloso la mamá que sos. Y no solo eso. Vos sos mi mamá, mi amiga, mi papá, mi todo, porque sos una mujer supercompleta. Me pone supercontento y orgulloso lo que sos. Y después, a nivel profesional, te miro con orgullo porque sabés que a mí siempre me gustó el periodismo y los medios. Después fui por otro lado, asociado a eso, pero me pone orgulloso ver tu progreso constante. No te conformás, querés ir por más, querés seguir creciendo”.
Tras escuchar a Maxi y a Tomás, Débora recordó con cariño el apoyo que recibió por parte de las maestras para no perderse momentos importantes de los mellizos, ya que al ser dos, los actos y compromisos escolares se multiplicaban. “Una vez no podía ir al acto de fin de año y una de las profesoras me dijo que fuera al ensayo general. Fui y era la única. Estaba en la platea, era como VIP para mí: los vi y saqué fotos”, expresó, al subrayar la importancia de esos momentos compartidos, a pesar de las dificultades laborales.
En tanto, sus hijos también reflexionaron sobre la dinámica familiar y destacaron el rol protagónico de sus abuelos en sus vidas. “Siempre digo que tengo otra mamá y otro papá: el abuelo y la abuela, que siempre están presentes en todo momento”, dijo Maxi, dando cuenta de que tanto él como su hermano tienen una conexión fuerte con los padres de la periodista. “Todas las semanas vamos a comer a la casa o salimos juntos. Tener esta edad y tener dos abuelos que estén así de bien es una bendición”, sumó. “Sí, a los abuelos los amamos. Les mandamos un saludo”, completó Tomás.
Uno de los temas recurrentes fue “el control” y “la sobreprotección.” Los hijos de Débora le señalaron que su insistencia por “tener todo bajo control” los incomoda. “A veces me molesta porque digo: ‘No podés tener todo bajo control’”, expresó uno de ellos. La periodista, por su parte, reconoció ser un tanto “controladora”.
Pero no quedó ahí. Los mellizos también mencionaron cómo la sobreprotección podría generar inseguridad, pues la su madre siempre anticipa lo peor que podría llegar a pasar, muchas veces basándose en noticias trágicas que menciona en su trabajo diario en el noticiero. “‘¿Vas a andar en monopatín?’, te dice. ‘Mirá que la semana pasada un chico se murió andando en monopatín’”, ejemplificó Tomás.
“Todo el tiempo les doy un último momento de cosas trágicas terribles que están pasando para que traten de evitarlas o que estén al tanto”, admitió Débora
Por otro lado, sus hijos compartieron los momentos que les provocaron vergüenza, como la vez que la periodista fue parte del Cantando por un sueño y debió interpretar un tema de Elton John. “Mis amigos me gastaron mucho, pero me encantó verte”, recordó uno de ellos y dijo que, a pesar de las burlas, disfrutó del acting de su madre. “Nunca me contaste que te gastaron por eso”, se sorprendió, entre risas, Plager.
Hacia el final de la nota, la periodista describió cómo fue criar mellizos: “Para mí estuvo bueno. Solo que los primeros 9 meses fueron de terror: se portaban horrible, dormían horrible y nunca lloraban los dos a la vez. Era un loop: uno dormía y el otro lloraba. Después, fue espectacular porque todo lo hacían en la misma etapa”. Y siguió: “Lo más difícil fue que no sintieran que debían estar constantemente comparándose solo por ser mellizos”. En ese sentido, sus hijos destacaron: “Siempre nos separaste bien: los colores, las ropas, los cursos. Te amamos”.
Fotos/Candela Teicheira.