“Yo he disfrutado mucho de la vida y soy normal. Si tenés casi 90 años y pensás que no te podés morir, sos una estúpida. Entonces, el fantasma de que termine la fiesta a mí me da pena”. China Zorrilla hablaba así sobre la muerte, preguntas que el último tiempo de su vida se volvieron más frecuentes pero que la enorme actriz, que murió hace una década, precisamente el 17 de septiembre de 2014 en Montevideo, respondía con su filosofía de vida siempre profunda, pero siempre lumínica.
Se llamaba Concepción Matilde Zorrilla de San Martín Muñoz del Campo, pero siempre fue China Zorrilla en los escenarios. Con el paso del tiempo se volvió China. Incluso se convirtió en La China, con esa familiaridad con la que son abrazados los ídolos populares, como un familiar que se acomoda en tu living, te cuenta las anécdotas más divertidas en las sobremesas y está listo, si lo dejás, a amasarte los ravioles más duros de tu vida.
Aunque para la actriz el teatro fue su hogar, fue en la pantalla grande y en la televisión donde su estrella se volvió gigante. Interpretaciones donde le presentaba al mundo sus miserias, con la cara más amable. En especial sobre el trato y la intolerancia que existe hacia los adultos mayores: en Esperando la carroza con los hijos disputando el supuesto cuerpo muerto de una Mamá Cora que solo era un estorbo en vida; en Elsa & Fred sobre los prejuicios del amor a los 80 y en Besos en la frente sobre la posibilidad de un romance con 50 años de diferencia entre una mujer y un Leonardo Sbaraglia de 20.
En tiempos precámbricos de lo que hoy se conoce como ageism, la discriminación por edad, edadismo o veijismo, ella iluminó la pantalla con personajes deseantes. Roles en donde no estaba al cuidado de nietitos, en donde rabiaba en su búsqueda por amar, ser amada. Tenida en cuenta. 6 de sus momentos más brillantes en el cine y la TV. Además, un bonus track muy genial.
Elsa & Fred
Elsa & Fred iba a llamarse Marcello y Anita, en la suerte de homenaje que Marcos Carnevale realizó en 2005 para su amado Federico Fellini, La dolce vita y la dupla cinéfila de Marcello Mastroianni y Anita Ekberg. El director y guionista cuenta que, contra todos los pronósticos, le costó vender su idea de una comedia romántica protagonizada por dos ancianos. Pero lo consiguió.
Sin el carisma de la actriz y su innegable química con Manuel Alexandre, el actor español que compone a ese Fred al que llega Elsa para ponerle patas arriba su vida de hombre viudo en el preámbulo de su fin. el filme sería otro. Quizás uno que pocos vieron. ¿O alguien recuerda la remake, estelarizada por los veteranos de Hollywood, de Shirley MacLaine y Christopher Plummer?
La frase de China: “No eres hipocondríaco, te lo voy a decir en argentino. Vos sos un cagón, sos un cagón. Nadie se va a morir por comer el postre más rico de Madrid”.
Mujeres asesinas – Ana María Soba, heredera impaciente
En 2005 Mujeres asesinas, producción de Polka y El Trece que tuvo cuatro temporadas, arrasó con los premios y presentó una de las mejores ficciones argentinas de los últimos años. En el unitario concluyeron los mejores actores del país y sobre todo, el talento de actrices de diferentes generaciones, con backgrounds muy diversos.
China Zorrilla protagonizó el séptimo episodio de la primera temporada llamado Ana María Soba, heredera impaciente. Como en Esperando la carroza, vuelve a tener como compañera a Betiana Blum en un duelo actoral puesto en función de una historia real cruenta. Su personaje termina con el cráneo reventado por quien decía ser su amiga, una peluquera que se ganó la amistad de la anciana sin hijos solo para quedarse con su casa.
La frase de China: “¡Se hacía mi amiga para quedarse con mi casa! ¡Es una basura!”.
Darse cuenta
La dupla de China Zorrilla con Alejandro Doria les permitió a los dos potenciarse en producciones que hoy se sienten vigentes y arrojan verdad en historias siempre audaces. En Darse cuenta (1984) la actriz encarna a Berta, la jefa de enfermeras de un hospital público al que llega un joven humilde (Darío Grandinetti) que sufrió un accidente automovilístico.
Abandonado prácticamente por su familia, después de que los médicos se muestran poco esperanzados de que pueda sobrevivir, el rol de la uruguaya junto al del médico que compone Luis Brandoni ponen en foco cuestiones como la solidaridad, el compromiso de los trabajadores de la salud a pesar de la adversidad con la que conviven ante la falta de recursos y la burocracia. Ella otra vez vuelve a dotar de toda su humanidad a un personaje comprometido.
La frase de China: “Yo me entiendo con la vida. Ella no me tiene mucha simpatía, pero yo a ella sí. A mí me gusta la vida. Seré medio masoquista, pero me gusta”.
Esperando la carroza
¿Qué no se ha dicho sobre Esperando la carroza? Un clásico del cine argentino denostado por la crítica. La obra más popular de Alejandro Doria y de la cinematografía de nuestro país. Esa Elvira que compone China se le parece a tantas prima donnas que habitan en muchísimas casas argentinas. Mujeres bravas, con un poco de lengua bífida (o muchísima).
China es la jefa de la manada de ese coro de mujeres al borde de un ataque de nervios que retrató el filme más repetido en la historia de Telefe. Doria lo hizo 3 años antes de que Pedro Almodóvar se convierta en un boom mundial con sus chicas, Carmen Maura, Rossy de Palma y compañía.
Anécdotas sobre el rodaje, el antes y el después, hay miles. Solo una: Doria no la quería para el papel al considerarla “muy dramática, demasiado seria”, pero Jacobo Langsner, el autor de la pieza teatral en la que se basó la película, fue terminante con que ella era Elvira. “Nos habíamos conocido en un velorio, es la única explicación”, recordaba.
La frase de China: ¿Se puede elegir una? Imposible. “Yo hago puchero, ella hace puchero. Yo hago ravioles, ella hace ravioles. ¡Qué país!”. “¡¿Falluta, yo?! ¡¿Qué sabés de mí?!”. “Eso es lo que nos preguntamos todos… ¿Pur cuá? Pur cuá?”. “Primero te lo dije porque tengo lengua. Segundo te lo dije porque vivimos en un país independiente, soberano, libre, con libertad de expresión, sin censura y tercero porque se me antojó”.
Atreverse
Otra vez Zorrilla-Doria en sintonía. El exitoso unitario Atreverse de 1990 llegó para meterse en la cotidianeidad de los hogares argentinos con temáticas siempre provocativas, con nombres fuertes de la actuación. Todos juntos patearon los años de censura, de la dictadura y postdictadura, para abordar cuestiones que poco tiempo antes no pasaban por la tijera del censor.
La homosexualidad, el aborto, la infidelidad, el divorcio, las enfermedades terminales y otros temas controvertidos para la época fueron la punta de lanza de un programa para incomodar a los más conservadores. Incluso hoy, el canal de YouTube de Telefe cuenta con varios de ellos, siguen interpelando a quienes sueñan con volver a los tiempos en los que no había caído el meteorito. China fue parte de varios. En uno interpreta a una madre preocupada por la virginidad de su hija cuarentona. ¿Para pedirle que cierre las piernas? ¡No! Para se abra al goce.
En otro se aborda la transexualidad con Miguel Ángel Solá como una mujer trans que encuentra la amistad del personaje de China. Una de las primeras veces que la TV retrató con sensibilidad la temática. Sin chistes, sin juegos. Con audacia y verdad.
La frase de China: “Nunca es tarde”.
Besos en la frente
Atrevida. Siempre. China en 1996 se puso al frente de Besos en la frente, una historia de amor inusual de una viuda dueña de un buen pasar económico que se enamora de un escritor veinteañero al que le da vida Leonardo Sbaraglia. ¿Una señora de 80 perdida por un muchacho al que le lleva casi 60 años de diferencia? ¡Claro que sí!
“Fálteme el respeto si quiere”, le dice Mercedes, mientras le pide oler la almohada sobre la que sueña el bohemio guionista, antes de invitarlo a que se instale en su casa. La química con Sbaraglia es todo, un diálogo intergeneracional impecable en una historia en donde se profundiza sobre la soledad en la vejez, el valor de la amistad y los vínculos de amor entre seres solos.
La frase de China: “Estarás pensando ‘qué querrá esta vieja de mí’. Nada. Yo solo quiero cuidarte. Nada más”.
Bonus track: China Zorrilla entrevista a Freddie Mercury
La China siendo invitada en los livings de programas como los de Susana Giménez, Georgina Barbarossa, Antonio Gasalla o el que sea son todas gemas. Una en especial es el choque de dos astros. El resultado: polvo de estrellas. En 1981 Freddie Mercury se encontraba en la Argentina con Queen y en Canal 11, actual Telefe, pusieron en el ciclo Videoshow, La máquina de mirar, la actriz debutaba como presentadora de un ciclo que tenía conductores rotativos.
El diálogo entre ambos, ella en el piso del programa y el icónico cantante en un móvil desde el estadio de Vélez, en donde tocó la banda, es corto pero maravilloso. No porque haya conseguido grandes frases del artista, sino por la simplicidad y frescura con la que abordaba a tamaña figura mundial.
La frase de China: “Freddie, can you listen?”.