Parece que Furia tuvo su revancha en Gran Hermano 2023 después de quedar eliminada pocos días antes del juego. En la gala del domingo, en una placa que compartían Los Bros, como se denominaron el grupo de Martín, Bautista y Nicolás, quien terminó abandonando el juego por decisión de la gente fue El Chino. El voto popular, parece, terminó cobrándose la salida de Juliana y al final le tocó a él marcharse.
La emisión del ciclo comenzó diferente con la participante más polémica del reality y los integrantes de El Debate en el estudio. Allí continuaron analizando todo lo que sucedió después de su salida, hubo picantes cruces de la entrenadora personal con Ceferino Reato e incluso se sacaron chispas los participantes que fueron eliminados, encabezados por Catalina, quien pasó de amiga íntima y enemiga declarada, pero hacia el final de la gala terminó dándose un beso. ¿El primer paso de una reconciliación?
Pero la sorpresa de la noche la dio la eliminación de Martín, un concursante que desde el principio de la competencia había demostrado toda su capacidad de liderazgo como su habilidad para las estrategias en el juego. Tanto que fue el único que consiguió vencer en el voto telefónico a quienes, muchos creían, como la firme ganadora del programa y la jugadora más talentosa de su historia. Sin embargo, terminó cayendo a instancias de la final.
El primero en recibir las buenas noticias de Santiago del Moro, y que se unió a Emmanuel y Darío entre los que siguen más cerca del gran premio, fue Bautista que con solo 2.8% de los votos se perfila como un fuerte candidato a ganar la temporada. “Estoy muy contento. Quiero seguir. Estamos muy contentos. Me rompe el alma que se vaya uno de estos dos, pero es parte del juego. Muchas gracias a la gente y tengo muchas ganas de seguir”, aseguró, abrazado a sus amigos y aliados.
Unos minutos después, en medio de un clima de tensión, el conductor volvió a entrar al juego para revelar que el nuevo eliminado, en el mano a mano entre Martín y Nicolás, era El Chino. Con una expresión derrotada, a diferencia de su compañero que parecía sonreír, recibió el veredicto del público y terminó consólandose en los brazos de su amigo. “A la final, eh”, le dijo al oído, mientras se veía como el perro Arturo corría por la casa, preparado para salir junto a él.
(Noticia en desarrollo)