Sin lugar a dudas, esta puede ser una de las semanas más movidas de Gran Hermano, entre la eliminación de Lisandro y el abandono escandaloso de Agostina la noche del domingo a la inesperada y sorprendente gala del lunes, con los ingresos que modificaron la dinámica de la casa. Con picos de 24.8 de rating, uno de los más altos de esta edición, el público acompañó el arribo de siete participantes. Y no tardó en sentar posiciones.
En el marco de la modificación reglamentaria conocida como Golden Tickets, en primera instancia ingresaron Sabrina y Denisse, en lo que fue su regreso a la competencia. Luego, entraron otros cinco participantes en lo que fue su regreso a la casa. Se trata de Mauro D’Alessio, Paloma Méndez, Damián Moya, Florencia Regidor y Darío Martínez Corti, hasta hace una horas, perfectos desconocidos.
Con su espontaneidad y su historia de vida, Darío no tardó en convertirse en el favorito del fandom del reality. Es oriundo de La Plata, tiene cuatro hijos, trabaja en el rubro automotor desde hace dos décadas y su situación sentimental es cambiante. “Estoy casado hace 32 años. Vengo de una separación, pero hubo una reconciliación y acá estamos”, le explicó a Santiago del Moro antes de ingresar a la casa más famosa del mundo.
Como ocurrió con sus flamantes compañeros, el jugador brindó más detalles de su persona en el video de presentación que difundieron durante la gala. “Tengo dos nenas y dos varones. También tengo un nieto. No soy nivel chef pero te hago lo que quieras a nivel hogar”, explicó sobre su gusto culinario, algo que a la casa le viene bastante bien.
Además, reveló cuál es una de sus primeras estrategias al comenzar su juego. “La idea es que me incorporen inmediatamente al grupo, el minuto ahí vale oro”, sorprendió antes de ingresar. Y afortunadamente para él, eso fue lo que ocurrió, ya que de los nuevos, fue el más abrazado y celebrado por los hermanitos.
Al entrar y ver la cocina, dijo que ese lugar era suyo, a lo que Rosina contestó con un contundente “necesitábamos un padre en la casa”. Sin embargo, lo que sorprendió a todos tras su ingreso es que Virginia empezó a llorar. Nadie entendía muy bien la razón, hasta que los dos empezaron a hablar y revelaron los verdaderos motivos detrás de esta reacción.
Ambos oriundos de misma ciudad, se conocían desde antes de entrar al reality y esto fue lo que dijo Darío sobre su compañera. “Primero que es muy conocida en La Plata por el stand-up. La conozco a través de una amiga que tiene”, expresó el jugador, mientras todos los hermanitos estaban interesados en saber si existía una relación amorosa entre ambos. “Cuatro o cinco veces la habré visto en mi vida. De la vida personal de ella no sé nada. Le vendí un auto una vez sin saber que era de ella, después me enteré”, expresó.
A su turno, Virginia reveló que como ambos tienen una edad parecida (él tiene 57 y ella tiene 55), vivieron experiencias similares en la misma localidad. Además, reveló que su mamá fue maestra de Darío, un dato más para reforzar el vínculo.
Como ocurre en estos casos, los internautas lo adoptaron de inmediato y como ocurre en estos casos empezaron a buscar más información de su favorito. El vendedor tiene un pasado de actor en el cortometraje Memorias de un naufragio, de Fabricio Heider, pero su gran pasión parece ser el fútbol. Según se supo, tiene un pasado como futbolista profesional, es fanático de Boca Juniors e ingresó a la casa portando una foto de Diego Maradona.
Esto puede verse en sus redes, donde también se muestra como alguien familiero. Por caso, en ocasión de la muestre del astro, expresó su dolor con una sentida carta: “La dejó picando sin pausa, con vida propia, educada porque le enseño como nadie, respetuosa porque lo dejo muy claro Diego “la pelota no se mancha” y esa caló hondo en la redonda, artista porque fue el único que mostro arte y futbol , pasión y amor, dos palabras y dos sentimientos que todos esperamos sentir en nuestras vidas”. Para inmortalizarlo, una de las imágenes más icónicas de Pelusa, con la 10 de Boca en una noche embarrada.