Lucas Spadafora es uno de los influencers más destacados de la actualidad. El joven de 23 años tiene millones de seguidores en las diversas plataformas digitales, y acompaña esa explosión poniendo el cuerpo tanto en el teatro como en el streaming.
Durante los últimos meses cobró más popularidad por su trabajo en Patria y Familia, uno de los programas más exitosos de Luzu TV, donde trabaja junto a Anita Espósito, Fede Popgold, Guido Süller y Cami Mayan. Pero, más allá de eso, el artista prepara su unipersonal y también brilla en calle Corrientes donde protagoniza el musical Waterloo: Summer Night City, una propuesta que trasciende y conecta generaciones a través de un recorrido por los inolvidables hits de la banda sueca, ABBA.
La obra trascurre en los años 80 donde un grupo de jóvenes tienen diferentes historias atravesadas por el amor y la amistad cuando deciden aprovechar las últimas noches de verano. Además de Lucas, el elenco está compuesto por Carolina Domenech, Bruno Coccia, Cristian Zeballos, Aitana Salvia y Naza Marozzi, entre otros.
Un poco a las corridas por tantos trabajos, pero con muchas ganas de hablar de su carrera, el actor recibió a Teleshow para profundizar sobre este nuevo proyecto, su historia de vida que lo trajo hasta acá y por qué se siente tan identificado con su personaje. “Cada una de mis facetas artísticas siento que las disfruto mucho y que son parte de mi esencia y mi identidad”, adelantó.
—Hablemos de tu personaje en la obra ¿cómo te preparaste?
—Estoy muy contento con mi personaje porque es muy cercano a mí. Es un chico que viene del campo y que llega a Waterloo (que es este lugar donde va a encontrar su identidad para ser realmente lo que quiera ser). Él se escapa del campo para vivir esta nueva vida en este boliche y se va descubriendo porque admira muchísimo al personaje de la drag queen del lugar. Creo que el papel que interpreto es el más disruptivo de la obra.
—¿Cómo reaccionaste cuando te llegó la convocatoria?
—Siempre que piensan en mí para un personaje es un placer. Cuando me llamaron al principio me dio un poco de cosa porque es la primera vez que tengo un protagónico en un musical, he estado en otros pero más de ensamble. Entonces era la primera vez donde podía superar este miedo porque la verdad no sabía si estaba preparado, si era el momento, así que feliz que hayan confiado en mí y también contento de que es algo distinto a lo que la gente me suele ver haciendo, que es el humor absurdo en mis redes sociales. Siento que es una linda oportunidad para mostrar otra faceta mía donde la gente puede verme cantar, bailar y actuar en lo que es el teatro más comercial.
—Y en calle Corrientes también con todo el despliegue que significa.
—Sí, tal cual y poder laburar con un equipo tan grande porque por ejemplo para mi espectáculo estoy siempre acostumbrado a estar solo. Acá hay un gran equipo: desde vestuario, luces, sonido, la producción, todos haciendo su trabajo enorme para que esto sea posible. Es hermoso.
—¿Cómo haces para organizarte el día a día? Estás en Luzu TV en Patria y Familia, también estuviste con los ensayos, tenés tus redes, recién me hablabas de tu unipersonal…
—Estas últimas semanas fueron un caos. Me cuesta mucho organizarme. Estuve con poco tiempo, ensayando por la mañana mi unipersonal. Después me voy a Patria y Familia, estuve dos meses con los ensayos para este musical. Estoy intentando coordinar bien sobre todo con las comidas y dormir el tiempito que puedo. En esta carrera es así, a veces son semanas súper intensas de mucho laburo y después capaz por un tiempo no hacés nada, así que los momentos que que estoy a full trato de darlo todo y de agradecer que hay trabajo.
—¿Te imaginabas este presente profesional?
—La verdad que no (piensa). De chico ni en pedo, porque nunca lo tuve como proyecto, yo sentía que no era capaz de ser artista, tampoco me estaba formando para eso y tenía una bajada de línea, la que tenemos la mayoría, creo, de que es mucho más difícil vivir acá en Argentina dedicándote a esto. Entonces no, no me lo imaginaba. Pero por lo que viví los últimos años te diría que sí. Una vez que empecé en las redes comencé a imaginarme con esta vida y espero cada día poder hacer más. Siempre van saliendo proyectos nuevos donde voy descubriendo qué es lo que me gusta hacer.
—Recién me decías que sentías identificado tu personaje con tu historia y ahora me hablabas de que cuando eras chico no te imaginabas este futuro o no lo veías viable ¿Qué es lo que encontrás parecido de tu papel en la obra con tu pasado?
—Me siento identificado con el personaje porque yo también soy de de provincia de Buenos Aires, de Bella Vista y de chico viví otra realidad totalmente distinta, tratando de pertenecer. Hasta los 17 años tuve novia, había empezado a estudiar medicina. Entonces, mi realidad era totalmente distinta y todo por bajadas de la sociedad y lo que nos imponen ya nuestros padres. Cuando empecé a hacer videos siento que fui encontrando mi identidad, salí del armario, descubrí que era lo que me gustaba y al personaje más o menos le pasa lo mismo.
—¿Cómo fue tu familia en ese sentido. ¿Tus seres queridos te apoyaron, te acompañaron?
—Mis padres siempre me apoyaron. Obviamente fui muy disruptivo en la familia, ya que fue todo de un día para el otro, pero siempre me apoyaron. Con los videos me dijeron que le diera para adelante, me compraron las luces y siempre fueron parte de de mi carrera, me llevaron a las radios, a todo lados.
—A veces es uno mismo el que se pone ciertas barreras. ¿Vos sentís que tenías por ahí esos prejuicios con vos mismo o no?
—Yo creo que los prejuicios que uno tiene son por lo que uno aprendió. En mi caso no fueron prejuicios directos porque nadie vino a decirme “che, no seas gay” o algo así, pero sin embargo era lo que había aprendido, de que eso estaba mal o de que si me dedicaba a la vida artística iba a ser mucho más complicado. No era una bajada directa, pero era de lo que en su momento se hablaba. Mismo con las redes, yo cuando empecé con ese mundo no era la realidad que es ahora que todo el mundo sube videos. Las marcas no apuntaban a las redes sociales y los que hacíamos videos éramos vistos como raritos. Yo estaba transitando la secundaria y hubo burla y mucha preocupación por el qué dirán.
—¿Cómo tomaste el crecimiento exponencial que tuviste en redes donde aparecieron muchos fans y muchos seguidores, pero también alguna crítica?
—En un principio fue algo con lo que batallé porque no es que los fans y los seguidores llegaron desde un principio, entonces yo estuve todo un año donde no me veía nadie y creo que eso fue lo más difícil, lo de seguir y no frenar. Más allá de que en el colegio, obviamente, había comentarios y se hablaba de lo que yo hacía más con la impronta mía que es tan absurda y un humor tan histriónico poniéndome peluca, vistiéndome de mujer. Todo eso que que a mis compañeros de rugby les iba a llamar la atención
—¿Hacías rugby? ¿Te gustaba?
—No, para nada. Fueron unos meses y lo hice para pertenecer. No porque no me guste el deporte, pero claramente odiaba cada momento que tenía que ir a rugby. Pero sí hacía estas cosas para tener un grupo social. Volviendo a la pregunta, por suerte siempre tuve mucha personalidad y nunca dejé que nadie me pase por encima o me boludeen en el colegio. Pero sí era un tema de charla, de miradas y de comentarios por lo bajo que yo me daba cuenta. Por suerte no sufrí bullying, siempre miré para adelante y me enfoqué en el camino apuntando a lo que yo quería y sin quedarme en el hate.
—Ahora que estás en un presente que te gusta a nivel profesional, que ya hiciste un montón de cosas, desde streaming, ahora teatro, hiciste tele, estuviste en el Cantando como participante, tenés tu unipersonal y trabajás con las redes. De todas estas facetas que fuiste descubriendo durante tu carrera, ¿cuál elegirías si tuvieras que quedarte con una?
—Uy, es difícil porque siento que soy una persona que todos los días me voy descubriendo y voy eligiendo cosas nuevas. O sea, hace dos años jamás me hubiese imaginado como drag y hoy en día lo hago. Tampoco me hubiera imaginado en el teatro musical y acá estoy en esta obra. Igualmente si me tengo que enfocar solo en algo es en el teatro. Es donde donde más feliz me siento, donde más me gusta conectar con la gente. Pero cada una de mis facetas siento que las disfruto mucho y son parte de mi esencia y mi identidad.