Juana Repetto y su familia emprendieron un viaje hacia la costa argentina con el propósito de disfrutar de las vacaciones antes de continuar con las obligaciones laborales. La influencer, fiel a su estilo, utilizó las historias de Instagram para compartir un video expresando su descontento por un hecho en el que se vio involucrada. Sin embargo, sus comentarios generaron críticas inmediatas.
En la grabación, Juana relató la experiencia: “Nosotros estamos alquilando carpa desde ayer porque hay mucho viento. Compramos la comida en la rotisería, traemos agüita para los chicos. El parador es muy lindo, los chicos tienen ahí mismo un lugar para jugar y demás. Nosotros nos trajimos el agua, y ayer, que estuvimos todo el día, le pedimos al chico, ya que hay servicio acá en las carpas, hielo, una frapera con hielo porque nuestras bebidas estaban calientes porque no teníamos heladera”. Comenzó relatando los pormenores de lo ocurrido.
Así fue cuando, luego de recibir hielo por primera vez, continuaron con ese accionar, en tanto que la situación se prolongó durante todo el día: “Nos dice ‘dale, dale, no te puedo traer frapera pero te traigo un vaso’. Nos trajo un vaso que duró un pedo y entonces cuando se vuelve, le pedí que cuando volviera nos trajera otro vaso. Y así desde las once de la mañana hasta las ocho de la noche. Cuando nos estábamos yendo, nos traen la cuenta de algunas cosas que pedimos para picar y veo que eran mil pesos en vasos de hielo, te cobraban 200 pesos por un vaso así con un hielo y medio”.
Tras la experiencia, llegaría el tiempo de interpelar a sus casi dos millones de seguidores en Instagram: “Digo, ‘todo bien, te lo pago, de hecho le pedimos pagarle la frapera, pero quiero saber qué opinan”. Además, en un texto que acompañaba al video ahonda en algunos de los detalles; ¿Qué opinión les merece esta situación? vale aclarar que pedimos bebidas en el lugar además de un tostado y no sé qué más. ¿Da o es cualquiera?”, fue la consulta.
Fue allí que comenzaron, a través de mensajes privados, los seguidores intentando poner una luz en el hecho y uno de esos mensajes fue compartido por la propia Juana en la que aclaró: “Con la bebida le pedí hielo porque hace un calor de cagarse y se calienta”, y también se refirió a otro punto cuestionado, que era si tuvo todo el día al mozo yendo y viniendo con vasos de hielo: “En el momento en que te trae la bebida era, no tiene que ir especialmente, ¿se entiende? Yo nunca lo viví”.
“¿O sea, se entiende el contexto? Si vos te pedís un daiquiri que es frozen, que se hace con hielo, ¿qué hacen? Te lo cobran en el precio del trago o no te lo están cobrando, pero si vos te comprás una gaseosa y pedís un hielo, ¿te cobran el hielo?”, se preguntó, para luego ir nuevamente a la carga con ese tema y disparar: “Voy a decir por última vez que cada vez que pedimos hielo fue con bebidas, no fue que nosotros le pedíamos hielo al chico para bebidas que habíamos traído de nuestra casa. Nosotros nos traemos el agua, el morfi, y aparte consumimos más morfi también, porque estamos todo el día en la playa. Almorzamos acá, tomamos el té acá, y todas las veces que pedimos hielo fue para las bebidas, nunca pedí hielo suelto”.
El debate, entonces, no se centró en el precio en sí, sino si se tornó normal el que cada vez que alguien se pida una bebida y hielo para acompañarla, se deba facturar en forma separada: “No me quejé ni dije que era un horror, sólo dije que me sorprendida porque nunca lo había visto”.
La reacción en las redes sociales no se hizo esperar, con los usuarios criticando fuertemente a Juana. Las respuestas variaron desde calificarla como tacaña hasta cuestionar su actitud y compasión hacia el empleado del parador. La polémica se centró en el debate sobre si el costo del hielo era justificado, considerando el servicio brindado durante todo el día.