Según un informe de Gestión Consultores, sólo cuatro sectores tuvieron un ajuste salarial superior al 100% en el primer semestre del año en el sector formal. Se trata puntualmente de las ramas de logística y transporte 109%, tecnología 106%, servicios de salud 103% y servicios financieros 101 por ciento.
El resto de las actividades tuvieron ajustes menores. La construcción, 78% y la agroindustria, 81%, aparecen entre los rubros de menor incremento salarial en la primera mitad de 2024.
Asimismo, se puede identificar fácilmente una diferencia en el nivel de ajuste según el tamaño de la empresa. Las compañías de gran tamaño, con más de 1.000 empleados, otorgaron en promedio subas del 105%, mientras que el resto no logró llegar a 100%. Las únicas que se aproximaron fueron las pymes de menos de 10 trabajadores, con 92% de ajuste promedio en el primer semestre.
Ahora bien, ¿a qué se deben las diferencias? Paula Pía Ariet, economista y directora de Gestión Consultores, explicó que lo más importante, más allá del tamaño de la empresa, es en qué sector se desempeña cada compañía.
“Hay empresas muy grandes en actividades a las que le está yendo bien y a algunas más chicas también. Tecnología y minería son los dos que están marcando la diferencia”, comentó.
“Por otro lado, se debe tener en cuenta que las grandes empresas son las que menos ajustaron salarios en el 2023. Ahora están recuperando parte de lo perdido el año pasado”, agregó Ariet.
Clima de incertidumbre
Hay mucha incertidumbre en torno a la variación de los salarios del sector formal para la segunda mitad del año, los expertos del mercado laboral lo manifiestan siendo cautos en sus proyecciones.
“Mi sensación es que el Gobierno va a tratar de que toda la discusión salarial se empiece a dar contra la inflación futura y no pasada. En ese marco, la recuperación va a estar atada a los sectores. Algunos no perdieron en el primer semestre y seguramente van a poder recuperarse más rápido de cara al futuro, como es el caso de energía, el sector TICs y la minería. El resto, en general, se va a limitar a no perder más contra la inflación, por lo que la recuperación puede ser muy lenta”, opinó el economista y socio fundador de la consultora Abeceb, Dante Sica.
Algunos no perdieron en el primer semestre y seguramente van a poder recuperarse más rápido de cara al futuro, como es el caso de energía, el sector TICs y la minería (Sica)
“El nivel de recuperación va a estar dado por la situación sectorial. Hace rato que se trata de entablar la discusión por el lado de la productividad, pero lo cierto es que cuando estás en proceso inflacionario, discutir por productividad pierde sentido. No sabés cuánto es IPC y cuánto productividad”, agregó el ex ministro de Producción y Trabajo de la Nación.
El economista Jorge Colina, de la consultora Idesa dijo a Infobae “si la inflación se sostiene en un dígito mensual, los salarios se van a seguir ajustando respecto a la inflación pasada y lograrán una recomposición, aunque no demasiado importante”.
“La desaceleración de los precios es la condición fundamental para que los salarios no sigan perdiendo poder adquisitivo. Es la inflación la que mata a los salarios reales”, subrayó Colina
José Vargas, director de la consultora Evaluecon, cree que “Para el segundo semestre se puede esperar que, por lo menos tres meses haya una leve recuperación del poder de compra de los salarios, teniendo en cuenta que la inflación va a venir desacelerando. Después dependerá mucho de cómo se siga dando la estructura macro de la economía nacional”.
A nivel macro, aseguró Vargas, se necesitan varios cambios para que haya estabilidad y la economía empiece a crecer: “Por un lado, se requiere que el sector agroexportador liquide divisas de manera considerable para que puedan mejorar las reservas del Banco Central y que Argentina pueda refinanciar los vencimientos que tiene a partir del mes de junio. También se necesita más confianza y credibilidad desde el punto de vista político, teniendo en cuenta lo que tiene que ver con la Ley Bases, la relación del Gobierno nacional con las provincias por el envío de fondos. Además, es fundamental que haya una menor presión tributaria y que lleguen las inversiones que tanto necesita el Gobierno”.
La desaceleración de los precios es la condición fundamental para que los salarios no sigan perdiendo poder adquisitivo. Es la inflación la que mata a los salarios reales (Colina)
Por su parte, Paula Pía Ariet, consideró que los salarios pueden continuar en el segundo semestre con la misma tendencia que mostraron en el primero. “Si analizamos el período enero-mayo, encontramos que los salarios le han ganado por poco al avance de precios registrado durante ese período. Seguramente se mantendrá la misma tendencia. De todas formas, se han recuperado sólo 6 puntos, cuando en todo 2023 la inflación superó por 40 puntos a los ingresos”.
Ariet anticipó además que, con la desaceleración de la inflación, se extenderán los períodos de negociación. “Más del 75% de los sectores venían negociando ajustes mensuales o bimestrales. Ahora los plazos serán más largos y las negociaciones seguramente pasarán a ser trimestrales o cuatrimestrales”, sostuvo la especialista.
Los analistas consultados por Infobae coincidieron en que la energía, la minería, el sector financiero y el sector tecnológico serán los sectores que mayores ajustes dispondrán en el segundo semestre del año. “Son los que están pasando un momento relativamente bueno”, aclararon.
De todas formas, aún dentro de los propios sectores puede haber diferencias de ajustes dependiendo de la región geográfica. S
Según Dante Sica, la recuperación salarial será muy heterogénea a lo largo y ancho del país. “En Catamarca y Salta, por ejemplo, los salarios vienen creciendo en términos reales de la mano de la minería. No ocurre lo mismo en otras regiones con peor desempeño de la actividad económica”, alertó.
Desencuentro laboral
Destacó Sica que el mercado laboral argentino se caracteriza hoy por tener mucha movilidad y pocos talentos. Ese escenario, aseguró, incidirá de forma directa en los ajustes salariales de los próximos meses.
“El 80% de las empresas afirman que tienen problemas a la hora de contratar personal por falta de habilidades, ya sean duras o blandas. Por eso, los salarios tienden a ser más altos cuando se trata de retener talentos”, explicó.
“El año pasado fue crítico, porque con una brecha del 50% convenía trabajar para afuera. Las empresas locales estaban perdiendo los talentos y no podían retenerlos. Ahora, con mayor estabilidad, con la idea de ir a la liberación del cepo y la brecha más pequeña, el problema aflojó bastante. Aun así, la demanda y la oferta laboral están desencontradas”, afirmó Dante Sica.