Durante los últimos meses el foco del mercado financiero estuvo puesto en la aprobación de la Ley Bases, no tanto por su impacto en la economía sino porque se lo consideró un test político para el gobierno de Javier Milei. El día después de la esperada sanción del Congreso no hubo bienvenida, con precios en baja y presión sobre el dólar. Tras ello, el mensaje del ministro de Economía Luis Caputo y el presidente del BCRA Santiago Bausili en la conferencia de prensa del viernes, centrado en lo monetario, no apuntó a ninguna de las preocupaciones inmediatas de los inversores, por lo que la apertura de mañana arrancará con las mismas incertidumbres.
El analista financiero Christian Buteler lo resumió tras la conferencia de prensa: “Además del traslado de deuda del BCRA al Tesoro de la conferencia de hoy: no hay fecha estimada para la salida del cepo, no se sabe si habrá dólares del FMI, no está decidido cuándo se baja el impuesto PAIS (para las importaciones, se mantiene el crawling-peg al 2% y sigue el dólar blend”.
“No sé cómo tomará el mercado esta noticia, pero me alegro no tener acciones de bancos en mi portafolio este fin de semana. El BCRA pagaba o paga los intereses que generaban los pasivos remunerados con emisión, y así terminamos, el Tesoro los debería pagar con superávit primario. No alcanza. De los últimos 64 años solo en 6 años hubo superávit fiscal. Los depósitos bancarios ahora estarán respaldados por ese deudor”, explicó.
Luego de un mes de junio con balance negativo para la intervención del BCRA en el mercado, muchos esperaban alguna definición en el plano cambiario en el marco del relanzamiento del plan económico. La única señal fue la reafirmación del esquema. Tampoco hubo precisiones acerca de cómo se llegará a una tasa de interés positiva en términos reales, algo ya anunciado por el equipo económico pero que aún está lejos de ocurrir.
“La duda de los mercados pasa por el aumento de la presión cambiaria, con un BCRA que no está acumulando reservas y una inflación que sigue bastante por arriba del 2% mensual del tipo de cambio. Esa es la gran duda que no se ha respondido”, explicó el economista Lorenzo Sigaut Gravina.
Para el director de Equilibra, “la pregunta del millón” es qué efecto tendrá pasar la deuda del balance del Banco Central al Tesoro. Aún cuando quede en manos del sector público, hay diferencias entre un caso y el otro. Y a pesar del indudable compromiso fiscal del Gobierno, “la mochila de la deuda pública se hará más pesada, lo que exige obviamente mucha mayor disciplina fiscal en el futuro”.
Para anticipar el humor de los mercados para el lunes, Sigaut Gravina estima que “el que tenía miedo por el frente cambiario puede reaccionar mal porque el gobierno no hace más que decir que lo que está haciendo está perfecto, que no hay un problema de tipo cambio real, que no creen que esté apreciado. El tema de la brecha fue ninguneado, y hasta dijeron que era una cuestión de que se adelantó el invierno. El que estaba preocupado por ese lado, va a seguir preocupado”, explicó. No espera que el mensaje del viernes cambie las expectativas en forma significativa pero tampoco descarta que ante la ratificación del rumbo “algunos inversores se pueden asustar”.
Al mismo tiempo que algunos ven falta de definiciones, las mismas voces del mercado vieron con buenos ojos que el Gobierno sostenga su vocación de disciplina fiscal en la búsqueda de recuperar la credibilidad perdida. E incluso que el país vuelva a tener “un Banco Central normal”, como dijo Caputo en la conferencia del viernes.
“Es positivo que desde el Gobierno llegue un mensaje de normalización, donde los bancos no colocan los pesos en el BCRA sino en el crédito”, explicó el analista Javier Casabal, de AdCap.
Para el lunes, el analista augura las mismas tensiones de las últimas semanas. “No creo que el anuncio tenga demasiado impacto sobre el dólar paralelo. Imagino que el mercado va a seguir incómodo por la venta de dólares. Y los inversores de carry trade, no animándose a entrar, por el mismo motivo. Desde los niveles de octubre (cerca de $3000 a precios de hoy) el dólar bajó demasiado rápido”, dijo.
Para Casabal, el mensaje de la conferencia de prensa reafirmó la idea de que el objetivo sigue siendo bajar la inflación dado que la popularidad de Milei está atada a ello y allí no se puede fallar: “La inestabilidad cambiaria está más relacionada con la inestabilidad política -por ejemplo, si la Ley Bases no se hubiese aprobado en el Congreso- que con las cuestiones de corto plazo, si el BCRA compra o vende dólares en el mercado, etc.”
La incertidumbre acerca de cómo y cuándo llegará la “tercera etapa” del plan en que se eliminará el cepo se suma a la inquietud por “la decisión de sostener más tiempo del recomendable el crawling peg al 2% mensual” según calificó la consultora EcoGo, de Marina Dal Poggetto a la persistencia de una medida que esta semana dejó la brecha cambiaria cerca del 50%.
De hecho, la conversión de pasivos remunerados en deuda del Tesoro ya había comenzado hace rato. La novedad está en la aparición de un nuevo instrumento, la Letra de Regulación Monetaria, que será administrada por el BCRA, al igual que las Leliq, pero a diferencia de éstas no serán una carga en su balance.
Bausili adelantó que paulatinamente comenzarían las regulaciones de su instrumentación. En el mercado, no obstante, el mecanismo deja en claro que los bancos quedarán aún más expuestos al riesgo del sector público. Y aparece una pregunta inquietante: ¿los bancos estarán de acuerdo en flexibilizar las normas que ponen límites a esa exposición?
Un informe de Econviews destaca que aún hay que establecer el mecanismo por el cual la liquidez excedente de los bancos, de difícil colocación en créditos, pasará a estar en bonos del Tesoro. “No está claro que el Tesoro tenga fondos para repagar las Letras a menos que recurra a los depósitos que tiene en el Banco Central (lo que sería emisión monetaria). O sea, si los bancos necesitan liquidez para prestarle al sector privado pueden pasar dos cosas. O el Tesoro aumenta la tasa de interés o recurre al Banco Central para obtener liquidez”.