La industria automotriz argentina está en condiciones de fabricar un millón de autos por año. Sin embargo, superar las 600.000 unidades sólo es posible contemplando las exportaciones de la mitad de las plantas argentinas. En 2023, el consumo interno de autos pisó las 450.000 unidades, lo que significó una mejora respecto a 2022, cuando habían sido 407.000.
Sin embargo, la crisis económica agravada por la devaluación del peso que se produjo a pocos días de la asunción del gobierno de La Libertad Avanza, hizo que las previsiones más optimistas de los distintos actores de la industria estimen un techo de 380.000 autos y un piso que podría bajar de los 320.000. Todo depende de la cosecha, la inflación y la recuperación del poder adquisitivo de los argentinos en los próximos meses.
Entre 2017 y 2020, el mercado cayó de algo más de 900.000 unidades anuales a 342.000 en el año de la pandemia. Sin embargo, esa caída no había sido abrupta sino gradual, porque en 2018 fueron 800.000 y en 2019 casi la mitad, 460.000 autos nuevos.
“Definitivamente somos una industria que está preparada para tener un perfil exportador, sino no tiene sentido tener 9 fábricas de autos en el país con un mercado que compra un promedio de 500.000 unidades anuales”, dijo hace pocos días Martín Galdeano, Presidente de Ford Argentina y Ford Sudamérica a Infobae.
El otro CEO de mayor peso en la industria de la región es Gustavo Salinas, máximo referente de Toyota Argentina, la marca que más autos vende en Argentina, quién hace algunas semanas también coincidió con esa visión al decir que “lo que no haya que perder es la perspectiva de saber que tenemos una industria constructiva que genera valor al país, esto es que genera producción y empleo y que debe ser abierta al mundo para poder exportar nuestros productos a otros países. Ninguna industria automotriz puede vivir solamente del mercado doméstico”.
Sin embargo, no son sólo la crisis económica y la matriz impositiva que tienen los autos hoy en Argentina los condicionantes de un mayor movimiento de compra. La financiación es el otro gran problema que tanto fabricantes como vendedores tienen como limitantes.
Las cifras lo confirman. El informe que mensualmente emite ACARA (Asociación de Concesionarios de Automotores), dice que en febrero se cayeron un 18,6% las ventas con financiación en comparación con el mismo mes de 2023, al mantener la tendencia a la baja de enero, que había sido mayor aún, del 36,3% interanual. Esto implica que en lo que va del año, el retroceso fuera del 29,4% en relación a los dos primeros meses del año anterior.
A causa de esta situación, y en vistas de un escenario de mayor caída hipotética para marzo, en la segunda quincena de este mes, sincronizadamente, varias marcas salieron a captar el mercado ofreciendo una financiación a tasa 0% para determinados porcentajes del capital de algunos modelos.
En cuanto a la financiación de vehículos usados, el mes pasado se inscribieron 5.627 prendas, lo que representa una baja del 8,7% respecto de enero. Además, esa cifra es 23% menor que las 7.306 que se habían registrado en febrero de 2023.
“La plata está muy cara. Están bajando las tasas porque el dólar está quieto y eso ayuda. Por ese motivo aparecieron por algunas semanas este tipo de ofertas, pero de todos modos, la financiación en este país es un objetivo que debemos alcanzar lo antes posible. Si la economía se acomoda, es algo que naturalmente tiene que suceder. En los países más desarrollados, el plan de ahorro no existe. Las personas compran su auto pagando una parte en efectivo y el resto con financiación de las marcas o de su propio banco”, explicó el gerente de una concesionaria oficial en GBA.
“En Estados Unidos o Europa, se pelean por prestar dinero y la gente se fija en los decimales de la tasa que ofrece un banco u otro, y se terminan decidiendo por un crédito del 4,5% en lugar de uno al 5,2%, que para ellos es mucha diferencia. Eso es algo que acá no existe. Te comprás un auto con financiación de cuotas fijas, pero lo que es fijo es la proporción de la cuota, no el valor del auto. Si sacás un plan a 84 cuotas, cada cuota es el valor del auto dividido 84, más los gastos. Pero como el auto aumenta, las cuotas aumentan también. El leasing no es una opción. Comprás un vehículo en 36 millones de pesos y lo terminas pagando casi 70. Hasta que no mejore la financiación, que depende de la economía en general, no habrá un mercado de compras con financiación que supere el 11% actual”, concluyó.