Como todo inicio, la asunción de Javier Milei generó mucha incertidumbre, pero también llegó con algunas certezas. Una era que el Gobierno liberaría los precios de los combustibles, cosa que hizo a poco de iniciada su gestión. Desde entonces, las petroleras persiguen el objetivo de igualarse con los precios internacionales, acortando la brecha mes a mes.
Y, ciertamente, lo vienen logrando. Según informó YPF en su reporte financiero trimestral, los precios promedio netos de combustibles en el mercado local medidos en dólares aumentaron 11% en el último año, como resultado de una política activa de precios implementada por la compañía (y sus competidoras) desde fines del 2023, que logró reducir la brecha de precios locales con los de “paridad de importación” del 20% en el cuarto trimestre del 2023 al 7% en el primer trimestre del 2024.
De ahí se pueden sacar dos conclusiones. Una es que el valor de los combustibles en boca de expendio subió en dólares y la otra es que aún queda un trecho pendiente.
En este escenario, es claro que los combustibles sigan aumentando. Restan un 7% para lograr “paridad de importación” y siguen pendientes una serie de subas del Impuesto a los combustibles líquidos (ICL).
En mayo debía aplicarse un incremento del impuesto de monto fijo de $70 desde $132 por litro a $202, es decir, un salto del 53% correspondiente al IPC acumulado en el último trimestre de 2023. Sin embargo, el Gobierno decidió postergar la suba hasta el mes de junio. Ahora, el Estado nacional no descarta diferir nuevamente la suba.
En julio está previsto otro incremento, que también se encuentra en revisión. Sucede que la actualización del tributo es trasladada a la nafta y el gasoil en surtidores -de YPF, Shell, Axion y Puma Energy– con efectos de primera y segunda ronda en la inflación.
Los aumentos de precios
Para entender mejor por qué se acortó 13 puntos porcentuales la brecha con la paridad de importación, es necesario repasar cómo se comportaron los precios en los últimos meses. Para tener una referencia, en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), la nafta súper tenía un valor de $311 en noviembre y hoy se vende a $870, lo que significa que subió 179,7% en los últimos seis meses. La nafta premium, por su parte, saltó de $395 a $1.074 (171,8% de suba).
El gasoil no se queda atrás. La versión común pasó de $329 en noviembre, antes de la devaluación, a $918 en la actualidad, con lo que alcanzó un incremento del 179% en ese período. En tanto, el gasoil premium avanzó de $444 a $1.167 en el período analizado, por lo que en ese caso la suba fue del 162,8%.
Aún no es posible comparar esos incremento con el avance de la inflación, dado que todavía no se publica el IPC de abril ni ha terminado el mes de mayo, pero las empresas petroleras han buscado ir compensando los retrasos de precios generados por el avance inflacionario.
Menos ventas
Según informó YPF en su reporte trimestral, los volúmenes de venta local de combustibles cayeron 11% en los últimos tres meses, como resultado de un descenso de 14% y 7% en la demanda de gasoil y nafta, en comparación con los últimos tres meses de 2023, debido a la contracción en la demanda minorista y menor volumen estacional de gasoil.
En términos interanuales, la venta local de combustibles de YPF bajó un 2%, especialmente por caída del 4% de la demanda de gasoil, la cual fue afectada por menor actividad industrial y agrícola. No obstante, la compañía ganó participación del mercado de combustibles locales, alcanzando casi el 60%, considerando que la contracción del mercado argentino de combustibles fue aún mayor (-6%).