El Banco Central ratificó la suba de 2% mensual del dólar oficial, a pesar del inusual movimiento de hoy

Cuentan billetes de 100
12/10/2010
REUTERS/Sukree Sukplang
Cuentan billetes de 100
12/10/2010
REUTERS/Sukree Sukplang

Una suerte de “ajuste técnico” implementado hoy por el Banco Central en el mercado de cambios oficial por el cual el dólar oficial avanzó por encima de la tasa establecida de 2% mensual y se acercó, en términos mensualizados, a casi 4%, disparó muchas especulaciones y también la incertidumbre del mercado. Tal como viene señalando un nutrido coro de especialistas, algunos creyeron ver en ese inusual movimiento diario la decisión de la autoridad monetaria de abandonar tan bajo ritmo de devaluación que fuera motivo de advertencia durante el fin de semana del propio ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, cuya palabra es cada vez más escuchada no sólo en el mercado sino también en el Gobierno.

Otros, en cambio, advirtieron que el movimiento de apenas un día era un dato completamente insuficiente para anticipar un crawling peg más acelerado y que asegurar que finalmente la preocupación por el atraso cambiario era atendida por el equipo económico era una conclusión apresurada. Un tercer grupo de analistas, en tanto, menos nutrido, buscó una explicación técnica de lo sucedido, lo que fue finalmente la explicación que surgió por la tarde desde el BCRA.

En ese sentido, fuentes del Banco Central ratificaron que, a pesar de la infrecuente suba de hoy, se mantendrá el nivel de avance del dólar anunciado. En el equipo económico consideran que sumar incertidumbre al mercado cambiario, “sorprendiendo” a los operadores con subas imprevistas es la receta menos recomendable de todos si el objetivo es utilizar la estabilidad del dólar como ancla antiinflacionaria complementaria del ancla fiscal.

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Según la explicación técnica de algunos operadores, el movimiento de un sólo día no alcanza para prever el avance del mes dado que el Siopel, el sistema de operación de los bancos, limitó a un mínimo de 50 centavos los movimientos del dólar recientemente. Eso hace que el ritmo de crawling peg necesite saltar algunos días y frenarse otros para mantener el rumbo del 2% de avance mensual.

“Vamos a explicar esto -aportó el trader Alejandro Bour en la red social X, en línea con la explicación oficial respecto del tecnicismo- Ayer, el mercado (dólar) valía $844-$844.50, hoy $845-845.50. Subió $1 el crawl, cuando venía corriendo $0.50 las últimas 4 ruedas. Algún desprevenido puede decir ¡oh, subió el crawl! Pero no necesariamente. Desde marzo el incremento mínimo de precio en el mercado de cambios es $0.50. Con lo cual si uno quisiera correr el tipo de cambio a 2%, $0.60 diario promedio, 1 cada 5 ruedas debería subir 1 peso y las otras 4 ruedas 0.50″.

En cualquier caso, el movimiento disparó todo tipo de conjeturas y alimentó las voces que insisten en la necesidad de una aceleración del ritmo de devaluación, dado el alto nivel de inflación acumulada. Pero es ése, precisamente, el motivo por el cual en el Gobierno se resiten a implementar retoques. El dólar relativamente quieto y, sobre todo, previsible, es una herramienta fundamental para la creación de expectativas inflacionarias y también la suba de costos de las empresas.

El mercado, además, para aceptar esta pauta. De hecho, tras una suba de 5% en los contratos de dólar futuro el viernes pasado, tras el discurso presidencial en la apertura de sesiones del Congreso, el dólar en todas sus variantes, particularmente el dólar futuro, retrocedió. El buen clima financiero impactó en la brecha cambiaria, que volvió a niveles mínimos de los últimos cuatro años y un salto discreto del tipo de cambio oficial parece una proyección, por el momento, alejada de la realidad, al menos en el corto plazo.

Con todo, la pregunta que flota en el mercado es si la erosión a la competitividad que ganó el tipo de cambio con la devaluación de diciembre no será un motivo para frenar las liquidaciones de la cosecha gruesa que comienzan durante el segundo trimestre y que explican el mayor ingreso de divisas al Banco Central, estacionalmente, todos los años.