Un partido clave en un clima extraordinario

Di Cesare.Thiago Almada, y Julián Alvarez
Di Cesare.Thiago Almada, y Julián Alvarez (Nir Elias/)

La selección argentina llega hasta esta instancia con dudas y certezas. Todavía el equipo tiene más jugadores que armonía, más nombres que rendimiento. Lo cierto es que tiene herramientas como para sacar adelante cualquier partido, contra cualquier otro equipo. Francia no es un cuco, ni a palos. Obviamente es un partido bisagra. Los cuartos de final en un juego olímpico para cualquier deporte conjunto es algo demasiado crucial porque así como después se puede terminar en cuarto lugar, también abre la puerta a tener la expectativa de jugar dos veces por medalla.

Creo que todavía no hay una definición de estilo y no creo que la vaya a haber tampoco. Me llamó la atención cómo jugó, sobre todo cuando llegó un momento en el que daba lo mismo ganar 2 a 0 ó 2 a 1 y no daba lo mismo ganar 3 a 0 ó 4 a 0 para tener la clasificación y evitar el choque con Francia tan temprano. Aunque aún así, el enfrentamiento de hoy evitó a España. Estoy convencido que la selección de España es mejor equipo que Francia. Eventualmente, si toca ganar, te sacaste España encima y el cruce de semifinales sería muy bueno.

Me parece que como todos estos torneos fueron descubriendo cosas: la influencia de Simeone, jugando en determinada manera en el sector de la cancha. El problema de dónde poner a Zenón y cuánto dominio darle. Cómo resolver el tema de Gondou, que obviamente puede no tener las condiciones ideales para un equipo con la armonía que busca Mascherano, pero su aporte de gol es incuestionable. A la vez dónde lo ubica a Julián Álvarez. Creo que el entrenador va a tender a buscar una solución pragmática, como el ingreso de Simeone por Beltrán, aunque el hijo del Cholo haya jugado en otro rol en el partido anterior.

¿Cómo jugará la localía y la rivalidad con Francia? Seguramente habrá un clima intenso. Pero después de lo del rugby, no ha habido manifestaciones específicas muy densas. El escándalo del partido con Marruecos fue una obviedad, pero fueron los marroquíes mayormente. No advierto en ningún lugar un clima adverso. No ha habido ninguna queja de ninguna índole respecto de la conducta del público francés, que sí está muy fervoroso. Hay que hacer hincapié en esto. El clima de los Juegos es extraordinario.

Por supuesto que en el partido habrá un clima pesado. Habrá que tener paciencia en la cancha y me refiero a los jugadores por esta suspicacia que genera la localía de Francia, como pasa en muchos lados. Pero no creo que pase a mayores. No estoy viendo confrontaciones en estos días como se podía temer luego del primer partido del seleccionado. No hay una “caza del argentino”. No estoy viendo que una camiseta argentina sea la del enemigo público. Seguramente habrá gente que puede padecerlo en algún caso aislado, pero yo tengo todo mis compañeros dando vueltas por todos lados con los equipos argentinos, y no se nota nada especial.

Más allá del partido, destaco esta sensación general de los Juegos: en algún sentido se respira cierta festividad que se asemeja a lo que pasó en Buenos Aires 2018. En especial en algunas competencias novedosas para el público, donde se vive este aire de celebración permanente. Este enfrentamiento entre las selecciones de Francia y Argentina se dará en ese marco. Será intenso, no lo dudo, pero en medio de unos Juegos Olímpicos con un clima extraordinario.