Por qué les cuesta tanto ganar una medalla a los atletas argentinos en los Juegos Olímpicos

Las Leonas, pese a sus vaivenes, pueden obtener una medalla (REUTERS/Anushree Fadnavis)
Las Leonas, pese a sus vaivenes, pueden obtener una medalla (REUTERS/Anushree Fadnavis) (Anushree Fadnavis/)

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Disculpas por la autoreferencia, pero vale rescatar lo que escribí la primera semana de enero en Infobae. Dije que estar cuidadoso ¨y hasta escéptico respecto de los pronósticos de medallas para París 2024 no era subestimar a nuestros atletas, sino una señal de enorme respeto por lo que hacen, habitualmente emparentado con aquello de “tirarle a tanques con piedritas¨. Por supuesto que eso no fue periodismo de anticipación sino solo anteponer la experiencia a los deseos. Cuesta encontrar en la historia más o menos reciente de los Juegos Olímpicos medallas fáciles ganadas por Argentina.

No fue así con Paula Pareto, no fue con Sebastián Crismanich. Peque Pareto ganó su primera medalla olímpica gracias a la revisión del VAR del judo. Seba Crismanich se colgó la dorada ganando la final por la mínima y con fractura de la tibia derecha. O los Pumas 7, que ganaron la de bronce después de aquel cuarto de final imposible con dos menos ante Sudáfrica y perdiendo a un siete bravo como Tute Osadczuk. No le pasó a la Generación Dorada, que venía perdiendo por paliza con Italia de la final. Con estos antecedentes, no tenemos que andar con esa fantasía de cuándo vamos a empezar a ganar medallas o cuántas vamos a ganar.

Si tenemos algo de memoria y algunos años, vimos varios Juegos Olímpicos sin medallas argentinas, el de 1976 en Montreal y el de 1984 en Los Ángeles, por lo cual fueron tres Juegos Olímpicos sin medallas porque en 1980 no participamos. Dos medallas en el 88, una medalla en el 92, la del tenis. Entonces, no vamos a cosechar como si fuéramos Italia o Corea del Sur. Ya no digo China o Estados Unidos. El golpe de estos primeros días, el único real, es el de Los Pumas, más allá de que estaba claro que había seis aspirantes para el podio. Lo duro fue ni siquiera poder llegar a semifinales. Pero para tener idea del nivel de equilibrio de ese circuito: Nueva Zelanda tampoco llegó a semifinales.

 Julián Gutiérrez, el catamarqueño de 23 años, obtuvo diploma y es un atleta a acompañar por su sorpresivo desempeño
Julián Gutiérrez, el catamarqueño de 23 años, obtuvo diploma y es un atleta a acompañar por su sorpresivo desempeño (Amr Alfiky/)

Al margen de lo de los Pumas, seguramente Argentina va a ganar algunas medallas. Las Leonas, aún con vaivenes están firmes, tienen margen. Los Leones no están cómodos, pero pueden pelear. Hay que ver si hay una chance en el tenis. En el fútbol vamos a ver. Sí es sorpresivo y positivo la final de Julián Gutiérrez en tiro y la final del skateboard. Aunque lo de Julián quiero destacarlo: hizo una clasificación extraordinaria. Después, bueno, le pesó lo otro. Es cierto que en la final, ya en el segundo tiro estaba condicionado, pero obtuvo su diploma. Es una sorpresa positiva. No ganó una medalla, pero para tomar dimensión del resultado del catamarqueño en la historia del tiro olímpico, hay que mencionar que fue el mejor desempeño de un atleta argentino de esta disciplina en casi 70 años.

Ahora, personalmente entiendo que tenemos que empezar a medir las cosas no en valor medalla. Entender que a este chico de 23 años hay que acompañarlo. Tiene, evidentemente, la capacidad de estar codo a codo en una clasificación olímpica con el que finalmente fue campeón, en realidad bicampeón olímpico. No es un tema menor. Obviamente hay una distancia enorme entre competir todas las semanas con lo mejor del mundo de los interclubes o en las Copas del Mundo, que estar buscando cómo entrenarse en Córdoba o en Catamarca. En la final tenía un campeón del mundo al lado, reciente bicampeón olímpico, ganador de Copa del Mundo. Y Julián con poco fogueo internacional. Entonces también está eso, no esperar a un resultado para decir ¨bueno, acompañemos, empecemos ahora por este chico¨.

Ya hemos hablado de que en los deportes individuales, salvo los rentados, es complicado porque es muy difícil tener presencia. O sea, ya no tener figuras, sino siquiera tener presencia. No es necesario tampoco hablar de los agujeros que tiene la delegación. Solo para mencionar algunos, lo que pasa con el ciclismo, con el boxeo, con la gimnasia artística.

Salvo puntuales excepciones, las conquistas en los Juegos Panamericanos del año pasado confirmaron la tendencia de los últimos tiempos: los logros grupales disimulan la sequía en deportes individuales. ¿Por qué podría ser distinto en estos Juegos Olímpicos?

Y vale repetirlo una vez más: en los deportes individuales, mientras no haya un plan serio y responsable con estrategia, vamos a seguir complicados.