En su primera presentación tras proclamarse bicampeón de la región, Argentina cosechó una nueva victoria para seguir firme en lo más alto de la tabla de posiciones de las Eliminatorias Sudamericanas y estirar su invicto (11 victorias en fila -la última derrota fue en noviembre del año pasado, ante Uruguay-). Fue por 3 a 0 gracias a un tanto de Alexis Mac Allister, un bombazo de Julián Álvarez y otro de Paulo Dybala para doblegar a un Chile que no logra despegar.
La jornada comenzó desde temprano, ya que nadie se quería perder el homenaje a Ángel Di María, una leyenda que decidió cerrar su etapa con la Albiceleste. Fideo, con la camiseta de la Selección, fue campeón Mundial Sub 20, ganó una medalla de oro en Beijing 2008 y, tras dos subcampeonatos en la Copa América y uno en Brasil 2014, logró sacarse la espina y escribir su nombre en el olimpo del combinado nacional al conquistar cuatro títulos más: resultó bicampeón de América (Brasil 2021 y Estados Unidos 2024), obtuvo la Finalissima ante Italia y la Copa del Mundo en Qatar 2022. En total disputó 145 partidos, en los que aportó 31 goles y brindó 29 asistencias.
Los primeros vítores del público se dieron apenas pasadas las siete de la tarde, cuando en la pantalla gigante del Monumental mostraron el ingreso del plantel comandado por Lionel Scaloni. Allí los jugadores observaron el especial recibimiento que le preparó la AFA, ploteando todo el anillo del estadio camino al vestuario con gigantografías de cada uno de los que levantaron la Copa en Estados Unidos y los nuevos convocados por el DT para esta doble jornada de Eliminatorias Sudamericanas.
“Chile tiene miedo”, fue uno de los primeros cánticos en contra de la Roja, en clara alusión a la comprometida situación que atraviesan los de Ricardo Gareca para intentar conseguir un boleto al Mundial de Estados Unidos, Canadá y México 2026. Luego fue el tiempo para la tradicional cábala de los “caramelos”, con Leandro Paredes y Rodrigo De Paul, quien enterneció a todos al fundirse en un emotivo abrazo con su hija Francesca en el círculo central de la cancha.
Los otros hits que se escucharon en la previa fueron “El que no salta es un inglés” y “El que no salta es un traidor”, dos gritos que suelen escucharse en los enfrentamientos con el conjunto trasandino. “El que no salta, no va al Mundial”, fue otra de las dedicatorias para el rival de turno.
Escasos minutos antes de las 20, Sergio Goycochea dio rienda suelta al evento e inició el homenaje para el hacedor de los goles importantes, a uno de los máximos exponentes del combinado nacional. Las luces se apagaron y un emotivo video se reprodujo en las pantallas, con la narración de una de sus hijas, Mía, remarcando todos los golpes que tuvo que reponerse para romper la famosa pared. Después le dedicó algunas palabras su ex compañero y amigo Lionel Messi, con quien batalló codo a codo durante mil batallas y también compartió plantel en el PSG.
En su ingreso a la cancha, junto a sus dos hijas y su esposa, desde los cuatro costados del estadio se bajó un estruendoso “Fideo, Fideo”, acompañado por un “Dale campeón, dale campeón”. El cantante Abel Pintos también le aportó su toque al dedicarle la canción “No me olvides”, lo que dio el pie para que ingrese todo el plantel nacional con una remera especial, con el logo en la espalda del clásico festejo del corazón que hace el actual hombre del Benfica tras cada gol. Chiqui Tapia, titular de la AFA, le dio una plaqueta, mientras que Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, le obsequió una réplica de la Copa América.
“Ahora voy a estar en la tribuna alentándolos; y seguro seguirán en el mismo camino, porque tienen muchos huevos para seguir así”, soltó el rosarino con la voz entrecortada.
Los arqueros de la Roja aprovecharon la distracción del público para hacer los movimientos precompetitivos en uno de los arcos y evitar la silbatina generalizada. El primero en hacer la entrada en calor en La Scaloneta fue el Dibu Martínez, quien recibió un inesperado pedido del público. “Que baile el Dibu, la p…”. El portero, con una sonrisa en el rostro, accedió sin problemas y emuló los pasos que suele hacer tras contener un penal.
Ante la ausencia de Lionel Messi por lesión y el retiro de Di María, el gran mimado por el público fue Emiliano Martínez. El Dibu, con su carisma y atajadas, se convirtió en un baluarte de la Argentina. Además fueron muy aplaudidos Rodrigo De Paul, Cuti Romero y los delanteros Lautaro Martínez y Julián Álvarez. También fue para destacar la estruendosa reacción del público al escuchar por los altoparlantes el nombre del director técnico Lionel Scaloni.
A la hora de los himnos, el chileno fue silbado al principio por los presentes y luego acallado por algunos cánticos, especialmente uno que rememora la delicada situación que atraviesan los de Gareca en la tabla de posiciones.
Luego de un primer tiempo en el que la Albiceleste insinuó mucho por la banda derecha con la conexión Molina-De Paul, aunque una de las más peligrosas fue la única que tuvo Chile, la segunda parte comenzó frenética y tras una buena jugada de Julián Álvarez (Lautaro Martínez la dejó pasar para despistar a los rivales) apareció Alexis Mac Allister en el corazón del área para inflar la red y desatar la locura del público local.
La apertura del marcador entonó a los hinchas, que además de arremeter nuevamente contra la visita también se animaron a hacer bajar desde las tribunas el “ole, ole” que estuvo cerca de coronarse con un verdadero golazo tras una gran cantidad de toques entre todos los jugadores de La Scaloneta. Aunque parecía que a la campeona del mundo le faltaba precisión en los últimos metros, apareció la Araña para ejecutar un verdadero bombazo que rompió el arco defendido por Gabriel Arias.
El segundo tanto encendió nuevamente al Monumental con cánticos como “es para vos, es para vos…” y “un minuto de silencio, para Chile que está muerto”. Dybala también se llevó un lindo recuerdo. Además de lucir la mítica 10 de la Selección, unos pocos minutos le bastaron para demostrar sus pinceladas de talento, decretar el 3-0 y ganarse la ovación de la hinchada.
Con la victoria consumada, llegó la hora de los festejos y celebrar la obtención del bicampeonato de América en su primer partido como local tras la coronación en Miami. De Paul fue el abanderado de la fiesta, al tomar el micrófono y levantar a la gente con gritos como “el bicampeón”, “nos volvimos a ilusionar” o “a mí me volvió loco esta Selección”. Luego, durante la vuelta olímpica, la batuta la tomó Lautaro Martínez. El Toro también aprovechó la ocasión para elogiar a Di María bajo el lema “Muchas gracias Fideo, lo que hiciste por Argentina no se olvida en la vida”. El Dibu, por su parte, no dejó pasar la oportunidad para recrear su baile y celebrar con su icónico estilo con la copa.
Con este triunfo la Albiceleste se afirma en lo más alto de la tabla de posiciones con 18 unidades, cinco más que Uruguay, su más inmediato perseguidor (los de Marcelo Bielsa este viernes recibirán a Paraguay). Chile, por su parte, quedó en la anteúltima colocación con solamente cinco puntos, tres más que el colista Perú. Los de Lionel Scaloni volverán a tener acción este martes 10 de septiembre, cuando visiten a Colombia, su rival en la final de la reciente Copa América. Los del Tigre Gareca, en cambio, se jugarán una verdadera final por un boleto a la próxima Copa del Mundo recibiendo a Bolivia, que llega entonado tras golear a Venezuela.