Llegar a la Fórmula 1 es cada vez más difícil. En la última década el acceso se convirtió en un embudo y solo 20 pilotos pueden tener su lugar. Uno de ellos es el argentino Franco Colapinto, que debutó con Williams en Italia y disputará las ocho fechas restantes de la temporada. Luego de mucho sacrificio y perseverancia, el corredor de 21 años logró plasmar el sueño que tuvo desde pibe y una persona esencial en su entorno para lograrlo fue su psicólogo, Gustavo Ruiz, un especialista a la hora de trabajar con deportistas de alto rendimiento. Ruiz le contó a Infobae los detalles del estreno.
Ruiz estuvo en el Autódromo de Monza junto a Franco y los diálogos fueron constantes, afirma el especialista. “El estar presente durante todo el fin de semana me ha permitido observar y sacar conclusiones que servirán para todo lo que viene. Tuvimos pequeñas charlas en los días previos a la carrera y una más extensa desayunando el día de su debut antes de la reunión con los ingenieros, planificando como abordar la carrera desde lo mental”.
Colapinto fue de menor a mayor en la previa en el Templo de la Velocidad siendo 18° en la primera práctica libre, 17° en la segunda y 9° en la tercera. En clasificación tuvo un leve despiste y no pudo cerrar su segunda vuelta rápida y clasificó 18°. Ese fue el primer impacto que sufrió Franco y ahí otra vez Gustavo apareció. “Franco logró mantener la calma bajo presión, adaptarse rápidamente a las demandas de cada día y sobre todo de la carrera, y ejecutar el plan de manera efectiva, esto demuestra una alta resiliencia psicológica”, explica.
En carrera el joven de Pilar compitió como si tuviese al menos dos temporadas de experiencia y hasta hizo sobrepasos a Lance Stroll (Aston Martin), Valtteri Bottas (Sauber) y Pierre Gasly (Racing Bulls). Tuvo la frialdad para evitar meterse en roces y hasta se benefició de toques entre otros corredores como el que tuvieron Nico Hulkenberg (Haas) y Yuki Tsunoda (Racing Bulls).
“La gestión del estrés, de las emociones y la capacidad para mantenerse enfocado fueron fundamentales, mostrando madurez y alta capacidad de trabajo, sorprendiendo al equipo de Williams incluso a su compañero de equipo, Alex Albon”, destaca Ruiz.
“Ha tenido un rendimiento positivo en su primera carrera y esto no solo refuerza la autoeficacia de Franco, es decir, su creencia en su capacidad para tener éxito, creer que puede, que tiene con qué, sino que también establece una base sólida para enfrentar los desafíos futuros, que sabemos son difíciles ya que son circuitos en los cuales nunca corrió, pero él sabe que seguimos en el proceso de siempre y que iremos paso por paso como lo hemos encarado hasta ahora”, analiza.
Franco terminó en el 12° puesto y fue el competidor que más avanzó en la carrera en Monza. “El debut exitoso de Franco en la Fórmula 1 tiene un impacto importante en la confianza. Ese momento representa los años de preparación donde la presión es inmensa y las expectativas son altas”, asevera Ruiz.
Es un trabajo 24×7 y los fines de semana de carrera no hay horarios. La comunicación puede darse a las “cinco o seis de la mañana”. “En las carreras me levanto siempre. Hablamos siempre por temas puntuales, sonaba el celular y lo tenía ahí, levantaba el teléfono y conversábamos”, agrega. En las categorías promocionales como Fórmula 3 y Fórmula 2, Gustavo estuvo acostumbrado a hablar en las madrugadas argentinas ya que Franco corre en Europa desde hace siete años y hace nueve que trabajan juntos. La historia comenzó con un Colapinto de niño, luego un adolescente y ahora un adulto ya que el 27 de mayo cumplió 21 años.
Sin embargo, el joven de Pilar creció de golpe, ya que a los 14 años se mudó a Europa para correr los campeonatos de karting. La distancia con su familia, la adaptación a un nuevo país, idioma, vivir en una fábrica de karting, fueron impactos que pudo absorber en gran medida gracias al contacto con Gustavo.
“Empecé a trabajar con él cuando tenía 12 años y estaba en karting. Fue todo un proceso″, relató Ruiz en otra entrevista con este medio. Es un pilar en el grupo de trabajo de Colapinto por la contención en los momentos más complejos. También respalda a los hermanos Kevin y Luciano Benavides, figuras de las motos en el Rally Dakar y del Campeonato Mundial del Rally Raid.
Al respecto, Ruiz cuenta que “fue madurando mucho más rápido que cualquier chico de su edad por la cuestión lógica de lo que lleva la profesión. Fue trabajando muchísimo estos dos o tres años. En particular su inteligencia a la hora de abordar una carrera y manejar su rendimiento cuando tiene que ser consistente cuando tiene que sumar (puntos), cuando podía ganar ir por más. Es un piloto mucho más maduro en ese sentido”.
A medida que Franco subió de categoría la presión aumentó, pero Gustavo cuenta que “la hemos trabajado más de chico. Es como él dice, que no le genera (presión) el contexto porque le fue poniendo el ‘cuero duro’, digamos, porque no tuvo muchas oportunidades en lo económico. Siempre tuvo una sola chance y esa había que aprovecharla y eso lo fue endureciendo y de alguna manera fortaleciendo. La presión no es algo que maneje tanto, sí mantener los pies sobre la tierra, tratar de que sea muy profesional en el objetivo porque se fue achicando cada vez más el embudo para llegar a la F1″.
Sobre cómo trabajan en las carreras, explica que “tratamos de mantenernos en contacto la mayor cantidad de tiempo posible. Lo que trabajamos específicamente es que trate de manejar sus emociones y pensamientos para poder estar concentrado y en foco en la carrera y en lo que tiene que hacer”.
Ruiz estuvo junto a Franco desde el karting donde fue campeón argentino. Luego cuando obtuvo el título de la Fórmula 4 Española (2019). En el tercer puesto en la Fórmula Renault Europea (2020) y más tarde en su llegada a la Fórmula 3 en 2022, en cuyo campeonato terminó noveno y el año pasado culminó cuarto, con un global en las dos temporadas de 4 victorias y 10 podios. En el presente ejercicio en la Fórmula 2 marchó sexto hasta su última competencia tras un triunfo y dos segundos puestos.
Por último, a la hora de resumir qué es lo mejor que tiene Franco, deja una definición: “Su concentración. Cuando él está muy en foco, parte de su habilidad y talento fluyen de una manera y se hace uno con el auto. Ahí es cuando ves la calidad de piloto que es”.
Este fin de semana Franco Colapinto tendrá un gran desafío en el circuito callejero de Bakú donde se correrá el Gran Premio de Azerbaiyán. Se trata de un escenario traicionero con rectas que en sectores son muy angostas, curvas en 90 grados, y como todo trazado urbano, sin vías de escapes. El factor mental volverá a ser clave, pero Gustavo Ruiz dejó en claro que el piloto argentino está preparado.