El encuentro entre Mike Tyson y Jake Paul, programado para el 20 de julio en el AT&T Stadium en Arlington, Texas, y con transmisión de la plataforma Netflix, podría enfrentar obstáculos debido a pruebas médicas inusuales que Tyson deberá pasar antes de subirse al ring.
La Texas Department of Licensing and Regulations (TDLR) le exigirá al ex campeón mundial de peso pesado, que tendrá 58 años en la fecha del combate, someterse a diferentes exámenes de electroencefalograma (EEG) y electrocardiograma (EKG) para evaluar su aptitud física. Estas pruebas buscan identificar posibles trastornos cerebrales y problemas cardíacos, respectivamente, según le comunicó Tela Mange, gerente de comunicaciones de la TDLR a USA Today Sports.
El debate sobre la naturaleza del combate, si será profesional o una exhibición, aún está pendiente de la decisión final del departamento de licencias. A pesar de que tanto Tyson como Paul desean que se clasifique como una pelea profesional, podrían tener que conformarse con las reglas de una exhibición, lo que implicaría usar guantes de 16 onzas, reducir la duración de cada asalto a dos minutos y no contar con jueces oficiales para la puntuación.
Tyson, quien se retiró del boxeo profesional en 2005 y regresó para un combate de exhibición en 2020 ante Roy Jones; y Paul, un YouTuber convertido en boxeador que ha enfrentado críticas por aceptar la pelea dada la diferencia de edad de 31 años entre ambos, están en el centro de un evento que ha capturado la atención mundial.
La TDLR también se reserva el derecho de solicitar pruebas adicionales si lo considera necesario, lo que añade otra capa de incertidumbre al evento. Las normas sobre el peso de los guantes y la duración de los asaltos que se aplicarían en caso de ser clasificado como una exhibición son similares a las utilizadas en el combate de Tyson contra Roy Jones Jr. en 2020, en el que Paul participó en la cartelera secundaria, venciendo a la estrella de la NBA Nate Robinson. Este enfrentamiento entre generaciones y disciplinas promete ser un hito en el calendario deportivo de este año, siempre y cuando Tyson logre superar las barreras médicas.
En una entrevista con Jimmy Kimmel a mediados de 2022, había sido Iron Tyson el que se mostró abierto a la posibilidad de enfrentarse con el influencer. “Es lo suficientemente hábil. Se lo daré. Es lo suficientemente hábil porque sigue ganando. Incluso si está peleando contra boxeadores que no están destinados a ser lo suficientemente buenos, aun así, deberían vencerlo, pero no pueden. Hay que darle el crédito. Tiene siete millones de personas mirándolo cuando pelea, ni los campeones del mundo logran esa cifra”, elogió el púgil entonces.
Ahora, con el desafío en ciernes, lo aguijonea. Por ejemplo, hace unos días Mike le envió un mensaje intimidante tras publicar un video en sus redes mostrando su riguroso entrenamiento para quedarse con la victoria.
“Jake Paul, ¿dónde estás?”, bramó Tyson mientras se jactó de su impactante forma física y fiereza a los 58 años. Ambos lograron encender la llama de las grandes veladas de boxeo, eso está garantizado… Siempre y cuando el veterano deportista logre sortear los obstáculos de las puebas médicas.