En este 2024 se cumplirán 30 años del último partido de Diego Maradona con la selección argentina. Fue en Estados Unidos, más precisamente en el Mundial, aquel 2-1 a Nigeria por la fase de grupos, en el que le regaló dos asistencias a Claudio Caniggia y se marchó de la mano de una enfermera a que le “cortaran las piernas” con la sanción por doping. La Albiceleste llegó como candidata, máxime después del 4-0 ante Grecia en el debut, un concierto que terminó con un golazo de Pelusa, que lo gritó con furia ante la cámara.
Pues bien, una imagen del ídolo en esa goleada esperanzadora quedó inmortalizada en Miami, en un mural bautizado “Diego USA 94″. Tiene cinco metros por tres de ancho y fue realizado en siete días. Se inauguró el pasado 15 de marzo en Wyndwood, el lugar más importante de arte urbano a nivel mundial. Su autor, Gastón Liberto, le contó a Infobae que en realidad es un eslabón de un homenaje más amplio.
“El proyecto es ‘El camino de Dios’, son 10 murales en total. El primero lo hice en la casa de la calle Cantilo, en Villa Devoto, en la casa que perteneció a la familia. El tercero, en junio, será en Barcelona. Es es un proyecto ambicioso, 10 países, lugares icónicos de Diego”, explicó. La elección de la imagen no fue azarosa. Pertenece al himno antes de aquella victoria brillante frente a los helénicos, con el Diez llevando la cinta de capitán, orgulloso. Esta misma indumentaria volvió a ponerse de moda entre los fanáticos con la edición especial que lanzó la marca Adidas en los últimos meses, con el mismísimo Messi como modelo.
“Me pareció una reivindicación importante, por la ilusión que tenía la gente con este equipo. Y la que tenía Diego”, planteó Liberto sobre la constelación que condujo el Coco Basile, pero que vio el final del sueño con la suspensión al líder y la caída 3-2 frente a Rumania. En la presentación del mural estuvo Marcelo Gilardoni, el cónsul argentino en esa ciudad. También participaron artistas internacionales y gente de la comunidad latina, que dejó su sello en la obra. Es que este artista cordobés, que por caso pintó el mural de Pablo Aimar en Río Cuarto, su ciudad natal, convidó a los vecinos a dejar su “toque” en el mural. Y hasta los niños de una escuela de fútbol le dieron unas pinceladas.
Antes de volver a la Argentina, Liberto dejó un presente en el consulado con destinatario prefijado. Un cuadro con otra imagen de la misma secuencia del mural para un destinatario especial: Lionel Messi, el residente argentino que revolucionó al Inter Miami (ya ganó un título, la Leagues Cup) y la MLS, donde rompe récords de aforo cada vez que es anunciada su presencia en un estadio. La Pulga, que supo tener a Pelusa como DT en la Selección, se quedó con las ganas de que fuera él quien le entregara la Copa del Mundo en Qatar. Ahora tendrá la obra para decorar su museo, donde habita, por ejemplo, la casaca de Newell’s que usó Diego y que Leo empleó para homenajearlo tras su muerte.
