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La selección argentina y la de Perú volverán a verse las caras para cerrar la fase del Grupo A de la Copa América que se desarrolla en los Estados Unidos. La Albiceleste ya está clasificada a los cuartos de final, mientras que la Bicolor está obligada a sumar de a tres y esperar a que Canadá no supere a Chile en el otro encuentro de la zona para seguir avanzando en el torneo continental.
“Cuando Perú juega contra equipos grandes se lo ve bien, porque toma confianza y juega mejor; hace buenos partidos. Pero cuando enfrenta a selecciones de su mismo nivel o de menos jerarquía se confía mucho y las cosas no le salen de la mejor manera”, analiza Héctor Chumpitaz, uno de los máximos referentes de la selección incaica.
El historial entre ambos seleccionados marca que hubo 74 enfrentamientos, de los cuales cuatro fueron ganados por Perú y 35 por Argentina. El más recordado de todos fue el 6-0 en el Mundial 78, que data del 21 de junio de ese año en el estadio de Rosario Central. El elenco albiceleste necesitaba hacer cuatro goles, pero hizo seis para evitar quedar eliminado de la Copa, lo que disparó las suspicacias.
“En qué cabeza cabe que hayan dudado de nosotros. Cómo pudieron pensar que nos dejamos vencer para darle oportunidades al otro equipo. Eso fue lo que sucedió y todavía no nos perdonan aquella dolorosa derrota. Duele mucho que nos juzguen de esa manera”, asegura el exdefensor que disputó, además, la Copa del Mundo México 70.
El Capitán de América, popularmente conocido, tiene 80 años y una memoria prodigiosa. En sus 21 años de carrera como futbolista, vistió las casacas de Unidad Vecinal 3, Deportivo Municipal, Universitario de Deportes y Sporting Cristal de su país, y tuvo un paso de dos temporadas por Atlas de México, previo a convertirse en entrenador de futbol. Con los botines puestos, enfrentó al Santos de Pelé, a la Naranja Mecánica de Johan Cruyff y al Argentinos Juniors de Diego Armando Maradona. Además, integró el seleccionado peruano que se consagró campeón de la Copa América 75 y terminó tercero en la edición de 1979.
“Todos han sido grandes jugadores, pero el mejor fue Pelé. Fue más completo. Además, era calladito para jugar y recibía igual de patadas que Maradona y que Lionel Messi”, remarca en diálogo con Infobae.
– ¿Qué es de su vida, Héctor?
– Estoy viendo mucho futbol por televisión y visitando los entrenamientos de la Universidad de Deportes, también. Observando mucho la Eurocopa y la Copa América. Estuve por viajar a los Estados Unidos para seguir a Perú, pero no pude ir.
– ¿Por qué?
– Por mi salud. Estoy haciendo terapia porque sufro dolores en mis rodillas, ya que están maltrechas por el fútbol. Yo quería ir a los Estados Unidos estando bien para ver todos los partidos. Luego de dejar el fútbol, se sufre un poco físicamente. Tengo varios compañeros que están en la misma que yo, y otros que han fallecido.
– ¿Qué observa del desarrollo de la Copa América?
– Hay equipos que han progresado y otros que se mantienen como siempre. Venezuela se está armando bien, Paraguay también, con jugadores jóvenes, y los uruguayos se están aclimatando a la idea de Marcelo Bielsa. El fútbol uruguayo sabemos que es fuerte ¿no? Argentina tiene muchas nuevas figuras que están reemplazando a los mayores.
– ¿Y Perú?
– Perú no cambió en nada. Tiene jugadores que están grandes para estar en la selección y le falta recambio. Aparte, hay nuevos jugadores, pero no están teniendo oportunidades para mostrarse. El jugador se hace sumando minutos en los partidos para ir ganando experiencia y asentándose en su puesto- Cuanto más juegues, más experiencia agarrás. El entrenador de la selección de Perú le está dando demasiadas oportunidades a jugadores que ya deberían retirarse.
– ¿Cómo cuáles?
– Ya cumplieron su ciclo Paolo Guerrero, quien ya no está con la misma fuerza; Cristian Cueva, que ha estado lesionado y recién ahora se está recuperando, y André Carrillo, que está en Arabia Saudita pero no es titular. Hoy no es como en nuestra época que debías estar bien de salud y jugar en la selección siendo titular en tu club. Por su parte, Argentina tiene futbolistas de mucha experiencia que le están dejando sus lugares a las nuevas generaciones. Por ejemplo, Lionel Messi está bajando su nivel y cada partido corre menos. Hace un tiempo, cuando agarraba la pelota en el mediocampo tenía mucha potencia para llegar al arco rival, pero ahora camina por los costados de la cancha y es lógico porque ya van pesando los años; todos tenemos nuestros límites. Ya no choca mucho contra los rivales como lo hacía antes.
– ¿Está conforme con Jorge Fosatti como entrenador del seleccionado peruano?
– Hizo una buena campaña con el club Universitario, pero a veces dirigir una selección es diferente a comandar un equipo. De repente le falta conocer un poco más a los jugadores para poder tener un plan más seguro. Cuando hay un entrenador que se va y llega otro, cambian las posibilidades porque al recién llegado le gusta más un jugador que otro. Ambos entrenadores son diferentes, ya que tienen otra visión y ahí varía un poco la formación. Pero será un proceso largo y le llevará tiempo a Fosatti.
– Justamente habló del entrenador anterior. ¿Qué le pareció el proceso que llevó a cabo Ricardo Gareca?
– Al final dejó un sabor amargo porque aceptó muchas cosas que no debió aceptar. Cuando nosotros jugábamos, nunca viajamos con la familia a los torneos porque nos tocaba ir a trabajar. Pero en la última etapa de Gareca, viajaban con los hijos, y los veías corretear por los hoteles. Recuerdo que para el Mundial ´70 concentramos durante meses alejados de la familia y dos veces nos visitaban al mes. En cambio, en la previa al repechaje contra Australia para Qatar 22, viajaron con sus familiares y eso perjudicó un poco la manera de comportarse. Creyeron que iban a clasificar sin problemas. Celebraron hasta cumpleaños allá y dejaron un poco de lado lo que se estaba jugando. Se confiaron mucho, y dijeron que ya estaban clasificados al Mundial. Se confió demasiado Gareca, que se fue a ver a Australia, un partido previo al repechaje, dejó al resto del plantel en el hotel, no hubo un cuidado y todo eso los terminó perjudicando. Ese fue un gran problema.
– ¿Qué análisis hace previo al enfrentamiento entre Argentina y Perú?
– Cuando Perú juega contra equipos grandes, se lo ve bien porque toma confianza y juega mejor; hace buenos partidos. Pero cuando enfrenta a selecciones de su mismo nivel o de menos jerarquía, se confía mucho y las cosas no le salen de la mejor manera. Contra Argentina, las cosas deberían salir bien porque es la campeona del mundo y podría hacer un buen partido. De todas maneras, es muy difícil el partido. Ojalá que salgan bien las cosas para poder clasificar a los cuartos de final.
– ¿Qué recuerdos tiene de aquel Mundial 78?
– Lo jugué de punta a punta. Contra Argentina perdimos por goleada (6-0) y quedó en la historia. Tengo un mal recuerdo porque no hicimos un buen partido y nos acusaron de que habíamos favorecidos a la Argentina, y no fue así. Pasa que nosotros no habíamos tenido la costumbre de disputar partidos muy seguidos y físicamente nos mató. Igualmente, llegamos bien a disputar ese partido, preparados para hacer bien las cosas, pero el cansancio nos jugó una mala pasada. Cuando estuvimos bien físicamente, le generamos varias situaciones de gol y una de ellas pegó en el palo, y hubo otra que atajó el arquero Ubaldo Fillol. Si hubiéramos metido de entrada varios goles, el resultado hubiese sido otro. Pero luego Argentina se mostró mejor físicamente y marcó diferencia, estaba muy fuerte y llegaba con mucha confianza.
– Tras el Mundial, ¿fueron citados a declarar en su país por el resultado “polémico” que se dio ante el local?
– Sí, tuvimos que ir a declarar al Ministerio de Educación sobre lo que había sucedido en ese encuentro. Yo fui a hablar y expliqué claramente lo que nos había pasado. Dije que “Argentina estaba en su mejor forma, jugando bien y se nos adelantaron con dos goles. Tuvimos dos fallas y a partir de ahí, nos caímos anímicamente”. ¿Quién va a querer jugar en contra de su país? No había pasado eso que pensaban. En qué cabeza cabe que hayan dudado de nosotros. Como pudieron pensar que nos dejamos vencer para darle oportunidades al otro. Eso fue lo que sucedió y todavía no nos perdonan aquella dolorosa derrota. Duele mucho que nos juzguen de esa manera.
– ¿Es cierto que meses antes de España 82 recibió la visita de Diego Maradona cuando fue operado de una rotura del tendón de Aquiles?
– Sí, todavía conservo el yeso firmado por él. La firma está media borrosa, pero se lee todavía. Recuerdo que Maradona y Boca viajaron a Lima para un partido. Diego se enteró que estaba internado y vino a visitarme por intermedio de un amigo en común. Hay una foto de los tres y se observa a Diego firmándome el yeso. Él hablaba mucho de mí en las entrevistas y yo lo tuve como ídolo. Fue una estrella que tuvo el fútbol argentino. Yo había jugado contra él cuando vino a Perú con Argentinos Juniors unos años antes.
– También enfrentó en su carrera a otra figura mundial. ¿Le tocó marcar a Pelé en el Mundial de 1970?
– Sí, también cuando vino a Lima a jugar partidos amistosos con el Santos. Es más, me tomé fotos con él cuando era capitán del equipo brasileño, y me regaló una camiseta con la número 10.
– ¿Quién lo sorprendió más de los dos?
– Pelé le saca un poco de ventaja a Maradona, ya que era un poco más alto y aguerrido. Además, iba muy bien de arriba y pateaba con ambas piernas, era ambidiestro, algo que no sucedió tanto con Diego. Aparte, Pelé era calladito para jugar y recibía igual de patadas que Maradona y que Lionel Messi. Era una persona que no le gustaba reclamar por su manera de ser. Todos han sido grandes jugadores, pero el mejor fue Pelé. Y ambos nos están esperando en el cielo a nosotros para cuando nos toque irnos.