Francia logró una “milagrosa” clasificación a la final de la Eurocopa de handball tras derrotar en la prórroga 34-30 a Suecia en un encuentro inolvidable que impactó a los 19.000 espectadores que colmaron el Lanxess Arena de Colonia, Alemania. Los galos, una de las potencias del balonmano mundial, estuvo a punto de quedarse eliminado de la competencia, pero se salvó gracias a un golazo espectacular de Elohim Prandi.
El jugador francés consiguió la proeza en la última acción del partido. Con el tiempo cumplido y el marcador 27-26 en favor de los suecos, los Bleus debían convertir el gol del empate para forzar el alargue y la misión era casi imposible, ya que debían marcar de tiro libre y superar al arquero y a una barrera de seis jugadores.
Prandi sabía que era la única chance de darle una vida más a su equipo y se inclinó hacia su derecha como un elástico para soltar su brazo y lanzar con fuerzas el balón, que ingresó en el ángulo superior izquierdo rozando el travesaño y dejando inmóvil al arquero, Andreas Palicka. Sus compañeros se abalanzaron para abrazar al héroe mientras los rivales y simpatizantes suecos se tomaban la cabeza sin poder creer lo que estaban observando. Algunos medios lo catalogaron como el tiro invisible, ya que el portero no pudo ver la pelota por la velocidad con la que partió.
En el tiempo suplementario, Francia terminó imponiéndose ante Suecia con un parcial de 7 a 3 y se metió en la definición del campeonato europeo ante Dinamarca, que derrotó al local Alemania 29 a 26. El francés Hugo Descat fue el máximo anotador del partido con 8 goles, tres de ellos de penal. El domingo 28 de enero se jugará la final en Colonia entre el campeón mundial vigente y los campeones olímpicos.
Para dimensionar lo que ocurrió en Alemania, el arquero de Suecia, Andreas Palicka, hizo una descripción del final del partido: “Fue una de las derrotas más duras de mi carrera contra un muy buen equipo francés. Fue un partido de alto nivel. Francia estuvo mejor durante treinta minutos, nosotros luego durante treinta minutos, pero fue superior en los últimos diez. En el tiro libre no puedo decir nada porque tenía una pared así delante de mí. Sé que mis compañeros hicieron lo mejor que pudieron y que él marcó un gol increíble. Por eso a todos nos encanta este deporte, siempre pueden pasar locuras hasta que termina el partido. Al final no hablé con él. Pero seguimos siendo buenos amigos, gane o pierda”.
Por su parte, Guillaume Gille, entrenador de la selección francesa, analizó el apasionante desenlace. “A menudo hemos visto escenarios bastantes increíbles. Hacía mucho tiempo que no experimentaba algo tan loco. El hecho de que un equipo toma la delantera y de repente se encuentra sin ningún control sobre el partido. Estuvimos muy cerca de la salida. Cuando vemos este final del tiempo reglamentario donde fuimos dominados, donde tenemos dificultades para encontrar soluciones, hacer paradas, y nos encontramos un poco suspendidos de esta genialidad de Elo (Prandi). Al mismo tiempo sabemos que pueden pasar cosas bastante locas con este chico. Es el tipo de tiro que puede repetir miles de veces en casa, en el entrenamiento, creo que estaba escrito que iba a tener lugar este viernes por la noche”, indicó en declaraciones que recogió el diario L’Equipe.