Friends es una de las sitcoms más queridas por el público. A lo largo de 10 temporadas, la producción estadounidense mostró los amores, los problemas laborales, los encuentros y desencuentros de seis amigos viviendo en Nueva York. Aunque el grupo siempre fue muy unido y ninguno de sus enfrentamientos duró demasiado como para que haya una pelea, sí hubo amores y desamores que movilizaron la trama.
La pareja más importante de Friends es la de Ross y Rachel, una tensión que recorre toda la ficción entre sus idas y vueltas. Además, entre las grandes sorpresas de la historia está el vínculo entre Chandler y Mónica, quienes finalmente contraen matrimonio y forman una familia. Si bien este giro de la historia resultó desopilante en un primer momento, fue aceptado inmediatamente por el público y funcionó de maravilla.
Un romance destinado a fracasar
Sin embargo, hubo otro romance entre los integrantes del grupo que se presentó poco verosímil para los fanáticos y los propios actores: el de Rachel y Joey. La relación crea una grieta con Ross, pero no termina funcionando entre los involucrados. Fue Kevin S. Bright quien declaró a Digital Spy que Matt LeBlanc (Joey) “estuvo firme y muy en contra de la idea» porque Joey «no era el tipo de hombre que se iba con la novia de otra persona”.
Por su parte, Jennifer Aniston (Rachel) expresó a Elle: “Hubo un momento en el que Joey y Rachel se liaron, pero bueno, finalmente no llegó a más. La historia siempre trató de Ross y Rachel. La verdad, no creo que Joey y Rachel hubieran salido adelante, fue un rollo más físico que emocional para ambos. Fueron amigos con derecho a roce”.
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