Con el paso de los años, Emily en París se volvió una de las producciones más queridas de Netflix. Excepto para los propios parisinos, quienes esta semana pintaron varios grafitis contra la serie en diferentes locaciones.
La serie, estrenada originalmente en 2020, sigue a Emily Cooper (interpretada por Lily Collins), una ejecutiva de marketing estadounidense que decide mudarse a París por una oportunidad de trabajo. Sin embargo, en varias ocasiones fue criticada por perpetuar estereotipos franceses.
Según trascendió en varias imágenes compartidas por medios y en redes sociales, una zapatería fue escrachada con la frase “Emily, vete” y “El sur de París no es tuyo”. El local comercial está ubicado en la misma cuadra que la casa de la protagonista en la serie.
Otras pintadas similares aparecieron en más espacios de la cuadra, por ejemplo en una fuente de agua. Además, en algunas persianas de una cafetería escribieron “Emily no es bienvenida”. Al lado, se puede leer otro grafiti que califica al personaje principal del programa como “mierda”.
La realidad es que, como sucede con casi todas las producciones exitosas que utilizan locaciones reales para sus sets, el lugar donde vive la protagonista de la serie se convirtió en una especie de atracción turística. Esa puede ser la causa del descontento de los vecinos.
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