Walter White es el personaje más famoso de la carrera de Bryan Cranston. El actor tuvo importantes papeles como el de Malcolm in the Middle, pero su consagración definitiva llegó con Breaking Bad, serie de AMC en la que interpretó a un hombre desesperado por salvar su vida que ingresa en el mundo del narcotráfico.
Walter es una suerte de Jekyll y Mr Hyde que lleva una vida familiar y de docente de química mientras desarrolla en paralelo una carrera criminal -primero cocinando metanfetamina y luego volviéndose un capo narco-. Para esto, Cranston tuvo que hacer una actuación desdoblada, acercándose más a la figura de villano que de héroe.
La serie se sostuvo durante cinco temporadas y Cranston fue cambiando su aspecto para adecuarse al personaje, sobre todo en los primeros momentos en que se descubre el cáncer que ataca su cuerpo. Para ello, el actor debía someterse cada jornada de rodaje a una extensa sesión de maquillaje.
Un trabajo artesanal minucioso
Diariamente debía tapar su cabello y lograr una calvicie lo más verosímil posible. Además, el personaje también llevó bigote y barba candado en diferentes temporadas, que fue obra del mismo departamento de maquillaje y peinado.
Este trabajo artesanal fue hecho de manera tan minuciosa que muchos espectadores nunca se percataron de que la cabeza calva no era realmente del actor sino obra de efectos prácticos.
El aspecto de Walter White tuvo modificaciones a lo largo de la serie porque narrativamente fue mutando con mucha contundencia. Esto se reflejó no solo en la interpretación sino también en su apariencia.
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