— Y pensar que antes daba vergüenza decir que veníamos acá —, soltó un intendente del conurbano en una charla distendida con un diputado nacional.
—Totalmente, ahora es la cena que nadie quiere perderse —, respondió el legislador. La conversación sintetiza el espíritu de la comida de la Fundación Libertad, un evento que desde el año pasado sobresale por reunir a las principales figuras del liberalismo y la derecha argentina. Como símbolo de época, la fundación de los dirigentes rosarinos Gerardo y Alejandro Bongiovanni organizó un encuentro que se volvió la alfombra roja preferida de una parte de la política y el establishment local.
Ya el año pasado había adquirido especial protagonismo. En plena interna de Juntos por el Cambio, a semanas de las PASO de 2023, la comida de la Fundación Libertad había congregado a Mauricio Macri, Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta y referentes libertarios. Dirigentes del PRO, el radicalismo, gobernadores, intendentes, ministros y personalidades de la cultura y la academia -dentro del espectro conservador- desfilaron por ese mitin.
Y anoche se replicó idéntica semblanza. Aunque con el distintivo de contar con la presencia sobresaliente de dos presidentes en ejercicio: Javier Milei y Luis Lacalle Pou, su par de Uruguay. En la mesa central del evento, la número 5, también estaban los ex presidentes Luis María Aznar, de España, el propio Macri, y Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de la Nación.
El evento fue convocado para las 19. A esa hora comenzaron a llegar los primeros invitador al Golden Center, un elegante salón de Parque Norte, en la costanera de la Ciudad de Buenos Aires. En la entrada había una alfombra roja que conectaba con el cocktail de recepción, en planta baja. Antes de ingresar, un banner con el logo de la Fundación funcionaba como escenografía para el álbum de foto de las principales figuras del liberalismo.
“¿Viene Milei o no?”, cuchicheó un dirigente de renombre en La Libertad Avanza mientras se esperaba la llegada del Jefe de Estado. “Sí, obvio que viene. No se la va a perder”, le respondió otra legisladora liberal. El salón de planta baja sirvió como espacio de recepción como previa al plato principal y los discursos de los oradores definidos: Macri, Aznar, Lacalle Pou y, al cierre, Milei.
“Che, mañana hay que ver que pasa con la Ley Ómnibus. Me dijeron que los radicales se retobaron otra vez”, comentó un operador político del PRO en un conciliábulo que musitaba en un pasillo del salón. Entre copas de Malbec y cazuelas con pastas, describían el panorama en el Congreso nacional a horas del tratamiento de la Ley Bases.
Durante la tarde, los bloques dialoguistas se reunieron en la Cámara de Diputados con la bancada oficialista y funcionarios del Gobierno para destrabar puntos sensibles del articulado. “Ritondo se hartó de los idas y vuelta y le puso los puntos a (Martín) Menem”, develó un legislador del PRO sobre el jefe de los diputados amarillos. “¿Me jodés?”, preguntó intrigado un legislador porteño.
Ritondo se molestó por los desencuentros internos entre los libertarios, y porque el presidente de la Cámara baja permanecía en su despacho sin dar directivas para encauzar la reunión previa a discutir una normativa impulsada por la Casa Rosada. “Muchachos, cuando se ordenen ustedes nos avisan y venimos”, soltó el jefe de la bancada del PRO en el cónclave de bloques dialoguistas con el oficialismo, según reveló un legislador durante la comida de la Fundación libertad. “Agreguen un artículo que diga que le pagan la coparticipación a la Ciudad y listo”, ironizó Ritondo en otro momento de la reunión. La broma preocupó a José Rolandi, vicejefe de Gabinete de la Nación, que inmediatamente se descontracturo cuando comprendió que era en chiste.
Cerca de las 21, Mauricio Macri conversaba con el español Aznar y el uruguayo Lacalle Pou sobre un perímetro VIP destinado a personalidades destacadas. En un momento, cuando se disponía a subir al primer piso, para dar comienzo a la cena principal, el ex Presidente se acercó a uno de sus asesores. “No me llamaste el domingo”, soltó en tono de broma a Darío Nieto, legislador porteño y dirigente de su confianza. Macri lo cargó por el superclásico que Boca le ganó a River el fin de semana en Córdoba.
Acompañado por su esposa, Juliana Awada, Macri fue una de las figuras estelares de la noche. Aunque el protagonismo pleno, a diferencia de la cena de 2023, lo tuvo Milei. La comida funcionó también como espacio de reencuentro entre Macri y Patricia Bullrich. La relación entre ambos es tensa y el diálogo está cortado. Al cruzarse, improvisaron un saludo protocolar.
En el salón principal deambulan tantas figuras libertarias como del PRO. Hasta el año pasado, el amarillo era el color preponderante en la comida de Fundación libertad. Ahora, el violeta gana espacio y se entre mezcla con el tono del partido fundado por Macri. Casi como una metáfora del sistema político actual.
Pero también hay ministros nacionales, secretarios de Estado, diplomáticos. Antes, ese evento congregaba a dirigentes de segunda línea que orbitaban espacios emergentes de expresiones liberales y conservadoras. “No falta nadie acá”, bromeó un gobernador que conversaba con el mendocino Omar De Marchi, secretario de Relaciones Parlamentarias.
En una de las puertas de acceso al salón principal, un grupo de gobernadores radicales charlaba en tono relajado con Guillermo Francos, ministro del Interior y uno de los primeros funcionarios en llegar al evento. “Qué haces, Guille”, saludó Maximiliano Pullaro (Santa Fe) con todo amigable. Junto a él estaban Leandro Zdero (Chaco), Gisela Scaglia, vicegobernadora santafesina, y Pablo Javkin, intendente de Rosario.
Otro de los gobernadores radicales presentes fue Alfredo Cornejo (Mendoza), que fue saludado amistosamente por cuanto funcionario nacional cruzó, así como por diputados de su partido, del PRO y los libertario. Antes de retirarse, el mendocino se cruzó con Francos en el pasillo central del salón. “Hablemos, Guillermo”, le dijo el radical al funcionario en un intercambio de palabras breve.
A las 21:30 comenzó el discurso de Milei, que esperaba detrás del escenario para que llegue su turno de exponer. Debajo, en la mesa 5, lo observaba la atenta mirada de Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y funcionaria axial del Gobierno. El Presidente avisó que hablaría de economía, con eje en el dinero. Usó un tono académico que fue interrumpido con destellos que lanzaban diatribas a opositores y críticos del programa libertario. El auditorios siguió con atención las palabras del Jefe de Estado.
Hubo aplausos y risas, como cuando Milei apuntó sin nombrarlo contra el economista Carlos Melconian. “Pero qué quieren que les diga, si había uno que decía dolarizar. Si no hay fideo y no hay tuco, fideos con tuco. Se equivocó”, dijo el Presidente con tono de burla, parodiando las palabras del analista de la Fundación Mediterránea.
Hubo una versión que señaló que Melconián abandonó la cena en ese momento. Sin embargo, luego matizaron al explicar que el economista se había retirado antes. “No fue un discurso para un presidente de la nación y para un evento como este”, analizó ante este medio un gobernador. El dirigente provincial evaluó que Milei apeló a una alocución “muy economicista”.
En contraste, el público aplaudió a Luis Caputo, ministro de Economía, y Santiago Bausilli, presidente del Banco Central, los funcionarios más elogiados por Milei durante su discurso. Diana Mondino, canciller, Luis Petri, Defensa, Sandra Pettovello, Capital Humano, y el asesor Federico Sturzzeneger fueron otros de los ministros que se hicieron presente en el evento.
Sobre un costado del aula central del Golden Centre se armó una mini cumbre libertaria. Los diputados nacionales libertarios Oscar Zago y Rocío Bonacci charlaban con Ramiro Marra, legislador porteño y referente de La Libertad Avanza. “Dejen de romper ustedes”, bromeó al pasar un dirigente del PRO.
De la bancada liberal también sobresalieron Bertie Benegas Lynch y José Luis Espert. Ambos cercanos al presidente. En otro rincón, cuchicheaban Sebastián Pareja y un grupo de dirigentes libertarios entre quienes estaba Nahuel Sotelo, legislador bonaerense. Son nombres que ya tejen el armado de La Libertad Avanza pensando en 2025. El foco principal es la provincia de Buenos Aires. En ese distrito aparecen intendentes del PRO de buena sintonía con Milei y la estructura libertaria, como Diego Valenzuela (Tres de Febrero) y Ramón Lanús (San Isidro), ambos presentes en la noche de la Fundación Libertad.
Otro de los funcionarios que destacó en una de las mesas principales fue Jorge Antelo, secretario de Asuntos Estratégicos de la Nación. Un funcionario cercano a Nicolás Posse, jefe de Gabinete de la Nación, y amigo de Xavier Isaac, Jefe del Estado Mayor Conjunto. Aunque cultiva un bajo perfil, Antelo fue saludado por decenas de dirigentes durante la noche.
En tanto, Manuel Adorni, vocero presidencial, y Javier Lanari, subsecretario de Prensa, se movieron por el salón intercambiando saludos con periodistas y dirigentes. Al terminar el discurso de Milei, Fernando Cerimendo, estratega digital, chismorrotea sobre política con un asesor del Ministerio de Defensa. Intercambian miradas cómplices y siguen conversando. Mientras, el Presidente se funde en abrazos con su funcionarios, los mandatarios presentes y con cuanto curioso se acercó a felicitarlo por su discurso. Algunos le piden una selfie. Otros le hacen gestos de reverencia.
Uno de los temas más comentados de la noche fue la marcha universitaria del martes. La mayoría de los presentes coincidían en que había sido masiva. Algunos opinaron sobre la importancia de prestarle atención a esa movilización. “Entró la bala”, deslizó un legislador especializado en educación. En cambio, un diputado del PRO lo matizó: “No se entiende por qué se metió Massa, Kicillof, la CGT. Le dieron el argumento que quería Milei para desacreditarlos”.
Después de más de casi cuatro horas, la cena llegó a su ocaso. Era casi la medianoche. A un costado del escenario, Bullrich buscaba la salida junto a su equipo. “Hace media hora me apuró para irnos y ahora está meta saludar gente”, renegó Guillermo Yanco, esposo de la ministra de Seguridad. La funcionaria se iba con premura porque durante la madrugaba tomaba un vuelo rumbo a Chile, para participar de un evento regional de seguridad.
Dentro de los presentes estuvieron los diputados nacionales Hernán Lombardi, Damián Arabia, Fernando Iglesias, Sabrina Ajmechedt, Florencia De Sensi, Laura Rodríguez Machado, Martín Yeza, Martín Tetaz, Silvia Lospennato; Christian Larsen, presidente de Parques Nacionales; Federico Angelini, subsecretario de Intervención Federal del Ministerio de Seguridad; Alberto Fohrig, responsable de Cooperación Internacional del Ministerio de Seguridad; Clara Muzzio, vicejefa de Gobierno de la Ciudad; Wlado Wolff, ministro de Seguridad porteño; Gustavo Arengo, ministro de Hacienda porteño; Roberto García Moritán, ministro de Desarrollo Económico de la Ciudad; Yamil Santoro, legisaldor porteño; Sergio Sicilliano, legislador porteño; Mariano Caucino, embajador argentino en la India; los dirigentes Guillermo Dietrich, Hernán Iglesias, Lucas Llach, Pablo Walter y Fabián Perechodnik; los filósofos Iván Petrella y León Rozitchner. El empresario Cristian Rattazzi, ex titular de la FIAT; el actor Gabriel Corrado.