La ejemplar sanción al luchador iraní, Ali Heibati, en la liga de MMA HFC en Rusia provocó una revolución en el entorno de las Artes Marciales Mixtas. Fue excluido de por vida recibida después de agredir a la mujer encargada de mostrar los carteles que anuncian el comienzo de cada round. El protagonista se disculpó por el lamentable suceso, aunque la ring girl dio otra versión que complica la imagen pública del hombre.
El portal ruso Sport24 pudo dialogar con Maria Andrianova en una extensa entrevista en la que precisó lo ocurrido en el octágono, en el que Heibati le dio una patada en la cadera mientras ella presentaba el primer asalto del duelo en el que resultó vencido: “Estaba en estado de shock, no me lo esperaba. Estaba histérica, sollozando… ¡una pesadilla! Hice mi trabajo: suave, bonita y positiva, salí y saqué un cartel. Fue ofensivo que en el momento en que empezaba a salir del ring, le di la espalda a Ali, y él se acercó y me dio una patada. Después, Heibati empezó a insultar, pero no recuerdo qué decía exactamente. Me quedé estupefacta por lo sucedido, me di la vuelta y fui hacia él. No sé qué quería hacer, pero pensé que quería devolverle el golpe con el cartel. Entonces el árbitro nos apartó para que no pasara nada más. Si no, le habría devuelto el golpe con la pancarta. Tenía miedo de hacerlo porque podría haberme devuelto el golpe. Quizá las cosas podrían haber acabado mucho peor”.
“Golpeó fuerte. Si me hubiera acercado más, habría sido mucho peor. No hay moretones. Me dolió un poco y luego se me pasó”, manifestó. Más adelante, Andrianova hizo hincapié en el video en el que Ali Heibati expresa sus disculpas y María agradece sus palabras, aunque aclaró que no aceptó este gesto: “Ante las cámaras se disculpó, sí, hay un vídeo, pero no lo acepté. Es la primera vez que me encuentro con un comportamiento así. Todavía estoy en estado de shock. Golpea a una chica que sale al ring y hace su trabajo. Por cierto, después de que Heibati grabara ese vídeo, quiso abrazarme, pero salí disparada de la habitación. ¡¿Vas a abrazarme después de eso?! No, gracias, estoy bien”.
“Después de golpearme, todo el mundo exigió a Ali que se disculpara públicamente en el ring, pero él no quiso. Al contrario, dijo que volvería a pegarme. Todos querían que subiera al ring, pero como estaba llorando, no pude hacerlo. Incluso después del combate quiso volver a hacérmelo, aunque en el video decía que le encantaban las mujeres y que tenía una esposa rusa”, agregó la víctima, quien declaró: “No es como imaginaba mi popularidad”.
Maria Andrianova pensó en radicar una denuncia por el hecho, pero decidió simplemente dejarlo en el pasado y evitó sentar postura por la gravedad en la suspensión de por vida a Ali Heibati: “No me corresponde a mí juzgarlo, pero no es la primera vez que este luchador se encuentra en situaciones conflictivas. Heibati es muy agresivo y no sabes qué esperar de un hombre así. La liga ha tomado esa decisión. Hoy ha pateado a una chica, y mañana puede matarla”. Estas palabras se deben a que el oriundo de Medio Oriente fue partícipe de incidentes previos que lo ubicaron bajo la lupa, como agresiones a su contrincante tras la derrota y su participación en peleas anteriores al combate. La liga consideró la actitud con la mujer como “un comportamiento inaceptable”.
Además, la ring girl caratuló el golpe del iraní como “exagerado”. “No calculó y no pensó muy bien. No puedo decir si se dio cuenta de lo que hizo o no”, expresó. Por último, anticipó que no abandonará el torneo de MMA: “No voy a irme, me gusta esta liga. Me gusta participar en ella, incluso a pesar de este incidente. No voy a aparcar mi carrera de ring girl y voy a seguir haciéndolo. Soy una chica guapa, me gusta la atención, me emociono en este trabajo. Tengo estudios superiores, tengo un trabajo fijo, hablo inglés con fluidez. Participar en proyectos como ring girl no es para ganar dinero, sino para el alma”.