El impuesto interno conocido, más conocido como “impuesto a los autos de lujo”, sigue sin modificaciones, y esto mantiene prácticamente paralizada la venta de autos cero kilómetro en el mercado argentino desde el comienzo de 2024, porque las fábricas, con excepción de Fiat, no publican listas de precios esperando saber si el arancel del 20% que afecta la escala 1, se bajará a cero como se solicitó desde ADEFA (Asociación de Fabricantes de Automotores), o si eso no ocurrirá y la medida será diferente.
“Pareciera que la resolución no está en circuito de firmas como se había dicho, sino todavía en una instancia anterior, en discusión o análisis”. Esta frase fue dicha a Infobae el 11 de enero pasado por una importante fuente de la industria automotriz argentina. Y según fue comprobándose con el paso de los días, es probable que efectivamente eso sea lo que está ocurriendo en el Palacio de Hacienda. Porque pasó la segunda semana de enero sin novedades y pasó la tercera también, con la excusa del viaje a Davos del Presidente Javier Milei y el Ministro de Economía, Luis Caputo, con lo que las decisiones quedaron para estos últimos siete días de enero.
El cuestionamiento que hacen algunos dentro del propio Gobierno es aquel que se comentó cuando se puso en duda que la decisión estuviera tomada y que sólo restaba que fuera publicada en el Boletín Oficial. Si se baja a cero el actual 20% que se aplica a la escala 1 para los autos con un precio superior a los 14,7 millones de pesos, lo único que sucedería es que los autos que hoy están “topeados” para no pagarlo, suban de precio y se ubiquen en los valores lógicos que deberían tener, pero de ningún modo bajarán el precio, porque la inflación fue mayor a ese 20%.
“Se trata de un impuesto que el Estado deja de cobrar. Es una recaudación grande que si se elimina no beneficia a la gente sino a los fabricantes, porque los precios de los autos no eran los de lista sino otros mucho más altos, que no figuraban sólo para no pagar el impuesto. Ese dinero que no recaudaba el estado quedaba entre el concesionario y el fabricante, pero la gente lo pagaba de todos modos. Quizás el Gobierno lo está demorando para ver cómo se acomodan las partes involucradas, y qué precio ponen a los autos para poder vender. Y eso se pudo comprobar porque en estos días no sólo no hubo más sobreprecios sino que aparecieron muchas bonificaciones, o se negocia el precio entre vendedor y comprador. Está funcionando la ley de la oferta y la demanda”, dijo un experimentado analista del mercado automotriz.
Así dadas las cosas, la nueva teoría que muchos de los actores involucrados abonan es que la decisión que tomaría el Gobierno no sería la de bajar a cero el arancel de la escala 1, sino dejarlo en 20%, pero adelantar la actualización de la base imponible que debía ocurrir desde el 1 de marzo para el 1 de febrero. De esa forma, el tope de los actuales 14,7 millones de pesos pasaría a unos 26 millones de pesos para la escala 1. Indefectiblemente se cambiaría también el de la escala 2, que podría pasar de los actuales 27 millones a los 36 millones de pesos, manteniendo el 35% de arancel.
Los montos mencionados son tales debido a que se mantiene la idea de una actualización trimestral, con lo que la nueva tabla se publicaría recién a finales de abril con vigencia desde el 1 de mayo. Por esa razón, y a causa del incremento, los autos podrían aumentar de acuerdo a la inflación de los próximos meses, sin tener que recurrir al recurso del “topeo” que se ha visto al menos en los últimos dos años en el mercado argentino.
De este modo, los autos más accesibles de cada marca podrían tener los precios de su gama escalonados de acuerdo al equipamiento de cada versión, y venderse sin cobrar sobreprecios por los que nadie tribute. Actualmente, con listas de precios actualizadas sólo para los vehículos utilitarios, y con un mercado todavía muy quieto como consecuencia de la devaluación y el índice de inflación de diciembre, el mes de enero tiene una retracción de un 40% respecto a las cifras históricas de patentamientos. Y la mayoría de las operaciones que se han registrado tienen precios muy distintos a los que sugieren las marcas, pero todos a la baja en busca de clientes que con dólares en la mano, salen a buscar precio en distintas concesionarias.