En un giro inesperado en el mundo del tenis, Novak Djokovic, el número uno del mundo y figura emblemática de este deporte, podría estar considerando un cambio drástico en su equipo técnico tras separarse de su entrenador Goran Ivanisevic la semana pasada, tras un comienzo por debajo de las expectativas en este 2024. La sorpresa radica en el posible reemplazo: Judy Murray, madre de Andy Murray, uno de los rivales más acérrimos de Djokovic en el circuito ATP.
Esta posibilidad surgió en un momento crítico para ambos deportistas. Por un lado, Djokovic, a sus 36 años, ha tenido un inicio mediático este año, contrastando con su exitoso 2023, donde logró un impresionante récord de 24 títulos de Grand Slam. Por el otro lado, Andy Murray enfrenta una lesión que ha insinuado el posible fin de su carrera como jugador profesional.
Judy Murray, de 64 años, no es una figura menor dentro del mundo del tenis. Respetada entrenadora y ex capitana del equipo de la Copa Federación de Gran Bretaña desde 2011 hasta 2016, Judy ha desarrollado una prolífica carrera en varios niveles, principalmente bajo el amparo de la Lawn Tennis Association (LTA) del Reino Unido. Además, su experiencia como jugadora en los años 70 le ha otorgado un bagaje único que ha sabido transmitir en sus roles como entrenadora.
Lo interesante de esta potencial colaboración es la histórica rivalidad de Djokovic no solo con Andy Murray sino con el tenis británico en general, haciendo de esta una alianza inesperada y que, sin duda, capturará la atención del mundo del deporte. Sin embargo, Judy Murray en marzo de 2023 en una entrevista para claytenis.com parecía haber descartado la posibilidad de volver al circuito. “No volvería a trabajar en el circuito con ningún jugador. Lo dejé muy claro cuando dejé de ser capitana de la FedCup”, sentenciaba, dejando en claro su enfoque hacia la enseñanza y el desarrollo de entrenadores.
A pesar de las dificultades que Djokovic ha enfrentado este año, tales como ser derrotado por Jannik Sinner en las semifinales del Abierto de Australia y su temprana eliminación en Indian Wells, quizá lo más llamativo fue la tensión con su equipo de entrenadores en Melbourne Park. Se reportó una discusión pública, donde incluso Ivanisevic mencionó que Djokovic “no era un tipo fácil” y le había pedido que dejara de “gritarle” desde el palco.
La separación de Djokovic e Ivanisevic, tras seis años de colaboración, abrió una ventana de oportunidad y, al mismo tiempo, de incertidumbre sobre el futuro del tenista serbio. Con una carrera tan distinguida como la de Djokovic, la elección de su próximo entrenador será crucial en su búsqueda por mantenerse en la cima del tenis mundial. La posibilidad de que Judy Murray pueda ser parte de este nuevo capítulo es, sin duda, uno de los temas más intrigantes en el tenis actual. Su experiencia y enfoque hacia la enseñanza podrían ofrecer a Djokovic una perspectiva renovada, tanto en su juego como en su enfoque mental hacia las competiciones.
