En un punto catastral de la región de Cataluña, al noreste de España, en la ciudad de Badalona, en la provincia de Barcelona se encuentra el hogar de la familia argentina Oro. Allí viven desde hace poco más de dos meses Alejandro y Romina, los papás de Faustino, de 10 años; “el pibe de Oro” que hace algunas horas causó un impacto mundial en el ámbito del milenario juego: logró derrotar en una partida de ajedrez bullet (cada rival dispone de un minuto para todo el juego) acaso, al mejor ajedrecista de todo el historial, el noruego Magnus Carlsen, de 33 años, N°1 del ranking de la FIDE, campeón mundial desde 2013 hasta 2021 (renunció a la quinta defensa de su corona por falta de incentivo de sus potenciales rivales), y que en diciembre último participó y ganó los Mundiales de Ajedrez Blitz (partidas a 3 minutos) y Rápido (15 minutos) en Uzbekistán. Por todo esto, hoy, en el hogar de los Oro no fue un día cualquiera.
“Te juro que me escribieron de más de 200 medios, de todas partes, solicitándome una entrevista con Fausti. Y así es imposible; se me hace muy difícil escuchar y atender a todos” le contó a Infobae, Alejandro Oro con una marcada sonrisa nerviosa. Y no es para menos, es que nunca antes hubo nada igual; su hijo desde hace tres años (en 2020 descubrió el ajedrez en tiempos de la pandemia del COVID-19) que participa y no para de batir récords, plusmarcas o hazañas deportivas que legendarias figuras de este juego como Fischer, Karpov o Kasparov, e incluso, el propio Carlsen no lo consiguieron a la edad de Faustino.
Fue campeón metropolitano y argentino, en la categoría Sub-8, y ganador de la medalla dorada en el Panamericano Sub-10. Es y ha sido considerado el mejor ajedrecista del mundo en las categorías Sub-8, Sub-9, Sub-10 y 11 en el historial de este juego. Además, en estos cuatro años, el pequeño Enfant Terrible obtuvo los títulos de Maestro Candidato y Maestro FIDE, y ya cuenta con una norma (son necesarias 3 para homologar el título) de maestro internacional. El paso previo para llegar a gran maestro; el gran sueño de Faustino, y también de sus papás.
Fue por esto que, en diciembre último, sus padres decidieron dejar atrás una vida confortable; ambos renunciaron a sus puestos de ejecutivos, él en Laboratorios Bagó, y ella en Tecpetrol, para comenzar una nueva vida, radicados en España, con la intención de acompañar el progreso de su único hijo. Para ellos el bienestar y el futuro de Fausti eran una prioridad absoluta; sus fuertes convicciones no les hizo dudar el salto.
“Como padres, tenemos el instinto de tratar de dar las mejores oportunidades a nuestro hijo, y si es esto a lo que Fausti se quiere dedicar, queremos que tenga la chance de competir con los mejores jugadores, y para ello debíamos venir a Europa ya que hay mucha más competencia que en Latinoamérica”, aseguró Alejandro, y agregó: “No importa a lo que tengamos que renunciar. Yo ya he hecho muchas cosas a lo largo de vida, ahora le toca a él. Para nosotros es imprescindible darle esa posibilidad, y después el tiempo dirá. Pero sería muy triste no haberlo intentado”.
Por eso desde la llegada a España la prioridad de los Oro fue encontrar una vivienda, salir en la búsqueda de una escuela para el niño y de oportunidades laborales para ellos. Todo eso con un máximo rendimiento de ahorros dado que el traslado o inscripción de los torneos son a veces una barrera para el crecimiento deportivo del niño.
— ¿Y qué hace Faustino, cómo es su día a día?
— Te diría que es muy aplicado, y está dedicado casi el 90% del tiempo de cada al ajedrez. Él es muy feliz jugando, porque como todo chico él se divierte jugando.
— ¿Desde la mañana hasta la noche?
— Si fuera por él seguro que lo haría, pero tratamos que tenga otras distracciones. Por ejemplo, antes o después de desayunar el practica un juego de ajedrez “puzzle racer”. Se trata de resolver problemas tácticos o estratégicos a gran velocidad, en un minuto o un poquito más. A mayor cantidad de aciertos y cuánto más rápidos los resuelvas, el programa te va dando puntos. Él obtuvo un récord de 132. Una marca increíble.
Para entender el comentario de papá Oro es necesario aclarar que la mayoría de los grandes maestros logran una marca de 70 u 85 puntos, y que el mejor ajedrecista francés, Vachier Lagrave poseía el récord de 125. Faustino también superó esa hazaña.
— Y cómo sigue su día
— Bueno, después del desayuno y antes del almuerzo juega partidas rápidas por internet. Cuando llega la tarde ya tiene programadas sus horas de clases con sus profesores, con el que más trabaja es con Jorge Rosito. También tiene otros como Roberto Servat, Mario Villanueva y Leandro Perdomo que fueron puestos a su disposición por la Federación Argentina de Ajedrez (FADA). En clase el aprende distintas etapas del juego y sobre todo trabaja mucho en el cálculo de jugadas. Después de las clases puede ser que tenga ganas de volver a jugar por Internet o se dedica a mirar vídeos, tiene una gran memoria y capta muy rápido las ideas sobre los puntos fuertes o débiles de cada posición.
— ¿Son un montón de horas?
— Y… sí, más o menos 55 horas semanales le dedica al ajedrez, que podría dividirse en 20 de juego, 15 de cálculos, 8 de táctica y 12 junto a sus profes.
— ¿Y sus distracciones?
— A él le gusta mucho el fútbol, en Argentina se hizo hincha de Vélez, acá todavía no se inclinó por ningún club, pero le gusta mucho ver todos los partidos. Las películas también le apasionan, y entre sus prioridades de este año también está el aprendizaje del inglés. Se está dedicando a ello.
— Se adaptó fácil al cambio de vida
— Podríamos decir que sí porque sigue haciendo lo que más le gusta que es jugar al ajedrez. Sí nos preocupa el tema alimentario, porque es fundamental que coma sano y bien, pero aún no se adaptó del todo.
Fausti que sigue la charla sólo repite, “lo que más extraño de Argentina son las milanesas y los helados”.
— Y ahora, cuáles serán sus próximos pasos
— En principio desde este miércoles nos trasladamos a Alicante porque allí comienza un gran torneo abierto, con varios buenos jugadores. Luego entre el 2 y 7 de abril jugará otro abierto en Menorca.
Se trata del VIII Open Internacional Semana Santa en San Vicente del Raspeig (Alicante) que reunirá en la sección principal a 425 jugadores, con 20 grandes maestros y un centenar de ajedrecistas titulados; los grandes candidatos son el ucranio Vasili Ivanchuk y el ruso, ahora suizo, Kirill Alekseenko junto a Daniil Yuffa, otro ruso que jugará con bandera española y Kacper Piorun, de Polonia. El pequeño Faustino Oro fue preclasificado en el puesto 90°. La prueba será con ritmo clásico (90 minutos más 30 segundos adicionales por cada jugada para cada rival) y a nueve ruedas.
El otro será el III Open de Menorca con 286 jugadores en el que el argentino está preclasificado en el puesto 115°.
Faustino, o “El pibe de Oro”, un niño con un talento infinito que se atrevió a desafiar los estándares de un juego con más de 15 siglos de historia documentada. Nunca hubo nada igual. Acaso ni él comprenda lo que está pasando, es que todavía no se despertó del sueño, y todavía quiere seguir jugando.