“Vivió para trabajar. Vivió laburando, la literatura era su laburo y era su vida, y ahora no puede ni siquiera escribir. Es muy doloroso”. Del otro lado del teléfono -y del Río de la Plata- quien habla con Infobae Leamos es Laura Gandolfo, hija del escritor, traductor y periodista argentino Elvio Gandolfo. Desde Montevideo, donde vive el autor de Mi mundo privado, Laura se conmueve y también pide ayuda.
Elvio Gandolfo espera una operación de próstata que, según lo programado, se llevará a cabo el próximo 19 de febrero en el Hospital Evangélico de la capital uruguaya, donde el escritor vive desde hace años. “Es la cirugía que le indicaron para intentar aliviar las infecciones urinarias que tiene, una detrás de otra, por el uso permanente de una sonda. Su diagnóstico desde hace unos meses es insuficiencia renal crónica y también insuficiencia cardíaca”, describe su hija.
Todo empezó en julio, reconstruye Laura en diálogo con Infobae Leamos. “Se complicó una hernia abdominal que tenía, que no atendía y que hasta ahora no le había dado problema. Tenía la salud normal de una persona de su edad -Gandolfo cumplió 76 años en agosto- y nunca lo habían internado. Pero en julio se descompuso y hubo que operarlo de urgencia”, cuenta.
Ese fue el principio del deterioro del autor de libros como Ferrocarriles argentinos y Cada vez más cerca. “Era una persona dentro de su estilo de vida y su sedentarismo. Tenía hipertensión nada más, nunca había tenido problemas de salud graves, se la pasaba leyendo y escribiendo. Pero en julio todo cambió”, cuenta Laura, la hija que se mudó a Montevideo para acompañar a su padre en la internación domicliaria que dispusieron los médicos del Hospital Evangélico.
“La anestesia general lo afectó mucho y me explicaron que a esa edad no siempre hay reservas biológicas para recuperarse. Tiene una depresión funcional y, al salir de esa cirugía salió otra persona. No era Elvio, no hablaba como él. Estaba como ausente, parte de la medicación le generó también episodios de delirio”, describe Laura Gandolfo.
“Lo que estoy pidiendo, en la medida de lo posible y para quien pueda hacerlo, es ayuda para poder costear los cuidados post-operatorios. La cirugía es para independizarlo de la sonda, que le está generando cuadros infecciosos permanentemente. Va a salir más limitado aún de esa cirugía, y cualquier ayuda permitirá que pueda estar en las mejores condiciones, menos dolorosas, luego de esa operación”, describe la hija del escritor.
Según explica, con esa colaboración Laura tiene previsto contratar ayuda para la higiene y el cuidado que Gandolfo requiera mientras deba permanecer en cama, así como la instalación del baño que requiera por su condición. “La ayuda puede suavizar un poco el peso hacia él y hacia mí”, sostiene. El flyer que circula para colaborar con la salud de Gandolfo indica contactarse con su hija por mail o por WhatsApp (lauragandolfo555@gmail.com y +59899952007).
“Aún no fue necesario hacer diálisis, pero sí hay instalado un proceso cognitivo, un proceso de demencia senil. Elvio puede hablar de libros y de cine, como lo ha hecho siempre. De pronto se pierde, pero por ahora puede y lo hace con los amigos que lo visitan y lo acompañan. Están al pie del cañón”, enfatiza Laura.
“Se conectaron varios lectores conmigo desde que empezó a conocerse esta iniciativa que tan amablemente hacen circular escritores como Pedro Mairal, por ejemplo. Me escriben para colaborar y también para hacerme saber lo que sienten por su obra”, describe Laura, y se vuelve a emocionar “Es que vivió laburando, entonces es muy conmovedor que reconozcan su obra porque esa fue su vida”.
“No conozco personalmente a tu papá, pero soy un lector y admirador de sus libros (…) Tu papá merece en este momento que le brindemos ayuda y tratemos de gestionar que alguien se haga cargo del costo económico de sus cuidados. No estás sola”, le escribió uno de esos lectores. Laura comparte el mensaje conmovida, e insiste en el pedido de ayuda: su padre será operado en menos de un mes.