Un colectivero de la empresa Movi encontró en la madrugada de este lunes en Rosario un trozo de cartón escrito dentro de la unidad de la línea 153 roja que decía: “Hoy uno menos con la mafia zona oeste”. El hallazgo se produjo en un galpón de la compañía ubicado en República del Salvador y Rueda, en el noroeste de la ciudad.
Por la intimidación, que surge después del asesinato de Marcos Iván Daloia (39 años), chofer de la línea K atacado en pleno recorrido, los delegados decidieron paralizar el servicio de transporte.
La nota fue encontrada debajo de la puerta de la unidad 326 de la línea 153, que estaba estacionada en la puerta del galpón. Ese colectivo tiene cámara de videovigilancia interna, por lo que se dispuso revisar las imágenes para intentar determinar la identidad de la persona que realizó la amenaza.
El cartel fue incautado por personal de la Policía de Investigaciones, que se dirigió al lugar por orden del cuerpo de fiscales del Ministerio Público de la Acusación, creado para esclarecer los atentados y crímenes considerados “narcoterroristas”. Se sospecha que esta nueva intimidación podría haber sido instigada por reclusos que buscan infundir temor en la sociedad con el objetivo de poder conseguir mejores condiciones de detención, que fueron endurecidas desde diciembre pasado.
La amenaza tiene un contexto. El pasado 2 de marzo, sicarios en un auto realizaron nueve disparos contra un micro de la empresa Laguna Paiva que trasladaba por avenida Circunvalación a agentes penitenciarios de la cárcel de Piñero. Por esa balacera, un efectivo sufrió un roce de bala en la nuca y otras tres trabajadoras debieron recibir asistencia por cortes sufridos con el estallido de los vidrios.
El 5 y 6 de marzo fueron asesinados los taxista Héctor Raúl Figueroa (43) y Diego Alejandro Celentano (38) con una mecánica muy similar. En ambos casos se descartó la hipótesis de robo, no se dejaron carteles y se presume que los agresores escogieron a las víctimas aleatoriamente.
El 6 de marzo, gatilleros en moto dispararon contra un colectivo de la línea 122 que, en pleno recorrido, pasaba por la intersección de Cerrito y México, aunque en ese hecho no hubo lesionados. No obstante, al día siguiente, Marcos Daloia recibió dos disparos en la cabeza de un sicario que se hizo pasar por pasajero y lo atacó en una unidad de la K en Mendoza y México. Tampoco hubo nota ni robo, y se consideró en la investigación del Ministerio Público de la Acusación que se trató de un caso más dentro de una seguidilla de ataques que pretendían generar terror.
Daloia falleció el 10 de marzo en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. Desde que tuvo lugar el ataque hasta después de la muerte, la ciudad estuvo sin colectivos. Es que el caso de Daloia lamentablemente no fue el único en Rosario donde un chofer fue asesinado por gatilleros que buscaban impacto social. El 2 de diciembre pasado mataron al colectivero César Roldan, chofer de la línea 116, que fue atacado al frenar en Eva Perón y Cullen por un sicario que dejó un mensaje escrito dirigido a un recluso que está imputado como tiratiros de la banda narco liderada por Alan Funes.
En esa causa no hay detenidos, y la hipótesis principal es que la víctima fue elegida al azar con el objetivo de generar conmoción y enviar un mensaje a un narco. La medida tomada agarró por sorpresa a mucha gente de la ciudad. Las paradas de las esquinas se vieron repletas de personas que desconocían la situación y buscaban la manera de llegar a su destino.