Hasta en la Casa Rosada se sufrieron los efectos de la intensa tormenta que se desató en las últimas horas en la Ciudad de Buenos Aires. El fenómeno climático se sintió en los ingresos sobre la calle Balcarce, también en la explanada por la que ingresan habitualmente el Presidente de la Nación y los principales funcionarios y en algunas dependencias como la Sala de Periodistas, ubicada en el primer piso, donde las goteras y filtraciones ocasionaron una mini inundación. Incluso por el temporal, la habitual conferencia de prensa del vocero presidencial, Manuel Adorni, tuvo que postergarse en dos ocasiones.
Con secadores y trapos de piso, el personal de limpieza tuvo que ingeniárselas para que la situación fuera menos traumática. Un problema con los desagües que provienen del techo, colapsados ante semejante caída de agua en poco tiempo, hicieron casi inútiles todos los esfuerzos. En algunas oficinas, como en la que todos los días trabajan los periodistas acreditados, ante los inconvenientes hubo que colocar tachos que permitieron que no se mojaran cables de electricidad, los equipos de aire acondicionado y las computadoras sobre los distintos escritorios.
“Son años de falta de mantenimiento”, reconoció un empleado con varios años en la Casa de Gobierno. La reforma que encaró la gestión de Mauricio Macri, cuando colocó cúpulas vidriadas sobre la Rosada, fueron señaladas como una de las posibles causas de los anegamientos, porque no permiten que el agua escurra de forma rápida. Los sucesivos arreglos que hicieron distintas gestiones parecen no haber dado resultado.
La postergación de la conferencia de Adorni -debió retrasarse dos veces- tuvo que ver, de acuerdo a lo que manifestaron integrantes de los equipos técnicos, con la intensa tormenta eléctrica. “Al ser transmitida por streaming, la rueda de prensa se nos iba a cortar a cada rato”, admitieron ante Infobae.
En la puerta de ingreso de la mayoría del personal, sobre Balcarce 24, en el momento más intenso de la lluvia, entre las 10 y las 11 de la mañana, también se juntó gran cantidad de agua. La amplia vereda con baldosones blancos y grises virtualmente colapsó y sortear ese obstáculo casi se hizo imposible.
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