Si bien Argentina y España albergan poblaciones similares – el país ibérico tiene 48.797.875 habitantes a julio de este año, y el nuestro 45.892.285, según el último censo de 2022 – los integrantes del Senado español son 266, más del triple que los 72 de Argentina. Sin embargo, el presupuesto para este año de la Cámara alta española es menos de la mitad de la partida anual que tiene vigente el Senado argentino.
Ese cuerpo en la península hispana tiene un presupuesto de 68.321.836 euros, según los datos publicados en el área de Transparencia de su página web. A la cotización del Banco Nación del 9 de octubre, equivalen a $72.352 millones de nuestra moneda. Esa cifra es el 45% del presupuesto que tiene vigente el Senado argentino para 2024, $160.599 millones, según el sitio oficial de Presupuesto Abierto.
Estos números implican que en la relación presupuesto y cantidad de senadores, el costo anual por senador en España equivale a 256.849 euros ($272 millones de nuestra moneda) y en Argentina de 1.993.335 euros ($2.100 millones), según la conversión realizada por este medio al cambio oficial del Banco Nación.
Sistema de elección
En España, la presidencia del Senado no es ocupada por el o vicepresidente/a del país como es el caso de Victoria Villarruel en Argentina, sino que es votada por sus pares. En este caso, Pedro Rollán Ojeda fue promovido por el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, fuerza política mayoritaria en la Cámara alta ibérica. Villarruel se reunió con Rollán Ojeda el lunes pasado es su visita a España, su primer viaje oficial al exterior.
El Senado español funciona como una cámara de representación territorial, cuya misión es rever o aprobar los proyectos de ley enviados por el Congreso de los Diputados.
Su número de integrantes no es fijo. En la última elección, su composición pasó a ser de 266, aunque actualmente hay en actividad 265 senadores. Su sistema de elección es mixto: 208 se eligen mediante el voto en representación de las provincias: las peninsulares eligen 4 cada una, las islas grandes (Gran Canaria, Mallorca y Tenerife) eligen tres, y las islas menores, uno. Las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla eligen dos cada una. Los otros 58 senadores son designados uno por cada comunidad autónoma, más otro adicional por cada millón de habitantes en su territorio. Su mandato es de cuatro años y coincide con el de las Cortes Generales, por lo que puede terminar anticipadamente si se disuelven las cámaras.
En Argentina, las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires – más allá de su población o superficie – eligen tres senadores cada una por voto directo, dos por la mayoría y uno por la minoría. Su integración quedó establecida en 72, desde la reforma constitucional de 1994, con un mandato de seis años. Su renovación es alterna por tercios: en las elecciones de medio términos y las presidenciales se eligen 24 integrantes cada dos años, correspondientes a 8 distritos.
Ante la consulta de Infobae, desde la presidencia de la Cámara alta señalaron que la comparación entre ambos cuerpos legislativos “no es justa ya que tienen funciones institucionales diferentes, y por lo tanto un peso político específico es muy distinto”.
También destacaron que “el Senado español busca ser una cámara de representación territorial, pero su papel en la práctica es más débil, y su capacidad para defender los intereses de las comunidades autónomas es limitada. A eso se le debe agregar la diferencia entre las extensiones de los territorios de cada país. La distancia de viaje de Madrid a Girona (uno de los extremos este del país) es de 705 km, mientras que la distancia que deben recorrer los representantes de Tierra del Fuego para representar a su provincia en el Senado es de 3000 km”.
Las diferencias en personal
En la cantidad de personal también los números son muy dispares. El Senado argentino cuenta actualmente con 4.754 empleados, de los cuales 2.675 son de planta permanente (continúan más allá de los recambios parlamentarios), 1.673 de planta transitoria, y 406 contratados, según el listado publicado en la web de la Cámara alta y analizada por Infobae. En cambio, la Cámara alta española tiene solo 555 empleados, según el dato informado en su sitio web, correspondiente a abril.
Estos números arrojan un promedio de 66 empleados por senador, aunque no todos están asignados a los legisladores. Los que trabajan en sus despachos o en las provincias de los legisladores a su servicio suman 1.281, cifra que equivale a 18 empleados por senador en promedio. El resto se desempeñan en la presidencia de la Cámara, en las secretarías parlamentaria y administrativa, en las comisiones, en las distintas direcciones y áreas del Senado, así como en los bloques políticos.
Esa relación es muy superior a los dos empleados, en promedio, por cada senador del país ibérico, considerando las 555 personas que, según publica el sitio oficial del Senado español, trabajan en este cuerpo. Esta cantidad incluye a los funcionarios de las Cortes Generales adscritos al Senado, desde letrados, bibliotecarios y asesores facultativos, hasta taquígrafos, técnicos, administrativos y porteros; personal de mantenimiento y del área técnica; personal adscripto para funciones de seguridad, correo y choferes; así como el personal eventual de asistencia directa y de confianza de los parlamentarios.
Los senadores con más empleados
Los senadores argentinos que tienen más asesores y secretarias/os en su despacho son la senadora Carolina Moisés (UxP-Jujuy) con 40; Antonio Rodas (UxP-Chaco) con 39; Gerardo Montenegro (UxP-Santiago del Estero) y Fernando Rejal (UxP-La Rioja) con 34 cada uno; María Inés Pilatti Vergara (UxP-Chaco) con 32; y José Mayans (UxP-Formosa) con 31.
En el otro extremo, los que menos personal tienen designados a su servicio son Carolina Losada (UCR-Santa Fe) y Claudia Ledesma Abdala (UxP-Santiago del Estero) con 4 cada una; Rodolfo Suárez (UCR-Mendoza) con 6; y Alejandra Vigo (Hacemos por Córdoba), Guadalupe Tagliaferri (PRO-CABA), Francisco Paoltroni (ex LLA-Formosa), Juan Carlos Pagotto (LLA-La Rioja) y Juan Manzur (UxP-Tucumán) con 7 cada uno.
Pero a su vez, cada bancada política tiene personal propio. El bloque que más aumentó su personal desde abril a la fecha es el de La Libertad Avanza: pasó de 3 a 18. Los senadores libertarios apenas suman 6, tras la salida de Paoltroni a finales de agosto por sus críticas al asesor de Milei, Santiago Caputo.
Con 17 miembros, el bloque mayoritario del Frente Nacional y Popular – que comanda Mayans – tiene 35 empleados, la misma cantidad que hace seis meses. La otra bancada kirchnerista de Unidad Ciudadana, integrada por 16 miembros, dispone de 22 empleados (en abril eran 19).
El bloque de la UCR, que integran 13 senadores e, históricamente, tuvo superpoblación de personal acumulado a lo largo de distintas gestiones, cuenta actualmente con 33 empleados, una docena menos que en abril. En tanto que la bancada del PRO, con 7 senadores, mantuvo sus 15 empleados en los últimos seis meses.
Los empleados de Bedia
Después del escándalo desatado cuando se supo que la senadora Vilma Bedia, de La Libertad Avanza, tenía una decena de familiares nombrados en la Cámara alta, la legisladora jujeña debió desprenderse de, al menos, cuatro de ellos. No figuran en la actualidad como empleados del Senado sus hijos Joel Benjamín y Pablo Joaquín Mamani, su hermano Daniel Ricardo Bedia, ni su nuera Mirta Araceli Silisque, según el chequeo de las bases de datos realizado por Infobae.
Sí continúan su otro hijo José Mamani, con categoría A-1, y su sobrina Daiana Ester Llanes, con categoría A-3, ambos designados en su despacho en planta transitoria del Senado.
También sigue su sobrina Sonia Alicia Mamani, con categoría A-4, designada en planta permanente, en el despacho de la senadora libertaria por San Luis Ivanna Arrascaeta.
Carga y chequeo: Desiré Santander
Infografías: Marcelo Regalado
