A menos de un día de haber sido detenido, en la mañana de este viernes debía declarar ante las autoridades judiciales el padre del niño de 10 años que se presentó en una comisaría de Vinará, Santiago del Estero, para denunciar que sufría malos tratos en su casa. Sin embargo, en presencia de su defensor oficial, el acusado se abstuvo de declarar ante el juez de control y garantías Diego Martín Vittar y el fiscal de los departamentos de Termas de Río Hondo y Jiménez, Carlos Vega.
El arresto se realizó luego de que acusaran al imputado de lesiones en contexto de violencia intrafamiliar, tras la presentación de testigos que acreditaron los hechos referidos por el nene, según pudo saber Infobae.
“Refiere que ha sido testigo de, por lo menos, dos ocasiones en las que golpeaba al menor. Y que lo tenían reducido a una especie de servidumbre, porque veía que él estaba a cargo de sus tres medios hermanos menores; y hasta lavaba la ropa y hacía todo tipo de tareas en donde se evidenciaba el maltrato”, destacaron las fuentes consultadas lo más valioso de uno de los testimonios.
Esa versión condice con lo que el niño les contó a los policías de la subcomisaría de Vinará este martes, cuando, vestido con el uniforme del colegio, se presentó y les pidió auxilio: “Dijo que quería contar que sufría malos tratos a manos de sus padres y que esa situación de violencia familiar era constante”.
La otra novedad importante en este cierre de semana fue que, según le indicaron fuentes de la investigación a Infobae, los abuelos maternos del menor, recién llegados de Mar del Plata, se presentaron espontáneamente ante la Justicia “para tomar conocimiento de la situación”.
“Trajeron luz a cómo arribó la mujer a Termas de Río Hondo con el nene hace 3 años, cuando inició una relación con este hombre (el detenido). Dieron datos de interés para la causa”, resaltaron las fuentes consultadas.
Por otro lado, ante un pedido de la madre del niño, los abuelos presentaron un documento para que el menor conviva con ellos y un tío de él, “al menos hasta que esté la cámara Gesell”. Esa declaración se producirá el próximo miércoles.
Ante la solicitud, el fiscal Vega los acompañó, junto a personal policial, a visitar al chico -que sigue conviviendo con su mamá-. “Tuvieron un encuentro familiar, hacía mucho que no se veían. Él los abrazó a los abuelos. La madre del nene quiere que esté con ellos y un tío hasta que esté la cámara Gesell”, señalaron las fuentes.
Al finalizar la visita, se produjo un hecho que conmovió a los corazones presentes, ya que antes de que se retiraran todos, el niño “salió con la mochilita queriendo irse ya con los abuelos”.
El mismo martes en que el niño fue a la comisaría, las autoridades convocaron a la madre y al padrastro, padres de otros tres hijos: un bebé y dos niños de 2 y 3 años. El paso siguiente fue llevar al niño, junto a sus progenitores, ante un médico para constatar las lesiones que mencionaba el chico.
“Evidentemente, el profesional halló hematomas y golpes en diferentes partes del cuerpo, pero allí surgió la versión de los padres”, describieron sobre cómo se encaró este sumario tendiente a establecer si se estaba en presencia de un ilícito.
La madre y el padrastro del chico, en su versión, adujeron que las marcas en su cuerpo serían producto de “actos de rebeldía del menor”. Y argumentaron que sus acciones se habrían desencadenado tras una reciente mudanza a la provincia desde la Costa Atlántica y la llegada de sus medios hermanos.
Incluso contaron que el niño está bajo tratamiento psicológico, aportaron los datos del profesional y el fiscal Vega ya lo citó a declarar: lo relevará del secreto profesional. También esperan los informes de los maestros. Mientras tanto, las autoridades comenzaron a buscar testigos que hayan presenciado lo que cuentan las partes involucradas. Y los consiguieron, dándole la razón al menor. Eso les permitió accionar contra el padrastro.