A comienzos de febrero pasado, el concejal Gabriel Sandoval, dirigente de Unión por la Patria, secretario del Concejo Deliberante de Lanús, sufrió el robo de su auto en un temerario asalto.
El hecho ocurrió en un restaurante ubicado en Lanús Oeste. El concejal había ido a cenar a una vinoteca que se convirtió en el blanco de cuatro ladrones, quienes ingresaron armados al lugar e interceptaron a Sandoval a punta de pistola para robarle su celular y las llaves de su auto, un Toyota Corolla blanco, que estaba estacionado a pocos metros del local. “Dame el Corolla”, le gritaron.
El auto fue recuperado poco después en la esquina de Rio Cuarto y Limay en Barracas, a poca distancia de la Villa Zavaleta.
Consultado por Infobae, el funcionario detalló lo ocurrido y explicó cómo fue el operativo para recuperar su vehículo. Dijo que después de que le robaron corrió hacia la calle para pedir ayuda y que, en ese momento, se cruzó con un patrullero de Seguridad Ciudadana que lo llevó hasta la Comisaría 1° de Lanús, donde radicó la denuncia. Allí, además, aportó un localizador de su teléfono celular que permitía rastrear dónde estaba el aparato que se habían llevado los ladrones. Con esa pista, explicó, el personal policial de la Comisaría 1° de Lanús salió en busca del Corolla blanco.
“Los delincuentes vienen a delinquir desde el barrio Zavaleta”, afirmó Sandoval.
Ayer viernes, casi un mes después, dos sospechosos de haber cometido el asalto fueron detenidos en la zona del asentamiento porteño por la División Investigación del Robo Organizado de la PFA. Fueron identificados como Eduardo Cardozo y Alberto Navarro, ambos, según confiaron investigadores del caso, con antecedentes penales. En uno de los domicilios allanados se encontraron más de 25 teléfonos iPhone y tres iPad: la PFA cree que allí se operaba un laboratorio para desarmar celulares robados. Los aparatos podrán ser analizados para que se determine su orígen.
Los sospechosos fueron hallados tras varias tareas de seguimiento de cámaras, rastreo de GPS y trabajo de campo. Así, la PFA identificó tres domicilios relacionados con una organización criminal, así como un laboratorio dedicado a modificar teléfonos de alta gama.
La investigación del hecho suscitó una polémica política entre Sandoval y la Policía de la Ciudad, luego de que una versión atribuyera el hallazgo del auto a la fuerza porteña, algo que el concejal negó. El resto de la investigación tampoco estuvo exento de polémicas.
Según marcó el GPS, los delincuentes escaparon en dirección a la ciudad de Buenos Aires. “Salieron por Pavón, subieron por Puente Pueyrredón y bajaron a la altura de Barracas”, dijo Sandoval. En efecto, horas después del robo, el funcionario logró recuperar el vehículo, pero no su teléfono. “El localizador nos mostraba que estaba en el barrio Zavaleta, pero la fiscal en turno no quiso hacer el allanamiento y tuve que retirarme. Teníamos una pista y, por algún motivo decidieron no llevarla adelante”, dijo Sandoval a Infobae.