Análisis del difícil cruce de Argentina ante la Italia de Sinner en la Copa Davis: por qué es una serie “jugable”

Sinner Cerúndolo
Sinner y Cerúndolo se enfrentaron en 2022 (REUTERS/Ciro De Luca) (CIRO DE LUCA/)

Argentina regresa a la lucha por la Ensaladera de Plata. Lo hace después de cinco años y en condiciones diferentes a las de aquel momento cuando, en 2019, el equipo capitaneado por Gastón Gaudio lo integraban Diego Schwartzman, Guido Pella, Leonardo Mayer, Máximo González y Horacio Zeballos. Argentina se despidió en la Caja Mágica, en cuartos de final, frente a la España de Rafael Nadal, que terminó alzándose con el título.

Ahora, es el turno de Guillermo Coria, justamente, el sucesor del Gato. Ya lo intentó una vez el Mago, en 2022, pero esa fase de Grupos, problemas internos mediante, resultó un escalón inesperadamente muy alto e insalvable.

El paso de estos dos años consolidaron a un equipo que, salvo los veteranos, los experimentados integrantes de la pareja de dobles Machi y Molteni, nunca vieron jugar al Guillermo Coria que llenaba de magia con su tenis las canchas del mundo, porque tenían entre cinco y siete años cuando el Mago comenzó con sus luchas internas y las lesiones, para terminar colgando la raqueta en 2009.

El arranque no es sencillo, pero nada es fácil cuando quedan los ocho mejores. El camino se iniciará ante el último campeón de la Copa Davis. La selección argentina de tenis enfrentará a Italia, como lo hizo en la fase de Grupos de Bolonia, en 2022. Mantiene al mismo capitán de aquel momento y a tres de sus cinco jugadores: Francisco Cerúndolo, Sebastián Báez y Máximo González. En aquella ocasión, Peque Schwartzman era el N° 1 de la Argentina, pero le hizo conocer al cuerpo técnico su indisposición para ingresar a la cancha en esa jornada, por eso, el debut en Copa Davis de Fran fue ante el aspirante a grandes títulos y la cima del ranking mundial, Jannik Sinner, cuando, en realidad, Coria lo había pensado para el single 2 ante Berrettini.

El niño prodigio de San Cándido volverá a estar al frente de su equipo, es lo que se presume en los papeles, junto a él podrían repetir la formación, como en Bolonia, Matteo Berrettini y Simone Bolelli. Otro que seguro integrará la formación italiana será Andrea Vavassori, habitual compañero de dobles de Bolelli en el circuito y en los equipos representativos de su país.

Además, hay que tener en cuenta la gran variedad de jugadores que hay entre Sinner y Berrettini, con mejor ranking que Matteo, y que podrían ser convocados.

Lorenzo “Lolo” Musetti (22 años, N° 19 del ranking), semifinalista de Wimbledon y medallista olímpico.

Flavio Cobolli (22 años / #32), compitió en la fase del Grupo A.

Matteo Arnaldi (23 / 33), también integró el equipo que llegó a cuartos de Málaga.

Luciano Darderi (22 / 41), el geselino que compite bajo bandera italiana comenzó con un muy buen año en Argentina y lo ha sostenido en la temporada.

Y, por las dudas, Lorenzo Sonego (29 / 50), por detrás de Berrettini.

Un equipo altamente competitivo, pero con dos que marcan la diferencia en este tipo de superficies, Sinner y Berrettini, ya que Musetti no ha tenido buen rendimiento en este territorio durante la temporada pasada y Cobolli hace un año estaba jugando challengers, sin tan buenos resultados. Darderi ha demostrado moverse mejor sobre polvo de ladrillo y Arnaldi sería una alternativa que no se ha probado demasiado sobre estas canchas, por lo que es sencillo especular con que el capitán italiano (finalista del Argentina Open en 2006) Filippo Volandri vaya con la formación que también imagina Coria: Sinner, en el single 1, Berrettini, en el single 2, y Bolelli-Vavassori para el dobles.

¿Y si Jannik decide no ir a Málaga?

Suena como algo difícil e improbable, pero el N° 1 del mundo se clasificó desde hace tiempo al ATP Finals, más conocido por todos como el Masters, ese torneo que reúne a los mejores ocho jugadores de la temporada. De más está decir que Sinner es gran candidato al título o a llegar a la final, que se disputará el domingo 17 de noviembre, dos días antes del inicio de Copa Davis, por lo que, si la presencia del italiano se mantiene hasta ese último día, si decide competir por la Ensaladera, su equipo no jugaría hasta el miércoles o jueves. Lo que quiere decir es que es muy probable que el debut de Argentina sea el 20 o 21 de noviembre.

Pero si Jannik pierde antes, es fija que el equipo campeón 2023 sea quien abra la competencia el 19.

En caso de que Sinner culmine la temporada agotado o no de la mejor manera y decida no jugar contra Argentina, será Volandri, del mismo modo en que lo hizo Coria ante Canadá, el que defina qué jugador prefiere que enfrente a cada uno de sus adversarios y, de esa manera, jugará con los rankings de los jugadores y convocará en consecuencia.

Es seguro que establecerá a Musetti o Cobolli en medio de Berrettini y Sinner, para tener la posibilidad de variantes y explotar el posible ataque del equipo rival sobre el single 2. Difícilmente deje a Matteo como Single 1, eso indicaría que hay varios que no quisieron jugar.

¿Qué puede suceder con Argentina?

El capitán argentino ya anunció que irá con los mismos jugadores que estuvieron en Rosario y en Manchester. Se puede especular con que cada uno de los representantes pueda mantener su puesto en el ranking nacional, con lo cual no variará la presentación del equipo.

Seba Báez, hoy tiene 1.760 puntos en el ranking, de los que defiende sólo 90 hasta fin de temporada. Francisco Cerúndolo (1.500 puntos) debe defender 180 unidades, por lo que, para superar a Sebastián deberá esforzarse en los dos Masters 1000 que quedan, Shanghai y París. Algo parecido le pasa a Tommy Etcheverry (1.390), que si bien con menos esfuerzo puede quitarle el 2 de Argentina, tiene que defender 180 puntos y conseguir mejores rondas que Francisco en los Masters 1000 o en Basilea, si lo juega.

De esta manera, los choques, tal como se dieron en Bolonia, no podrán repetirse. Zeballos no estará en el equipo, no sólo porque se bajó de cualquier convocatoria, sino que parece que tampoco tendría compañero, y, al menos en este momento, es muy probable que Báez no será el 2 y se mantenga como el mejor del equipo. Y aquí las especulaciones por el lado argentino, ¿qué hará el capitán? Para vencer a Sinner se necesita más que jugar bien, hay que esperar que él también aporte siendo errático. Por eso, la estrategia estará dirigida a vencer en el primer partido de la serie, el del single 2, y luego en el dobles. No hay mucho más.

Si los rankings se mantienen y Coria piensa, como contra Canadá, que Cerúndolo es el jugador que puede vencer a Berrettini o a quien esté en ese lugar, Sebastián Báez deberá volver a ingresar, otra vez, para sacrificarse o disfrutar, depende de cómo lo tome, de un partido ante el N° 1. Aquí aparecerán nuevamente las críticas o discrepancias con el capitán argentino, a quien le exigen poner a Cerúndolo y Etcheverry, tomando el bajo rendimiento de Báez sobre esta superficie, sin importar las preferencias o experiencias de los jugadores.

Coria jugará con los rankings y también con las rachas de sus pupilos (Reuters/Ed Sykes)
Coria jugará con los rankings y también con las rachas de sus pupilos (Reuters/Ed Sykes) (Ed Sykes/)

Las tácticas y las estrategias existen en todos los deportes y el tenis no escapa a ello. En la final de Copa Davis contra Rusia (Moscú 2006), Luli Mancini, el capitán argentino, decidió que Chucho Acasuso enfrentara en el último punto a Marat Safin, para definir al campeón. Agustín Calleri le reclamó a Mancini por qué no lo ponía a él en vez de Acasuso, dado que su juego era incómodo para Safin, a quien le había ganado en dos de las tres ocasiones que se enfrentaron. Acasuso cayó muy ajustado en una cancha incómoda. Pero, en el primer punto de la serie, Luli había ido a la lógica, a la segura. Para enfrentar a Davydenko, lo metió a Juan Ignacio Chela adentro de la cancha, que le había ganado los cinco enfrentamientos que había tenido. Fue la primera de las dos únicas victorias del ruso sobre el de Ciudad Evita.

Como en cualquier equipo, se hacen evaluaciones y se plantean estrategias. Los jugadores ingresan a la cancha con sus mejores anhelos, con sus intenciones de gloria, sus presiones y sus nervios, para dar lo mejor que pueden en ese momento. Después, la pelotita entra o no entra.

¿Por qué es jugable para la Argentina?

Si Coria tiene en cuenta los antecedentes, verá que en la fase de Grupos, el dobles cayó en dos de los tres puntos que disputó (frente a dos fuertes duplas, la brasileña Mattos-Melo y la neerlandesa Koolhof-Van de Zandschulp). Por su parte, Cobolli cayó en una de sus dos presentaciones, frente a Zizou Bergs, mientras que Berrettini ganó sus tres partidos y Matteo Arnaldi salió victorioso ante Brasil.

También podrá ver que Cerúndolo le ganó dos de las cuatro veces que enfrentó a Sinner, aunque la última fue en polvo, el año pasado, y que Etcheverry no sólo le ganó cuatro veces a Cobolli, sino que nunca jugó con Berrettini, quien tiene un historial de 1-0 sobre Francisco, en polvo.

En tanto que Machi González y Andrés Molteni están 1-1 con la pareja italiana.

Así se presenta una serie que será de difícil pronóstico, pero jugable. Que será estudiada por ambos equipos, aunque los favoritos son los italianos. Un match para el que Guillermo Coria debería esperar, tal vez, que Cerúndolo se mantenga por encima de Etcheverry y, así, poder jugar con los rankings, si es necesario.

Si logra el cometido, se vendrá Estados Unidos o Australia. Pero eso es parte de otro análisis.