“Mi discurso en Davos. Viva la libertad carajo”. Con esas dos frases como texto de su posteo en Instagram, el presidente de la Nación Javier Milei resumió su ponencia ante el Foro Económico Mundial (FEM) en Davos, ocurrido el día de ayer.
Lo que llamó la atención en las redes fue la imagen que el líder de La Libertad Avanza eligió para ilustrar su publicación virtual: la de un león (el felino con el que se caracterizó a Milei en su época de campaña proselitista) que martilla la insignia comunista. La potencia del golpe, sobre el símbolo de la hoz y el martillo, se graficó además con varios escombros en la base, producto del impacto.
Vale recordar que la simbología aludida se remonta a la Revolución Rusa, de 1917, que condujo al derrocamiento del zarismo imperial, encabezado por Nicolás II, y en donde -por primera vez- se utilizaron ambos elementos como estandarte de lucha. El martillo representaba a la clase obrera industrial y la hoz a los trabajadores agrícolas.
El discurso presidencial en el Foro de Davos mantuvo un tono vehemente en defensa del capitalismo y se opuso al socialismo. “Occidente está en peligro porque aquellos que supuestamente deben defender los valores de occidente se encuentran cooptados por una visión del mundo que inexorablemente conduce al socialismo y, en consecuencia, a la pobreza”, fue uno de los pasajes más elocuentes de su alocución.
Y amplió sobre ese concepto: “Este fenómeno de empobrecimiento que produce el colectivismo no es una fantasía, ni tampoco fatalismo, es una realidad que los argentinos conocemos muy bien”. Y agregó: “Los experimentos colectivistas nunca son la solución a los problemas que aquejan a los ciudadanos del mundo sino que, por el contrario, son su causa”.
Según el Presidente, “el capitalismo de libre empresa como sistema económico es la única herramienta que tenemos para terminar con el hambre, la pobreza y la indigencia a lo largo y a lo ancho del planeta”. Y sostuvo que “nunca debe olvidarse que el socialismo es siempre y en todo lugar un fenómeno empobrecedor que fracasó en todos los países que se intentó. Fue un fracaso en lo económico, en lo social y en lo cultural. Y además asesinó a más de 100 millones de seres humanos”.
Durante su discurso en Davos, Milei enfatizó que “los socialistas sostienen que los seres humanos dañamos el planeta y que debe ser protegido a toda costa, incluso llegando a abogar por mecanismos de control poblacional o la tragedia del aborto”. Y argumentó que “los neo-marxistas han sabido cooptar el sentido común de Occidente, lograron esto gracias a la apropiación de los medios, de la cultura, de las universidades y sí, también, de los organismos internacionales”.
El “dilema que enfrenta el modelo económico neo-clásico“ fue otro punto al que se refirió el jefe de Estado. “Es que dicen querer perfeccionar el funcionamiento del mercado, atacando lo que ellos consideran fallos, pero al hacerlo no sólo le abren las puertas al socialismo, sino que atentan contra el crecimiento económico. Ejemplo, regular monopolios, destruirle las ganancias y los rendimientos crecientes que, automáticamente, destruiría el crecimiento económico”.
Y prosiguió: “Dicho de otro modo, cada vez que ustedes quieran hacer una corrección de un supuesto fallo de mercado, inexorablemente, por desconocer lo que es el mercado o por haberse enamorado de un modelo fallido, le están abriendo las puertas al socialismo y están condenando a la gente a la pobreza”.