Pese al pedido que algunos intendentes peronistas le hicieron al presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, días atrás para que el espacio ceda en la interna desatada desde principios de año, el deseo parece lejos de concretarse. El epicentro del conflicto aparece en la Tercera sección electoral donde el peronismo -pese a la ola libertaria- hace gala de su poder territorial. Quién conduce ese territorio en términos políticos es, en definitiva, lo que está en discusión.
Pero en las últimas horas, la cuestión inició una escalada que además involucró a otros actores políticos más allá de los protagonistas que son la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza; de Avellaneda, Jorge Ferraresi y de Lanús, Julián Álvarez.
Esta semana Ferraresi recibió en su distrito a integrantes de la Asociación Mutual de Guardavidas Argentinos Asociados de Lanús remarcando que “hace cuatro meses” que usan las instalaciones del Natatorio Avellaneda Olímpica “debido a la falta de infraestructura en su ciudad”; es decir Lanús. El mensaje tiene como objetivo poner la gestión del camporista Julián Álvarez.
Desde fines del año pasado que Ferraresi busca hacer pie en el distrito que gobierna La Cámpora. Para ello cuenta con la concejal lanusense Belén Berrueco, con quien articula este tipo de acciones. En diciembre del 2023, Berrueco se fue del bloque de concejales de Unión por la Patria que responde a Álvarez y armó su monobloque bajo el nombre de Unión por la Patria-Peronismo bonaerense.
El intendente de Avellaneda se muestra políticamente activo sobre la Tercera sección electoral y por fuera de la región metropolitana: sin embargo, los distritos de Quilmes y Lanús es donde hace epicentro. Esta semana también encabezó otro plenario en el municipio que gobierna Mayra Mendoza. Lo hizo con el concejal de Quilmes, Ariel Burtoli. No es la primera vez que despliega este tipo de acciones en un distrito donde gobierna el peronismo. Lo que busca Ferraresi es poner en discusión cómo se compondrán las listas del año que viene, qué estrategia habrá en definitiva. Si la famosa lapicera con la que se inscriben las candidaturas la manejará Kirchner y La Cámpora o habrá lugar para otros sectores peronistas. Ferraresi -al igual que un grupo de dirigentes peronistas distanciados de La Cámpora, pero con responsabilidades institucionales tanto en el orden local o provincial- quieren sentarse en esa mesa decisoria. El camino para llegar a esa instancia presenta, indefectiblemente, confrontaciones.
La interna entre estos dirigentes mantiene cierta atención en el universo peronista de la provincia de Buenos Aires. Hubo, en las últimas horas, un gesto de cierta elocuencia y sorpresa que fue la intervención de la presidenta del bloque de senadores provinciales de Unión por la Patria, Teresa García.
La legisladora consideró que “Mientras la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, pelea contra los que están empobreciendo a la gente…hay quienes pelean con los propios compañeros”, en referencia a Ferraresi. García es una dirigente de diálogo con la ex presidenta Cristina Kirchner. Pese a haber sido ministra de Gobierno durante el primer mandato del gobierno de Axel Kicillof, siempre respondió orgánicamente a la ex mandataria. Tiene, además, cierta influencia en la estrategia electoral del peronismo en la provincia de Buenos Aires. En las últimas elecciones estuvo a cargo de la fiscalización de la fuerza, además de integrar la junta electoral del partido que conduce Máximo Kirchner.
Como dio cuenta Infobae, la intendenta de Quilmes viene levantando el perfil dentro de la discusión interna y en vistas a los procesos electorales. De marcado perfil cristinista, asoma como una de las apuestas que podría jugar La Cámpora a la hora de pensar en la sucesión de Kicillof que en 2027 no tiene reelección. Ferraresi es otro. Antes está el 2025 y los resultados que allí se consigan serán un punto de inflexión.
Mientras, la quilmeña objeta las políticas de Milei y -cuando considera necesario- también se diferencia de la figura de Kicillof; en parte por el acercamiento que el mandatario bonaerense tiene con todo un sector del peronismo que construye internamente para posicionarlo como la principal figura opositora a Milei y, en definitiva, la opción electoral más acorde para el peronismo. Esto es algo que en La Cámpora consideran anticipado, aunque reconocen que hoy por hoy por las condiciones políticas y el contexto imperante, el mandatario bonaerense sería el candidato natural del espacio. En plan de gestión, Kicillof irá a Avellaneda el próximo lunes y se mostrará con Ferraresi.
Pese a eso, la discusión bonaerense seguirá. Nadie se anima a pronosticar cuál será el desenlace. Algunos intendentes prefieren correrse de la estridencia y refugiarse en la gestión. Otros mantienen diálogo y puentes con ambos sectores.
Por caso, Mendoza encabezó en las últimas horas un operativo de seguridad junto a los intendentes de la región sur del conurbano Mariano Cascallares (Almirante Brown) y Andrés Watsón (Florencio Varela). “La policía tiene que estar para cuidar a la gente, no para reprimirla. Por eso, a partir del trabajo articulado entre los municipios, seguimos fortaleciendo la lucha contra la inseguridad para que nuestra comunidad viva más tranquila”, deslizó la intendenta que se ubicó en el centro de la foto de gestión.