En redes sociales y en charlas cara a cara, pero también en los diálogos de funcionarios de gobierno, irrumpió la expresión «el algorimo de Yrigoyen» para describir la situación en la que el presidente Javier Milei se encuentra inmerso y aislado de la realidad concreta del país, percibiendola a través de una distorsión digital.
La expresión se deriva de la de «el diario de Yrigoyen», el supuesto periódico que el entorno del septagenario presidente le hacía llegar en su segunda presidencia. Allí no se daba cuenta del malestar creciente con su gobierno, que derivó en un golpe de estado, sino que sólo se expresaba una visión benigna de su gestión.
Por estos días, el algoritmo de Yrigoyen es una expresión que comenzó a utilizarse para dar cuenta de la burbuja en la que está inmerso y aislado el presidente Milei, percibiendo una visión distorsionada de la realidad social.
El mandatario pasa buena parte del día deslizando el dedo por la pantalla de su celular revisando publicaciones de su feed y dándole «like» o «retweet» a aquellas que son compatibles con su visión del país.
La mayoría de ellas son publicaciones realizadas por cuentas creadas por sus equipos de comunicación (formales e informales), los conocidos «trolls libertarios» que difunden información tergiversada para beneficiar al gobierno de La Libertad Avanza o directamente falsedades.
En el gobierno admiten que el problema no es que difunda noticias falsas, sino que también se las cree.
Como si fuera poco, preocupa su equilibrio psicoemocional toda vez que gran parte de las publicaciones que replica son imágenes generadas por inteligencia artificial donde se muestra una imagen distorsionada de sí mismo.
En ellas se lo ve más joven, atlético o musculoso, sin papada y hasta representado como un león.
Recientemente, la consultora Ad Hoc publicó un informe en el que consigna que el grueso de sus interacciones en la última semana se refieren a su cruce contra Lali Espósito, pese al dato de inflación de más del 20% y que la pobreza haya alcanzado a 6 de cada 10 argentinos.
Milei está inmunizado contra la realidad cotidiana que viven las y los argentinos.
Incluso, el jueves pasado pegó el faltazo a una reunión de gabinete y prefirió quedarse twitteando frenéticamente, con un ritmo de más de 80 likes en tan sólo una hora.
En horas nocturnas su hobby o adicción tampoco mengua.
La contradicción (o no) radica en que el algorimo de Milei se fabrica en gran medida en la Casa Rosada, más aún en lo que otrora fuera el Salón de las Mujeres Argentinas del Bicentenario.
Desde allí opera el grupo Break Point, liderado por Iñaki Gutiérrez, un troll center que llegó a intentar instalar que un 96% de la población apoyaba a Milei contra Lali «Depósito».
De manera aún más preocupante perciben en el gobierno que Milei sólo parece registrar la política a través del filtro de las redes sociales, y de la lógica de los algoritmos que muestran contenido afín a cada usuario, escondiendo aquello que no le interesa o disgusta.
Como ejemplo está lo sucedido con el mandatario entrerriano Rogelio Frigerio quien se expresó a favor de la Ley Ómnibus y el presidente sólo registró esta posición publicó un twitt.
-Fuente:elagora.digital-https://elagora.digital/algoritmo-yrigoyen-milei-distorsion-digital/