El reciente acuerdo entre Javier Milei y Jorge Macri sobre el traspaso de las líneas de colectivos de la Provincia de Buenos Aires a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) generó una ola de reacciones entre diferentes actores políticos.
Una de las voces más críticas fue la del gobernador bonaerense Axel Kicillof, quien bautizó este convenio como el “Pacto de la Milanesa”, porque en realidad es “una jugarreta” que esconde la realidad.
En una extensa conferencia de prensa, el mandatario provincial detalló que la Provincia de Buenos Aires “siempre pagó el 100% de los subsidios y la CABA no”; de hecho -precisó- su administración desembolsó “$72 mil millones” por ese concepto, mientras que el gobierno porteño “no pagaba, sólo lo hizo un año (Horacio) Rodríguez Larreta y luego dejaron de abonarlo”.
En ese contexto, Kicillof explicó que detrás del anuncio de ayer se esconde la noticia real, que es otra: “El gobierno nacional le paga a CABA un fallo por una parte de la coparticipación que estaba en disputa. Entonces, le transfiere $81 mil millones de pesos y CABA con eso paga los 7.000 millones del subsidio más $1.700 millones del boleto integrado”, lo que significa que “en realidad lo paga el gobierno nacional y le da un plus al gobierno porteño”.
“Milei le paga a Macri lo que le reclamaba y la Ciudad paga los subsidios que nunca pagó”, resumió el mandatario opositor con tono crítico.
Además, Kicillof enfatizó que este acuerdo afecta directamente la distribución de fondos para las provincias. “Es el sueño de los unitarios”, expresó, criticando esta medida. “Le sacan a la gente y le dan a los poderosos, les pasan responsabilidades a las provincias sin otorgarles los recursos. Pasó en los años 90 y ayer intentaron hacer esto con el transporte”, advirtió en la misma rueda de prensa.
El Gobernador adelantó ayer que ya presentó un recurso cautelar ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación para frenar la eliminación del Boleto Integrado, algo que describió como una “decisión arbitraria e ilegal” que es un “nuevo avasallamiento” por parte del Poder Ejecutivo que encabezan los dirigentes libertarios.
Según el mandatario provincial, el gobierno nacional cuenta con “leyes, presupuestos, partidas asignadas e impuestos” para financiar el programa, mientras que la Provincia de Buenos Aires carece de las “herramientas jurídicas” necesarias para sostenerlo.
Para Kicillof, los principales afectados por la eliminación del Boleto Integrado “son los habitantes del segundo y tercer cordón del conurbano bonaerense, quienes dependen de varios colectivos para desplazarse a sus trabajos”.
“Esta medida no castiga a un gobernador, sino a quienes viven más lejos y tienen menos recursos”, enfatizó para exponer el impacto negativo que tendrá en los sectores más vulnerables de la provincia.
Malestar en las provincias
Otro actor político que se sumó a las críticas fue Gerardo Zamora, quien aseguró que este acuerdo “es otro ataque artero al federalismo, una burla al resto del país”.
El gobernador de Santiago del Estero coincidió con su par bonaerense en que esta medida es perjudicial para las provincias y representa una forma de centralizar el poder y los recursos en CABA.
Por otro lado, Kicillof advirtió que los intendentes de su distrito han manifestado su preocupación por la creciente demanda de servicios básicos: “Cada vez sufren más demanda de medicamentos, alimentos y atención sanitaria”.
Esto, según el mandatario bonaerense, se agrava con la reducción del “Impuesto PAIS”, que genera una presión adicional sobre las provincias que deben garantizar estos servicios sin los recursos adecuados. Por eso, advirtió que no sería raro que se produzca una nueva reducción en la cobertura de medicamentos.