Las dos facciones de la barra de Laferrere se enfrentaron a balazos a 100 metros de una escuela: los entretelones de una guerra anunciada

la previa de la pelea en la barra de Laferrere
La interna entre las facciones de la barra estalló este año: par la batalla de hoy, hubo reparto de entrdas de protocolo

Faltaba media hora para empezar el partido cuando las balas empezaron a surcar el cielo de La Matanza. Laferrere debía enfrentar a la UAI Urquiza por la duodécima fecha del torneo Clausura de la Primera B pero antes, la facción disidente de la barra, llamada La 79, decidió hacer su jugada: emboscó a una cuadra del anillo de seguridad a la barra oficial, llamada La Familia Villera y, en cuanto se cruzaron, empezaron a los tiros. Milagrosamente la información oficial habla de sólo un herido que ingresó al hospital con un balazo en el tórax pero sin riesgo de muerte. En cambio, en los círculos de la barra hay referencias a cinco heridos de bala, uno grave, pero que no fueron atendidos en nosocomios oficiales porque tienen antecedentes penales y quedarían presos. Una pintura de un fútbol argentino que se desangra cada día más. Ah, un dato más: a una cuadra de donde se produjo la balacera está el Instituto Educativo Santa Doménica que entre jardín, primario y secundario tiene 600 alumnos. Sí, podría haber sido una tragedia.

La interna, si bien viene desde hace tiempo, estalló con toda su furia este año y en el último mes cobró aún más fuerza, después que la Justicia mandara a buscar al presidente, Gabriel Aranda, por presuntos vínculos con la banda narco que comanda la popular del equipo de la zona Oeste del Gran Buenos Aires. Y si bien quedó desvinculado del hecho, los rivales tanto en la política (Aranda milita en el Movimiento Evita, sus rivales juegan para el intendente Fernando Espinoza) como en la popular creyeron que había espacio para pegar el golpe. Mientras unos creen que pueden forzar el adelantamiento de las elecciones, los otros fueron con sus métodos menos democráticos. Así viejos líderes de La 79 como Tiki, el Oso de la Paternal (que era el que hizo de nexo con un grupo narco de la barra de Atlético Nacional de Medellín la década pasada antes de caer detenido), Germán de la zona de La Loma y otro barra de la vieja guardia conocido como el Ñato pautaron la batalla para este fin de semana. Pero por la tormenta de Santa Rosa los planes debieron posponerse. No por mucho tiempo: decidieron atacar esta misma tarde, ganar la calle y después coronar haciéndose dueños de la tribuna. No contaban con que del otro lado también había armas de fuego y como la batalla se dio a 100 metros del primer anillo de seguridad dispuesto para el partido, había varios patrulleros cerca por lo que pudieron llegar a poco de que sonaran los primeros balazos. Pero las imágenes de terror sacudieron a todo el barrio, obviamente llevaron a suspender el partido y ahora se espera que los rumores de un herido grave no se transformen en una peor realidad. Oficialmente, la Policía insiste con un único barra internado pero presuntamente fuera de peligro.

Para entender lo ocurrido hay que remontarse al origen de la guerra en 2018. Ese año el grupo llamado La Familia Villera accedió al poder cuando los de La 79 cayeron presos por narcotráfico. Los nuevos jefes tenían como líder a Fabricio Martínez, un hombre ligado al sindicato de la carne y que algunos también relacionaban a Nicolás Guimil, alias Chaki Chan, el famoso narco que recaudaba 10 millones de pesos por día y que por su idolatría hacia Pablo Escobar era considerado el Patrón de La Matanza.

Tomar la barra no tenía por objetivo solamente alentar al club que hoy juega en Primera B, sino conseguir la compleja red de comercialización en toda la zona. Para dimensionar lo que estamos hablando, son 42 barrios que responden a quien sea el jefe. Y Chaki Chan, después de conquistar Ciudad Evita, Villegas y alrededores, supo que ese era el lugar para extenderse y la barra de Laferrere el vehículo perfecto para acumular poder. Y lo logró. Además de extender su influencia en el territorio, en la barra su gente se mantenía a sangre y fuego. Pero un año y medio atrás Fabricio Martínez fue baleado a la salida de su casa y salvó su vida de casualidad. Dicen que quiso pasar a Chaki Chan en algún negocio y ese fue el resultado.

Así, debió abrirse y la barra pasó a manos de Federico Schorh, lo que quedó patentado con la bandera en el centro de la popular que decía: “La banda de Freddy”. Al mismo tiempo el club quedaba íntimamente ligado a esta banda: su vicepresidente, Roberto Quiñonez, quedó preso por narcotráfico y la Justicia empezó a hurgar también en qué pasaba con el presidente, Aranda. Mientras, los viejos líderes de La 79 empezaron a salir de prisión y para fines de 2023, tras pasar cinco años tras las rejas, empezaron a circular por el barrio y a rearmar su banda. Así a comienzos de 2024 empezó una guerra de guerrillas. Freddy desapareció de la cancha desde el comienzo del torneo y nadie supo más su paradero. A su sucesor, el Moski, La 79 le baleó la casa y también lo puso en guardia. Y ahí, el grupo de kilómetro 24, siempre considerado “el gatillero” de la barra, salió a mostrar su poder de fuego con el recordado video de febrero de este año donde iban con fusiles de alto calibre en un colectivo haciendo gala de la impunidad con que cuentan en la zona y disparando al aire. Claro que por aquella acción dos meses después terminaron cayendo cuatro barras, entre ellos David Sandoval, alias Guiso, un pesado de temer.

Dos meses después cayeron varios barras más de la oficial que usaban una canoa para trasladar y vender pasta base por el río Matanza. Y una cosa trajo la otra: los de La 79 vieron cómo se debilitaba la jefatura de la popular mientras que la banca del club también sufría un recorte tras la causa que tuvo demorado al presidente Aranda. Entonces decidieron hacer una tregua y tratar de pactar con La Familia Villera para repartirse el territorio no sólo para los negocios de cancha, sino sobre todo para el manejo de los planes sociales que detentan y la droga. Pero la negociación no llegó a buen puerto y así la disidente reunida en la facción La 79 empezó a juntar más gente de los barrios San Carlos, Marconi, Spiro mientras que los de Kilómetro 24 y 26 y el grupo de La Giardino se quedaron con la oficial. Con las fuerzas parejas y ante la imposibilidad de un acuerdo, hoy fueron por todo. A los tiros, como es su costumbre. Del otro lado estaban avisados, de hecho llevaron gente de otros barrios con entradas de protocolo para que no les copen la tribuna. Y a 100 metros del anillo de seguridad y a tres cuadras del estadio, estalló la contienda. Que por ahora y sólo por casualidad, no tiene muertos. Pero si nadie los para, es cuestión de horas para empezar a contar esa historia.

La barra de Laferrere, con armas y una ametralladora
La demostración de poder del grupo de kilómetro 24

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