De un día para el otro, la Roma decidió terminar con el vínculo que lo unía con el entrenador portugués José Mourinho tras dos años y medio al frente del equipo. La entidad de la capital de Italia fue contundente a la hora de comunicar la noticia de desvincular al técnico y a su equipo técnico con efecto inmediato. Inmediatamente, el ídolo Daniele De Rossi fue anunciado como su reemplazante y desató un caos interno que tuvo impacto dentro del vestuario.
Según detalló el medio Il Messaggero, antes de irse definitivamente de las instalaciones del cuadro romano “José dejó el anillo que le entregaron los jugadores tras salir campeón de la Conference League dentro de la taquilla de Pellegrini”. El entrenador se sintió traicionado por el propio plantel y arremetió contra el capitán ya qué el portugués mismo argumentó que los futbolistas “no se había comportado como hombres, dada entonces la decisión de respaldar de inmediato la elección de De Rossi”.
En paralelo, el diario La Repubblica argumentó que “la base del gesto de Mourinho estaba la acusación no al jugador individual, sino a todo el equipo, representado por Pellegrini como capitán”. Y añadió al respecto respaldando la versión otorgada por el otro sitio: “De hecho, según José, los jugadores del Roma habrían respaldado la decisión tomada por Friedkin de sustituirle por Daniele De Rossi”.
La novela no finalizó ahí ya que el portador de la cinta enfrentó al luso vía una llamada. “Una vez encontrado el anillo en su taquilla telefoneó al portugués pidiendo aclaraciones sobre el gesto y explicando a su vez que, por su parte y la de sus compañeros, no había habido oposición. Al contrario, una vez conocida la noticia de la llegada de De Rossi, la sorpresa reinó entre todos”, añadió uno de los relatos.
Así fue como Daniele, recién llegado y conocedor del entorno por encima de todo, no tardó nada en olfatear la tensión en el aire y poner en valor sus más de veinte años de experiencia acumulados en 623 partidos como jugador intentando pasar radicalmente de página. Inmediatamente, desde el primer día, sin perder tiempo aplicó entrevistas individuales, cambio de módulo, nuevo lenguaje dentro y fuera del terreno de juego.
Además, en paralelo aplicó una clásica de Mourinho y elogió el talento de Paulo Dybala. “Hay jugadores que tienen tal lectura y talento que hay que darles un poco de libertad, lo importante es la ocupación del espacio. Luego cerca del área Paulo hace lo que quiere, él mismo encuentra la solución. Yo jugué 20 años con Totti y nadie le decía lo que tenía que hacer o por dónde tenía que ir. Sólo había que agachar la cabeza y esperar a que llegara el balón. Si reconocemos que Dybala también tiene ese talento, tenemos que explotarlo”, concluyó en conferencia.