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En medio de la euforia y el brillo que rodea a los Juegos Olímpicos de París 2024, el destacado nadador británico Adam Peaty destapó un episodio que volvió empañar el evento deportivo más importante del mundo. Tras lo sucedido con todo lo relacionado a la contaminación del Rio Sena, ahora el medallista olímpico decidió levantar la voz para denunciar las condiciones insalubres que enfrentan los atletas en la Villa Olímpica.
Peaty, quien es triple campeón olímpico y ocho veces campeón del mundo, reveló en una reciente entrevista que encontró gusanos en su comida, sumándose a una creciente lista de quejas sobre la calidad de la alimentación y otros servicios en la Villa.
El nadador, quien se llevó la medalla de plata en los 100 metros braza antes de verse obligado a retirarse por un positivo de COVID-19, habló con franqueza al llegar a su país en una entrevista para el portal británico Inews. “La nutrición no es lo suficientemente buena para el nivel que se espera de los atletas. Al fin y al cabo, tenemos que dar lo mejor de nosotros mismos”, dijo Peaty. “En Tokio la comida fue increíble, igual que en Río de Janeiro. Pero esta vez, no hay suficientes opciones de comida proteica, largas colas y esperas de 30 minutos para comer”.
El británico no se guardó nada y continuó: “Quiero comer carne, necesito carne para competir y eso es lo que como en casa, así que ¿por qué iba a cambiar algo? También me gusta el pescado, pero la gente se ha encontrado gusanos. Eso no es bueno. Sólo quiero que la gente tenga las mejores condiciones. Y creo que son los atletas quienes mejor pueden dar a conocer la situación”.
Estas palabras de Peaty no solo reflejaron su frustración personal, sino que también son un llamado de atención a los organizadores de los Juegos Olímpicos. “Estas quejas son para que la gente mejore. Y el comité organizador, por lo que las presentaremos a nuestro equipo con toda la profundidad y detalle”, afirmó. “Sin duda han sido los mejores Juegos en cuanto a la participación de los aficionados. Por eso, nunca habrá unos Juegos perfectos”.
En respuesta a las acusaciones, un portavoz del comité organizador comentó a Inews: “Desde la apertura de la Villa, nuestro socio ha trabajado de forma proactiva para adaptar la oferta al uso creciente de los restaurantes de la Villa Olímpica, así como al consumo real de los atletas observado durante los primeros días. Como resultado, se han incrementado significativamente las cantidades de ciertos productos y se ha desplegado personal adicional para garantizar que el servicio funcione sin problemas”.
Sin embargo, las declaraciones del portavoz no parecieron haber calmado del todo las preocupaciones de los atletas. “En comparación, estamos viendo lo mejor de lo mejor del mundo, y no les estamos dando lo mejor. Sólo quiero que la gente mejore en sus funciones y trabajos”, remarcó Peaty.
El nadador de 30 años, llegó a París como una de las grandes esperanzas de medalla para el equipo británico. Sin embargo, su participación se vio empañada por contratiempos. Tras ganar la plata en los 100 metros braza, una prueba en la que ha sido casi invencible, admitió en una entrevista posterior que había estado luchando con un dolor de garganta, y poco después dio positivo por COVID-19. Aunque logró recuperarse lo suficiente para competir en el relevo combinado masculino de 4×100 metros el fin de semana, su equipo terminó en cuarto lugar, fuera del podio.