El hecho sucedió el pasado martes 11 de junio en nuestra ciudad, cuando se vio un bochornoso hecho de extrema violencia cuando se disputaba el encuentro de ida por los cuartos de final del Torneo Apertura entre Argentino y Juventud.
Durante el entretiempo en el que el Blanco se fue ganando por 60 a 45, la “barra” de Argentino y los simpatizantes de Juventud saltaron al campo de juego para trenzarse a piñas y patadas en una bochornosa batalla campal.
Casi sin presencia policial en la cancha, el grave hecho se calmó varios minutos más tarde. Increíblemente, luego que todo el estadio observó como volaron piñas e incluso dos violentos patearon en la cara a otro simpatizante mientras este estaba arrodillado en el piso y sin defensa, tanto la terna arbitral como la vergonzosa dirección de la Asociación Pergaminense de Básquet decidieron continuar con el partido.
Y tal como lo adelantó Pergamino Verdad, no pasó absolutamente nada. Desde la bochornosa directiva de la Asociación Pergaminense de Básquet comandada por Gustavo Ciuffo le sacaron la localía a Argentino por un par de partidos mientras que Juventud jugó el partido de ida sin público. De identificar a los violentos ni hablemos, ya que deben continuar en los pasillos de ambos clubes hasta el día de hoy.
En lo judicial, archivaron la causa debido a que “no estableció ningún delito al no haber personas lesionadas ni golpeadas”. Tras semanas de análisis e investigación y a pesar de los dos videos grabados en donde se mostraba una extrema violencia, el fiscal Pablo Santamarina se despegó de las agresiones que hubo entre ambas hinchadas.
Cisterna, la víctima de una patada en la cabeza mientras se encontraba arrodillado en el piso, afirmó no haber sentido la agresión mencionada, de la cual no presentó signos de daño físico ni tampoco requirió atención médica. Estas declaraciones aparentemente fueron corroboradas por un informe médico de la Dra. Julia Lembo de la Policía Científica.
Redacción: Agustín Lima
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