Mendoza: una mujer intentó ingresar a la cárcel droga oculta en la ropa de un niño

Una visita familiar a un recluso terminó causando indignación en Mendoza, ya que una mujer intentó ingresar droga a la cárcel escondiéndola en la ropa de un niño.

Fue en el Complejo Penitenciario Federal VI – Luján de Cuyo, donde permanece detenido un hermano de la mujer, quien arribó al lugar con el menor de edad. En la inspección de ambos, notaron algo fuera de lo normal en la ropa del chico, a la altura de la cintura y la pelvis.

Ante esta situación, interrogaron a la adulta, quien confesó que había ocultado estupefacientes entre las prendas de ella y del niño. Luego, se procedió al secuestro de la droga, que estaba repartida en 254 envoltorios que contenían 278 gramos de marihuana.

Escondió droga en la ropa de un menor para intentar ingresarla a la cárcel
Escondió droga en la ropa de un menor para intentar ingresarla a la cárcel

“CON LOS CHICOS, NO”, se indignó por este caso en redes sociales la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.

La funcionaria, además, brindó los detalles de lo sucedido. “La droga, ni dentro ni fuera de los penales”, concluyó su publicación.

El hallazgo de la marihuana fue resultado de operativos dispuestos por el Ministerio de Seguridad para evitar las mafias carcelarias, realizados por efectivos del Servicio Penitenciario Federal.

Escondió droga en la ropa de un menor para intentar ingresarla a la cárcel
Escondió droga en la ropa de un menor para intentar ingresarla a la cárcel

En otro procedimiento de los últimos días, realizado en la Unidad Penitenciaria Federal N°7 de la ciudad de Resistencia, Chaco, un interno del pabellón 10 que volvía de recibir una visita intentó regresar a su celda con un envoltorio con droga dentro de su organismo.

Al registrarlo mediante un control con máquinas Body-Scan, el personal visualizó un cuerpo extraño en las imágenes, por lo que intervino el médico de turno y el recluso expulsó de manera voluntaria un envoltorio de polietileno de color verde, el cual contenía una sustancia en polvo de color blanco, que resultó ser cocaína.

Tomaron intervención la Auditoria Zonal U.7 y la Fiscalía Federal N° 2 de Resistencia.

Un preso de Los Monos recaudó 14 millones de pesos por venta de droga dentro de la cárcel de Piñero

Exterior de la cárcel de Piñero Santa Fe
Brandon Paulo Aramburu amasó una fortuna vendiendo droga en la cárcel de Piñero (Foto: Télam)

El delegado del pabellón 6 de la cárcel de Piñero Brandon Paulo Aramburu (27 años) fue imputado el jueves 4 de julio por haber vendido droga dentro de la cárcel al menos entre el 1 de septiembre de 2022 y el 20 de marzo de ese año, período en el que se alzó con más de 14 millones de pesos. A la cocaína y la marihuana, según la acusación que formuló el fiscal Franco Carbone, las hacía ingresar a través de embarazadas que, por esa condición, no eran revisadas en los escáneres de la unidad penitenciaria. Quien cobraba por la comercialización de los estupefacientes era su novia, Celeste Evelyn Barjollo (29), también presa. Generalmente lo hacía mediante transferencias bancarias hechas por Ualá y Mercado Pago.

La audiencia se llevó a cabo en el Centro de Justicia Penal ante el juez Hernán Postma, quien ordenó la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley y el congelamiento de las cuentas bancarias de Barjollo, la recaudadora del dinero por la venta de droga.

Según la información ventilada por el fiscal Carbone, la mecánica para la entrada de la droga era la siguiente: la llevaban embarazadas que no pasaban por los escáneres de la prisión y que se anotaban como visitas de internos que generalmente no recibían a nadie. “Cada visita ingresaba a razón de 50 gramos de marihuana y 50 gramos de cocaína por semana. Generalmente eran dos visitas. Todo el pabellón le compraba droga a él”, reseñó un testimonio.

De acuerdo a la causa, las transferencias bancarias que recibía la pareja de Aramburu eran hechas siempre por familiares de los compañeros de prisión. Agregó que, en caso de atrasos en pagos por la droga, los internos eran atacados a golpes y amenazados, y recién podían pedir una reubicación en la unidad penitenciaria si habían cancelado el monto.